El Poeta
No tengo siquiera una estrategia, una táctica conque
Devolverme esta noche a la palabra. Será el sueño
Quien al menos me entregue un silabario con imágenes.
De tanto ruiseñor la madrugada se ha quedado en silencio:
Demasiada música para ser soportada por los oídos.
En el pequeño jardín hay plantas aromáticas y mis manos
Las han acariciado cada tarde. Os he visto jugar con el agua,
Danzantes, mientras trataba de cerrar mis ojos y columpiarme
En la táctica y la estrategia de ser parte de un vocabulario.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de diciembre de 2012
Dedos del aire, ojos del aire, bastión del aire,
Aquí está la sed de mi corazón como una perla
Aún oculta en el fondo de la sangre. Duende
Del sueño, clarividencia del clavel, luna de luz
Cernida, ya sentís mi latido como una presencia
Que, transparente, clausura las sombras.
Aire, aire, aire de sauces mecidos sin llanto
Junto a los ventanales abiertos del río,
Donde puede verse el baile nupcial de los peces
Mientras, desnuda, una muchacha baila
Conjugando verbos en la noche que dice:
Nadie podrá saber qué encierran mis vestidos,
Ni los encajes que poseo, ni la muerte
                                              Que de la cintura me toma.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 24 de octubre de 2012
Porque estuve hastiado es que eché a andar;
Los vientos develaron ciertas bondades prójimas;
La noche se luneó elegantemente, y el sol, el sol
De todas las mañanas se apareó con la tierra
Engendrando vástagos amantes. Porque estuve hastiado
Es que eché a andar por caminos inhóspitos a veces,
Pero mereció la pena porque andaba caminando,
Una y otra vez hacia preciados lugares, donde aquello
Inverosímil se tornaba presencia, y lo humano
Parecía advenir como una canción entonada en la niñez.

Porque estuve hastiado es que eché a andar.
La rosa de los vientos es un hervidero de vida.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 20 de diciembre de 2012
A veces todas las ciudades no son más que una misma:
Sus noches cuadriculadas,
Sus días redondos,
Sus nacimientos y sus muertes,
Los lirios que devoran la carne.

Francisco Aranda Cadenas

Aeropuerto de Cd. Obregón (México)
Febrero de 2009
IMÁGENES DE DICIEMBRE

I
En las paredes blancas sin reloj
Escribo un poema acerca
De la arquitectura de ¿quién soy?

II
¿Hay mundo todavía,
O esto es la representación

De una mar,
De una tierra,
De un cielo
De metáforas?
 
Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de diciembre de 2012
VERSOS SUELTOS AL CAER LA TARDE

I
Y llamo a la sutil desnudez de la palabra
En los entreverados bosques, por sus pasillos
De hojas huidizas y miel en las copas.

II
¡Brindad conmigo con copas de vino,
La vida es un ukelele amanecido en el desierto!


III
¡Al pan pan y al sueño lo que engendre!

IV
El feo,
Aburrido dios aristotélico
Cuelga en el alféizar,
Y sólo tan triste el sexo de sus ángeles.

V
¡Ay, vísperas de septiembre
Serpeando en la frescura de tus manos!

VI
Estoy hilvanando una bufanda para el corazón.

VII
A veces mi pecado sabe como la miel amarga.

VIII
Tu llanto es agualuz y no lo sabes.

IX
El fado es un hondo silencio y húmedo.

X
En el malecón las faldas toman vuelo con el aire.

XI
Giró, girándula inquieta del mundo.

XII
La luna está atravesada por flechas cuando el invierno inaugura sus moradas.

XIII
Yo no lloraré esta tarde, sí mi estilográfica.
.

XIV
Elegir un día para mi muerte es un ritual profano.

Francisco Aranda cadenas

Málaga, a 9 de diciembre de 2012

HAIKU IRREVERENTE A LAS FORMAS



Jean-Claude Sempe;
Jean-Luc Donnet;
Jean say;
Gilbert Lascault;
Catherine Backes:

EL PSICOANÁLISIS.

Francisco Aranda Cadenas


Cd. Obregón, 2008
RETRATO EN SEPIA O RETRATO DE LA CRISIS

(Calle Granada en Málaga)

Al este de la naturaleza muerta de la calle,
El amargo anciano bebía vino rancio
Sobre unos cartones. Su cabeza desnuda
Era su sacrificio para los dioses trunfadores;
Él, que era un perfecto perdedor
Una ocasión, otra ocasión, en cientos de ocasiones.

Frente a la tienda de ultramarinos caían
Después sus ojos sobre la vidriera
Como caen dos losas de papel mecidas por el viento,
Como una mujer que se maquilla en espera de su amante.
Era la figura terrible y tierna de la podredumbre vecina
Y de tantas tristezas conjuradas,
Y de miles de demonios ajenos, y de su propio demonio.
Su perro contemplaba, parsimonioso testigo, con lógica canina
Mientras algunas monedas de falsa caridad rompían en el sombrero.
Pasaban ejecutivos frívolos, distantes,
Los niños con sus piruletas corriendo,
El viejo profesor, la dulce muchachita, el obrero,
Pasaban la buena voluntad y la codicia, las supuestas buenas intenciones,
Pasaban los sueños, los delirios, los fantasmas,
Pasaban la noche y el día, testigos mudos siempre
Ante el bronco gesto herido del anciano. Desahuciado de su casa,
Ocioso a pesar de sí mismo
Guardaba en el bolsillo una caracola, lo recuerdo,
Y se ponía a escuchar el mar y las noticias.
Curioso hombre a fin de cuentas, le pregunté por su suerte;
Con honesta festividad me sonrió y me dijo:
-Yo vivo del desenfado de la muerte a ciertas horas del día.
Me marché no sin cierto aturdimiento a la Plaza de la Merced
Y aquel retrato de ayer y de mañana
No tuvo eco en los telediarios,
Ni en la sección económica de los periódicos,
Ni en las estadísticas sociológicas,
Ni en los valores del mercado
Salvo en los ojos del can que lloraba al anciano.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de diciembre de 2012
Qué me queda,
Me pregunto,
De todo mi pasado
Y des-memoria.

A flor de piel, en la ciudad,
Me asalta mi humanidad
Sin ser imagen de dios alguno.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, 15 del 12 de 2012
Mírame, lee mis labios, mi voz
Nace de las vísceras de un árbol.

De nuevo esto no es
Un color peak weekend,
Ni la canción número nueve
De tu cd preferido.

Los delfines nuevamente
Surcan la mar de costa a costa

Y recuerdo que en tu coche rojo
Anidó una golondrina.

Estoy preparando una sonrisa para ti.
Créeme que puedo sonreírte
En un color peak weekend
Con belleza azufre de mi boca.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
Contento veo
Tus bel occhi grandi
Que se prenden como teas.

Quisiéramos tomar La Bastilla,
Que la libertad guiara al pueblo
-¿Qué es la libertad?-,
Pero sólo tus bel occhi grandi
Tienen algo de utopía.

Entre los mármoles y los dinteles
Que lloran existen frágiles palabras,
Pero parece más pronta
La muerte de las piedras.

Más de una vez te has dormido
Con un poema o se alivió tu corazón
Con una palabra viva y de repente.
Perecerá la piedra, pereceremos ambos
Y tal vez queden las palabras.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
Ha sentado plaza en mis ser,
Se ha derramado a borbotones
Por mi sangre circundante.

La Poesía me bebe ávida
Y grosera en este día
De mi disolución entre su carne.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
La lengua del mar desata
Su ira en las arenas,
Como mi corazón asalta
Las terrazas del aire
Cuando la soledad es
Una ave desdichada
Que yace bajo la oblicua longitud
De las palmeras.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
QUEVEDIANA O ESPAÑA HABLANDO

Soy viento de la edad desdibujada,
Soy mudanza de los campos,
Soy fugaz edad tardía,
Y apenas amapola enrojecida,
Tan sólo azucena y desengaño,
Y sueño del girasol al mediodía,
O fruta desgajada en las acequias,
O del otoño sola hoja entreverada,

O la nieve en el valle deshelada.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
Artaud escribió 'Carta a los poderes';
Tolstoi se vistió de campesino ruso;
Ezra Pound se enfrentó a la paternidad de Whitman;
Yo no hago otra cosa que escribir y basta.

Málaga, a 14 de diciembre de 2012
Cuando te vistes de blanco
Eres demasiado evidente, aun así
No puedo verte en el día.
Elogio entonces la sombra
Y me dirijo a la estancia
Más apartada para soñarte
En un juego de claroscuros.
Ojalá fueras una loca
Del 'nomeolvides'.
No puedo apartar los ojos de ti.

Sólo tú, muchos gestos,
Sólo baila, tú también descansarás.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 14 de diciembre de 2012

En este rincón los niños hablan francés
Y sin embargo no llevan ropa de domingo.
Y los pies, y los huesos de ese anciano,
Y las guirnaldas resbalando por su cuello.
Él piensa en un amor perdido mientras los artesanos
Trabajan afanosamente la arcilla.
Los niños que hablan francés sacan
Sus primaveras de los bolsillos, y el anciano
Evoca su pasado feliz e irreverente.
It is a moment after I have a dream.

Un momento tan sólo he vivido en ese rincón,
No de niño, no de anciano, no de poeta,
Preguntándome quién me verá y saldrá conmigo luego.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 14 de diciembre de 2012
I
Diez olas nada más bastan
Para saberse finito
Cuando golpean en el pecho.

II
¡Venid, vecinos, dancemos, alcemos la copa terrible!
Es más cercana la verdad del verso

En los vuelos de la celebración.
¡Venid, vecinos, al momento de la gran renucia!

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 14 de diciembre de 2012
YAQUIS DE OBREGÓN (México)

Huele a tierra mojada este pan de hoy.
Fue amasado por puños de manos campesinas:
Pan del girasol, pan de la lluvia.
Huele a tierra mojada, a barro del primer
Día del mundo, como cuando el primer alba
De la luz primera.

Yaquis de Obregón. Cantores de sueños

pastorean su ganado. Ebrios de luz
En las manos del destino.
 
¡Dioses, qué bailarines!
¡Dioses, qué reidores!
¡Dioses, qué cantantes!

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en Cd. Obregón a 2008
Mulheres correndo, correndo pela noite.

Herberto Helder

Mujeres corriendo por la noche,
Corriendo desnudas, enredaderas añil
Hacia las orillas de las playas.

Por las dunas mujeres corriendo.
No de nadie huyen, sólo

Corren por la noche
Que siembra la tierra.

Ay, mujeres corriendo por la noche
De estrellas marinas y furtivos besos.
Ellas corren, sus senos en pie
De paz y de guerra.

Mujeres corriendo por la noche,
Mujeres llovidas en la noche,
Mujeres amadas en la noche.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, 2008- Cd. Obregón (México)
POSTMODERNIDAD

Éste es el último suicidio de la noche, una palabra
Que cae de un noveno piso sobre el asfalto.
Quien perdió la palabra está asomado al balcón
Y no ve otra cosa que sangre y una letra junto
Al sumidero. No era al parecer una palabra común;
No dejó sombra de duda de su deseo de muerte.
Quien la pronunció se acercó hasta la barandilla
Y casi se le cae el cuerpo, pero cayó la palabra.
Ahora este hombre está partido en dos, y sigue
Sin comprender por qué este último suicidio de la noche
Ha sido esa palabra suya tan amada por él.

Quizá ella no lo amara: él la pronunciaba siempre a contraluz.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 4 de diciembre de 2012

Ja no és l'amor el qui mena els teus passos,
Siquiera en el nombre de lo animalesco que hay en ti,
Siquiera por sentirte algo más viva.
Ya no es el amor, ya no es el amor
El que guía tus pasos. Cómo es entonces tu camino,
Brevedad de tus huellas, de tus pequeñas huellas
En la hierba húmeda, y la enorme soledad de tus muslos,
La gran soledad de tus pechos, el oleaje que pudo ser
Quizá un libro, una palabra dicha por ti ahora
Que ama tu vientre el valle que hollan tus pies.
Por qué este silencio que te aleja  montaña arriba
Hacia esa nube donde sólo se puede llegar para morir.
En ti se disipó la geografía, y resulta ser que te veo
Como un cadáver cuyos pasos ya no podrían guiar el amor,
Porque así lo has decidido de manera ridícula. Dónde
Aquella tu forma de amar, cuando vestías con tu verbo
Paredes y ramajes, y mi piel sensitiva a tu tacto vivo
Como mi recuerdo de ti entrando en la aurora, desnuda,
Entrando en el alba sin noche en tus cabellos.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de noviembre de 2012
Nunca podremos recomenzar el día, aunque sea transformada
De vez en cuando la memoria de lo acontecido, y así
Es que no sé si vi de pronto un caballo o una bicicleta
Recorriendo la mañana por la orilla, ni recuerdo si era niño
U hombre, y me importa esa mar que no fue mar tal vez
Sino valle o fronda o río, pero me importa por saber
De aquella transparencia, más que nada por volver a revivirla.

Nunca podremos recomenzar el día, ni sabremos del atardecer del día,
Ni la noche será nombrada hasta llegada la noche.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de noviembre de 2012
TAN BREVE COMO EL CERRARSE DE UNA PUERTA

Me trajiste flor de nieve. Es fácil presentir tu partida.
Aún en mi corazón la lumbre, pero me has traído flor de nieve
Y se llueve sobre el pecho el pétalo blanquecino de tu ausencia.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de noviembre de 2012
HANDEL


Handel me recuerda a mis noches más invernales con calor de mantas
Y luna en los cielos, y arrimaderas al verbo y a la inteligencia.
Dixit Dominus, pero quién, nadie, nada... Balbucean mis versos en la noche
Huérfana de ritmos y cuadraturas matemáticas. Qué es la palabra
A medianoche con un sinfín de aromas preludiando el alba. Dixit Dominus,
Pero quién, nadie, nada... ¿El sabor de la vida es una nombradía
Consagrada a comprender ciertos misterios?

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a  22 de noviembre de 2012
YA VES

En el fondo no siento ni rabia ni ira ni encuentro certeza, ni contra nadie
Diré que lucho. Es sólo en mí, tan sólo en mí que se dirime una batalla.
A veces pienso, siento más bien que me reconcilio con el mundo, mas no es
Con el mundo con quien me reconcilio sino conmigo mismo.
El mundo está ahí, con mal o buen sabor de boca, contando
Sus cosas que no nos importan la mayoría de las veces, seamos
Sinceros, y nosotros aquí o allí o vaya usted a saber
Mirando con ojos de 'sí mismo' cuanto el prójimo ve de otra manera.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de noviembre de 2012
Abrí la puerta de la casa, a mares llovía, copulaban las palabras húmedas,
Y cómo no amarse entretanto estrépito de agua, si palabras y cuerpos,
Así tan sedientos, se buscaban con cierta desesperación de náufragos
A punto de arrivar a tierra firme. Y luego saberse bajo las palmeras silabantes
Y una mano, por supuesto, que empuje río abajo el discurso amatorio, la frescura de un verso
Cuyo fulgor amarra a la carne la vida, a la piel la vida, a los ojos y boca la vida,
                                                         Copulando las palabras húmedas, abierta la casa, lloviendo a mares.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 14 de novimbre de 2012

Abrazado a tu cuerpo me he vuelto un reincidente.
Fue una tácita promesa la que hizo volviéramos
A desnudarnos la voz cercana ya al crepúsculo.
Cerré mis ojos en la noche cerrada, después
De escudriñar tu piel no sin cierta avaricia; abrí
Mis ojos y dije mil palabras, cuando tú aún dormías
Una vez el amor se deshizo en alas de pájaro
                                                                     Alzando el vuelo.
Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de noviembre de 2012
Acerca de una pintura de Nely Sforza...

Después del primer trazo, esa otra luz
Que aguarda en la estancia a ser digerida
Por el pecho, como si pudiera respirarse
O asirse con la retina del corazón. Coloco
Mis manos a cierta distancia y palpo formas,
Que existen nunca manifiestas a golpe de pincel
Sino como agua de río bordeando el delta,
Cuando aún el mar no es visible, si es que hemos
Descendido desde la montaña con bruma y espesor
De plantas. He creído hallar una caligrafía
Bajo los rojos y violetas, y la historia de una vida
Encendida de naranjas,
                                  Matizada por celestes,
                                                                  Fulgente de amarillos.

Los colores al borde mismo de sus límites
Se abrazan a las narraciones y a los versos, cuando
Leo esa otra forma de escritura que aguarda
Sobre el lienzo una mirada amorosa y combativa.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 06 de noviembre de 2012
A mi entrañable y querido profesor ya ido para siempre, D. José García Palacios.

Primero fue el verbo o tal vez el alarido, el espanto
Frente a la materia desnuda, algo que no tuvo nombre
Y que dio paso a la palabra sin embargo; y luego
Fue el verbo o tal vez el bostezo largo de un dios cansado
Que olvidó su obra inconclusa en manos de sí misma; y más tarde
Fue el verbo o tal vez los pasos de alguien cuando aún no clareaba
El día... Y fue el verbo, un verbo turbio al principio, balbuceante,
Como una sombra desafiada por un haz de luz sin cuerpo todavía.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 07 de noviembre de 2012
Acerca de una escultura de Luis Ontoso...


Como si la madera derramara sangre, se vistiera de sangre
Por alguna extraña herida y el hierro soportara ese dolor,
Así ese talle imaginario y encendido copulando con el aire,
Entrañando memorias y alguna despedida... Luego, tras ocupar
El espacio con densidad de tierra, aparece la sutil forma escondida
Que subyace a la materia, sobre un mármol ardido con letras amantes.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 06 de noviembre de 2012
ACERCA DE UNA ILUSTRACIÓN DE MIGUEL GARCÍA JIMÉNEZ

Un búho puede devorar una llave, abrir un paraguas y contar
Las horas de un reloj que se derrite con la lluvia. Lo mismo
Los peces, sobre todo si saben interpretar el violín o jugar
Al ajedrez. Llueve -paraguas hacia arriba y hacia abajo-, el café
Compite con los libros y el deseo de navegar de los sueños
En un barco de papel, bajo una luna que ilumina puzzles
Interminables. Hasta las caracolas marinas viajan en bicicleta
Y el amor no es sino un espejismo que en la noche llora.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 04 de noviembre de 2012
No sólo el canto asume el dolor, también la dicha
Aunque las sombras están ahí como un recordatorio
Del silencio. Pero el canto es la voz, la palabra, la espiral
Del verbo aquí en el pecho, en el corazón, en la piel.
La piedra es dura. No hay poesía mineral, sólo coágulos
De sangre en la talladura. Pero en tus manos, en las manos
Del ser que habla existe la posibilidad de la poética, esa poesía
Que sabe del paso del tiempo, de la muerte, qué es vida sin embargo.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 30 de octubre de 2012
ESCENARIO COTIDIANO

Corren tiempos oscuros, qué decirte.
Eres tú quien me dices sin embargo,
Que en las casas huele a quemado,
Que en las calles hay gente en protesta,
Que el parlamento es una cueva de ladrones.
Parecería inverosímil a no ser porque
No eres sólo tú quien me lo dices, ellos también
Lo dicen, y yo lo padezco y me doy cuenta.
No bastarán cien sonetos quevedianos,
Ni la ira de un pueblo en movimiento,
Ni la luz entrando a saco por las ventanas.
Cuál será entonces, me pregunto, el discurso
Necesario en estos tiempos oscuros, el gesto necesario.
Por no hacer un panfleto, es que dejo aquí el poema,
Y salgo a la calle a encontrarme contigo, a buscar una respuesta,
Y más que una respuesta un gesto que al menos nos salve,
Entretanto la falta de vergüenza no es otra cosa que el escenario cotidiano.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 30 de octubre de 2012
La esfera musical del día, como un Pitágoras caminando
Por las calles, triángulos y números, el libro que tú lees.
Necesito tomar algunas notas acerca de tus cabellos
Y de tus ojos, necesito más bien no escribir ya más
Sobre tu cuerpo y tus vestidos; ya sabes.
Me siento a esperar, en el jardín botánico, a que pases
Tan cercana que pueda llamarte. Mar que besas la orilla,
Bien sabes cómo tu brisa engendra los naranjos del parque.
Ciudad de Málaga, alegre y triste ciudad como mi mirada,
Como mis manos que tantean tu aire hoy musical;
Digamos un Pitágoras caminando por tus calles,
La palabra fecundada por la lluvia.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 25 de octubre de 2012
No me salvo de existir, es imposible; existo y soy:
Una canción de mí, un poema de mí, un hombre
Al fin y al cabo que os saluda, una sombra
Que os confunde, una luz de mi vereda por si te acercas
A donde estoy, y por donde camino a veces junto a ti.
Tampoco me salvo de no existir, es imposible... ¿Cuándo
Llegará ese día que ya fue antes de pasearme por el mundo?
Si te doy la espalda sigues estando cerca;
Si te miro de frente sigues estando cerca;
Si te mueres, muero contigo; si te vives
                                                                            Es que yo también vivo.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 25 de octubre de 2012
Dedos del aire, ojos del aire, bastión del aire,
Aquí está la sed de mi corazón como una perla
Aún oculta en el fondo de la sangre. Duende
Del sueño, clarividencia del clavel, luna de luz
Cernida, ya sentís mi latido como una presencia
Que, transparente, clausura las sombras.
Aire, aire, aire de sauces mecidos sin llanto
Junto a los ventanales abiertos del río,
Donde puede verse el baile nupcial de los peces
Mientras, desnuda, una muchacha baila
Conjugando verbos en la noche que dice:
Nadie podrá saber qué encierran mis vestidos,
Ni los encajes que poseo, ni la muerte
                                              Que de la cintura me toma.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 24 de octubre de 2012
Un poeta se asoma al mundo a través de una ventana.
Sabe de su exilio y sale entonces a la calle, parece
Que los edificios le recuerdan a su país,
Que las aceras le recuerdan a su país,
Pero no las gentes que se suman a la vida con desapego.
Abre sus brazos, cae la lluvia, alza la vista al cielo, ¿dónde
Me hallo? Se pregunta el poeta. País de nunca, provinciano,
Que no amó, país que despidió desde las sombras. Ahora,
Más allá del verso, del poema, se encuentra en otro paisaje
Que lo habita con palabras menos gastadas por el uso.
Tal vez llegue a estar contento en su exilio, no feliz
Porque la felicidad es algo muy lejano, pero en las interrogaciones
Que plantea existe vocación de vivo mientras se asoma al mundo
                                                                                   Desde otros lugares.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 24 de octubre de 2012
Me hablaste de poesía y de ensayo, no supe responder o decirte,
Yo andaba más bien pensando en la calle y en otras delicias.
Acababa de morirme tres veces, las mismas que resucité
Y quería andar bajo el sol con la mente vacía y el corazón calmo.
Eres hermosa, me dije, tu palabra sabe a canto, me repetía,
Y en silencio te pensé mientras te escribía unas letras.
Tengo cierto cansancio, hay en mí tal vez una despedida;
Ocurre que no sé de qué y eso me fastidia un tanto.
Pero cada despedida es un encuentro, cada naufrágio es una isla,
Y me hallé de pronto frente a tu semblante, no sé cómo,
Pero allí estabas, hablando de la naturaleza y sus principios matemáticos;
Nuevamente pensé en la calle y otras delicias, pero amé tu cuerpo,
Lo amé con precisión de relojero, resucité entonces cuatro veces,
Alargué mi mano y acaricié el aire, el mismo aire que acariciaba mi costado.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 22 de octubre de 2012


Me pregunto por el día de hoy que se ha ido,
Por todos aquellos a quienes saludé,
Por todos aquellos con quienes conversé...
Paisajes que habité, me pregunto si he comprendido
Algo tan sólo parecido a un gesto de amor, algo
Que se recuerda en las madrugadas a duermevela,
Casi como en un sueño, y soñar entonces,
Soñar con lo vivido, lo vivido soñado transparente
Sobre los raíles del tren que va destino al vientre, al pecho,
Y caer en la cuenta de que el sol calienta los cuerpos
Aun en octubre, cuerpos del amor cercano a un fondo
Donde las sombras y las luces se arraciman, para que quizá
Algo de lo más amado se cumpla, se haga presencia.

 Francisco Aranda Cadenas
Esta soledad tan demacrada, soledad tan puntual, tan de sí misma,
Esta soledad tan tuya, tan de los dos, tan inoportuna,
Esta soledad de nadie y tan de todos, tan perenne soledad y tan caduca,
Esta soledad que nos mueve a buscarnos en el carnal árbol de la intriga,
Esta soledad austera y caprichosa, singular, mortal, tan decaída,
Esta soledad que nos desnuda, nos acuesta, nos refugia
En este cuerpo de dos que se hace presente y se hace dicha.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 15 de octubre de 2012

Y qué fue de aquel primer deslumbramiento de la carne,
De la palabra que sentó plaza en la piel, de todo aquello
Que más tarde hablaría de mí  y de tantas otras cosas
Que se confundirían a veces en un largo beso.
Cómo encontrar en los restos de un pequeño naufragio,
De una muerte en suma, la rosa de los vientos que fuera
Mi paisaje, la asunción de mis pasos, mi norte y mi des-norte.
Y cuál sería mi sorpresa al darme cuenta de que en las madrugadas
Se hacían presentes oscuras voces primeras de luz que me asaltaban,
Cuando aún el hilo naranja del amanecer era tan sólo un pájaro
Que retornaba de muy lejos para luego hacerse día y sombra.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 13 de octubre de 2012
Aquel cuadro de la exposición posó en ti su mirada;
Luego me explicaste la disposición de los objetos
Y yo te pregunté por la figura humana que no existía
En ese lienzo. Pasamos a otro y otro cuadro hasta dar
Con una mujer desnuda sobre fondo blanco y azul,
Y grandes ojos negros en disposición suavemente irregular.
Tú tampoco te salvaste de existir como esa mujer desnuda
Allí, bajo una luz que se iría apagando de a poco en la noche
Que durmieron las telas. Pero ya ves, algunas obras
Tenían más de cien o doscientos años, nosotros tan fugaces
Hemos depositado la mirada en algo que tampoco será la eternidad.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 11 de octubre de 2012
Si pierdo aquí la voz, aquí donde la voz hace falta
Porque hay nieve y vendaval, si pierdo aquí la voz,
¿Cómo después, de tanto, entregar el poema
A vuestras manos? No queda más lucidez ya
Que la palabra, pero si pierdo aquí la voz,
Si la pierdo en este instante, lugar de donde vinieron
El dolor y la alegría, entonces, verdaderamente entonces
Podréis decir que me he muerto, que se ahogó en un pozo
Mi júbilo, que el silencio conquistó los albergues de la luz
Y que la noche, la terrible noche sin sílabas, saeteó mi garganta.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de octubre de 2012
Entrar a cuerpo abierto en tu noche; saber si verdaderamente el mundo
Ha pactado de forma clara con las sombras; comprender la latitud y la longitud
Del deseo; mostrar el canal de la sangre vertida en tiempos de guerra
Y no demorar demasiado en construir diques contra la muerte...
¿Y cómo redescubrir, reinventar, Francisco Aranda? La soledad se llena
De persianas y cortinas, a cuchilladas aparto la niebla que se acomoda
En la habitación. Busco la luz, la luz de tu noche, semioscuridad de muslos
Y de brazos. En tiempos de guerra está cansada la piel, los cuerpos opacos
Cubren el asfalto y las aceras. Qué es del deseo entonces, nada más
La pasión poderosa de estar vivo. No se sabe si realmente pactamos bien
Con las sombras, siquiera si las consideramos como a un pájaro errante.

Entrar a cuerpo abierto en tu noche, morder las cuartillas con dientes
Ardidos y no permitir que la caligrafía sea lo mismo que mis manos.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 8 de octubre de 2012


Me quedo aquí con mi sentir sencillo, a la espera de tu regreso simple.
He desnudado a la palabra por ver su secreto, palabra de ti
Que asoma a mi pecho como el mar asoma a mi frente.
A conciencia me he perdido en la ciudad, en esta paramera
De cemento y flores... Quién lo diría, en los suburbios de mi corazón
Cantan los peces y saludan vagamente viejas llamas extintas.
A favor de la noche abandono mis teorías, me cobijo en un bar,
Y comprendo mi sentir sencillo, mi dolor anudado a un recuerdo, mi realidad
Que pasa por el lado de 'dios' y no saluda, y se azula mi mirada
Porque la luz, fulgor de la luz, me recuerda tu regreso simple.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 8 de octubre de 2012
Y cómo saber que los años , a veces tan traviesos, pasaron
De largo como una bocanada de aire, como un sin más,
Quién lo diría ya puestos a decir. Y cómo saber
Si es bien difícil saber algo que no sea hoy es de día.
Mientras tiemblo como cuerpo deseante, mientras me hago
Esta pregunta casi infantil, mientras la palabra, el cielo, el árbol,
Decoran mi paisaje. Y ahora que otoñan los ramajes, y que de vuelta
A lo sin nombre, a lo de perdido al río, a la teoría de conjuntos,
Ahora, ahora aquí sin equipaje para partir aferrado a nadie.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 6 de 0ctubre de 2012

Cercano al recuerdo más cercano,
Junto al día que el sol inflama,
Junto a la fermentación del júbilo,
Junto al mar que escancia cierta razón
Mía de ser, y así, cercano, y valer la pena
Dentro de todo esto que llamamos vida.
Y serme en tu recuerdo, y no serme
En tu despedida. Vivir así de lleno
En las estancias menos turbias, de más luz
Si cabe, aunque las sombras están ahí
De forma ineludible como la primera
Palabra que dijimos y la última que diremos.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 4 de octubre de 2012
Escribió un testamento dulce para una dulce muerte.
Sobre su cama miraba al techo, y veía sombras
De animales y algún revólver y algún país.
No se sabía de qué habría de fallecer aquel hombre,
Pero en su rostro estaba escrito un verso de los posos del café,
Una rúbrica del viento, un mediodía enjaulado, una torre
De marfil quebrada, una pregunta incontestable.
No había ni ira ni rabia en sus ojos, él se preparó
Para una muerte dulce. En sus bolsillos tenía
Varias caracolas marinas, una estilográfica, un pequeño diario
Para un insomne peculiar, atento siempre a las voces de la noche.
Fueron cayendo sus párpados de a poco; nadie en la habitación,
Sólo él con una  torrentera de delirios sumados a una luna de perfil
Sin luz. Y como si su alma finalmente no quisiera marcharse,
Lanzó un grito al aire, un dulce grito, de espanto y frío.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 3 de octubre de 2012
Sentado en la cafetería que da a la arboleda,
Mientras arrecia la lluvia, sorbo a sorbo de café,
Comprendo ciertas cosas: el tiempo, la muerte...
Pasa una mujer con su paraguas rojo, sonríe,
Camina feliz a pesar del llanto del cielo.
Sorbo a sorbo de café, recuerdo la brisa marina
De otros años de inconsciencia, las manos de Carmela,
Los viajes al centro de la ciudad. Quienes acuden
A su entierro, me digo, no tienen sentido del humor.
Va transcurriendo la mañana, y yo en la cafetería,
Recuerdo tras recuerdo, mañana que es y se va yendo.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 29 de septiembre de 2012
VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA

Podría jugar a hacer variaciones sobre un mismo tema con una cámara,
Eludir sin embargo la noche, sólo a veces,
Y adivinar cuando subes, peldaño a peldaño, las escaleras.

Ella sube las escaleras con sus zapatos rojos.
Ella baja las escaleras con sus zapatos negros.

No, ella sube las escaleras, ya no volverá a bajarlas
Hasta mañana, y haremos el amor como dos condenados.

Ahora una ventana a un lado, y otra ventana al otro lado después.
Una única puerta que da al apartamento o tal vez dos, un balcón
Que da al mar, que da a la montaña, que da a un parque.

Dispongo aún de pocos elementos, pero confío en que subas las escaleras pronto.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 27 de septiembre de 2012
Han de quedar, días que tú conoces, en una memoria
Antigua. La voz que a la noche acompaña es sólo
Una guirnalda en el pecho, quizá más, no sé bien.
Queda al cuidado de ti la sombra que se donó desnuda,
El espacio sin nombre cuyo nombre buscas, la soledad
De cien pájaros como un deseo atávico en la lengua.
Quiero embriagarme de la sed sin párpados, ojos abiertos,
Hasta el amanecer del día. Longitud abisal de los años
Que antes contemplabas, queda un sencillo recuerdo,
Mientras las palabras se atardecen con similitud de navío
                                                                         En la rada del deseo.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 25 de septiembre de 2012
Qué queda por relatar, dulces lirios, humanas manos
En desorden como un tropel de toros que nadie escucha.
La lluvia sobre el timbal espejea rumores que acontecen
De tarde en tarde, bien sé yo, tras las nubes ardidas
Donde las aves simulan el bien, la verdad y la belleza.
Nada más inhóspito que esto, extraña abstracción,
Ridícula a veces, como una culpa innecesaria.
Después de todo, qué queda por relatar, salvo el remanso
Acuoso de un río que mora adentro, impetuoso río
A espaldas del morir si esto fuera posible.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 25 de septiembre de 2012
Y tener otra pérdida
Que no sea la palabra
Para cuando la sensatez
Nos sea esquiva.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 25 de septiembre de 2012
Quizá me sea ajeno el sur nuevamente,
Y parta hacia regiones frías de pronto
Donde la claridad de la luz es tenue,
Y la soledad es bella sin embargo.
Quizá parta hacia regiones frías como un exiliado
De sí mismo, sin caparazón y sin nostalgias.
Hoy llueve, es miércoles, la sal de la tierra
Bebemos, llueve como nunca ha llovido,
Como si la tierra no hubiera conocido nunca el agua,
Como si el mundo hubiera estado seco por siempre.
Sentado, junto a una fuente, contemplo el cielo;
El cielo es una vara de medir el canto, las leves
Melodías surcan el aire. Con un carmín de labios rojo
Todo es besado, las criaturas grises también.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 26 de septiembre de 2012
Se yerra, erramos, cabezas fugitivas en el tiempo.
Cayeron mis tristes metáforas por el acantilado
Que da al sueño, y allí, -urgencia de amapola-, allí
Entre la vasta sombra o bajo una luz de deseo,
Encontraron tumba y resurrección, erguida fuente
Imaginaria que tantea la existencia, lámpara u oscuridad
En la habitación del durmiente junto a la semilla de un dios
Innoble, que juega a enmascarar la fiel aparición
De los vivos y de los muertos de antaño, las presencias
Cotidianas, con su ambición de avispero, con el mudo asombro
Que recorta el aire como un papel se recorta.

Se yerra, erramos, cuerpos fugitivos en el tiempo.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de septiembre de 2012
Canción del mundo, tropel de vanidades, la escarcha dura.
Huyo de mujeres y de hombres, busco el encuentro de los mismos.
Efímero fulgor de cada día, la retina se acerca a la sed de mis obras
Tempranas, de presentes inciertos como inciertos los futuros.
La amada silueta, que cayó como un cansada escultura, aquel
Barro tímido que fue y aún es, se desordena en el aire, en la canción
Del mundo. Aquello que amé se llueve sobre un veloz río irreconocible,
Y nada queda salvo esperar, hacer la masa nueva deshaciendo ovillos
Para la muerte, hilvanando versos para la vida. Entonces es que vivo
Esta madrugada inaugural, esta razón engañosa, este cuerpo
Perforado por el tiempo con otros ojos, con otro amor, con otras manos.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de septiembre de 2012

El ruiseñor canta aunque no haya oído alguno,
No importa que no haya ojos que lean los poemas;
Libre es el canto más allá de todo, junto a la carne
Que expresa su sentido -fulgor momentáneo-, libre
El canto más allá de los juicios. Poco importan
Los escenarios, siquiera los libros. En el aire viaja
El verso, el trino, que al alma ausente despierta.
Hoy escribo esto tan sólo para las calladas fuentes,
Fluya el agua y humedezca los tobillos de las muchachas.
La luz insinúa el cambio de estación, mi voz no calla,
El perfil del árbol se suaviza, pero hay una guerra
En ciernes, y doloroso es saber que la poesía
No siempre es un arma cargada de futuro.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 22 de septiembre de 2012

En verdad eran finales del verano, la costa se abrió
De par en par para recibir al otoño. Tu aliento caló
En mi piel como una desiderata. Hemos abierto las puertas
Al presente, a las horas del día más inmediato. Son irremediablemente
Los finales de septiembre con algo de licor en la boca.
Tus senos anunciaban los ponientes, la calidez intensa del octubre
Malagueño. Pero no crece en mí la tristeza apesar de que la luz
Se agota más temprano. Mi beso arroba y a la vez se detiene
En los besos que me has dado, y en las canciones que me has dado.
Y una vez abiertas las ventanas también, tú te apareces
Como si de una promesa se tratase; será, que el otoño es frío
Sin ti, y ya sufren las madreselvas y los jazmines el rigor
De la piedra que sube hasta lo hondo de sus copas.

Aquí, ambos, presenciamos el devenir del tiempo
Y en los músculos toda la tensión de la soledad
Que nos embriaga porque somos dos, no uno,
                                                               Cuerpo a cuerpo.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 21 de septiembre de 2012
Junto a los vientos, en mi frente
Se resume el día. Lo que a veces llamo
Belleza, tiene que ver con tu semblante.
A lo lejos, ya el sol  ajeno a mis preguntas.
Pero el día ha quedado resumido en mi frente
Y tú, has serenado mis ojos, el caudal de mis ojos,
La sed de mis ojos... Yo estaba allí cuando llegaste,
Una coincidencia sin azares, porque me fijé en ti,
Sería por algo ya que mi deseo tiene nombre.

Entretanto el verano ya rezuma frío, vendrá octubre
Con rotundidad de lluvia, y aquello que llamo belleza
Será nuevamente algo sencillo y a modo de una forma de vivir.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 20 de septiembre de 2012
Recuerdo el participio de presente de las olas,
Los interrogantes de la orilla, la lluvia ya nunca
De memoria, el azul del cielo como un ungüento
Para la piel; cosas como esas recuerdo
Cuando miro hacia atrás, a los años de mi infancia
Marinera, a aquellos años en que había un rapto
De luz casi bello, y el horizonte parecía infinito.
Ahora, con el paso de los años, abro las puertas
Que dan a otra luz menos hermosa pero más cercana
A la realidad, esa otra realidad que nos considera más lúcidos.
Llega hasta mis ojos, hasta mis ojos sin certezas,
La ciencia inexacta de los días, aquel pasado donde jugaba
A ser y estar sin ser inocente, porque no es inocente la infancia,
Porque ahí se juega lo que más adelante seremos. Es curioso
Que en los atardeceres límpidos, vivaces, de aquellos veranos
En que las horas eran una tea encendida en el corazón,
No hubiera un silabario, un alfabeto con que nombrar
El rigor del mañana, la saliba agria de algunos momentos,
La oscura pasión de la muerte sobre las cabezas.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 19 de septiembre de 2012
Quise decir: el cielo tiene envidia de los de abajo,
Y lo dije y lo entendí , porque nosotros,
Los de abajo, somos de carne y de hueso y hemos encendido
el aire no con promesas sino con el calor del cuerpo,
Con el esqueleto caminante, con la sed de un día
Que fue y será de aquí, de los de abajo. No queremos
La sabiduría de los de arriba, ni sus ideas sublimes,
Ni sus ángeles uniformados. A los de abajo nos gustan
Los jergones sucios, la concupiscencia, la carne en el asador.
Allá los de arriba con su moral para huérfanos y su deleite en la Idea
Suprema del Bien. Nosotros, los de abajo, nos conformamos con menos
Y somos, bien sabemos que somos sencillos y felizmente delirantes
Con nuestras promesas simples y nuestras rarezas cotidianas.
Qué alegría ser de los de abajo, siempre con un verso en la boca
O un pan debajo del brazo, la risa sin medir y cierto desparpajo.
Para los de arriba todo es certeza numerada, y ciertos silencios renombrados
Soy de los de abajo,
Y es por eso que amo y que muero así, sin más.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 18 de septiembre de 2012
Una poesía no cercana a lo vital es una poesía enajenada...

Francisco Aranda cadenas

Málaga, a 17 de septiembre de 2012
¿Recuerdas? Fueron tiempos difíciles
Y aún así nos amamos. Los fuegos
Artificiales no hacían ruído, el mar
Estaba en sospechosa calma, las fuentes
No lloraban y el desierto no era desierto,
Ni los bosques eran bosques. ¿Recuerdas?
Los niños delgados no iban al colegio
Ni desayunaban, eran tiempos difíciles,
Eran tiempos para montar en cólera
Y sin embargo nos subíamos a lo autobuses
Con cierto aire distraido, sin pensar en casi nada.
La llama del amor fue creciendo, porque eran tiempos
Difíciles y amarse era una forma de sostener el tipo.
Yo sí recuerdo, y comprendo que la historia tiene sus limitaciones
Al igual que nosotros que nos seguimos amando apesar de los difíciles tiempos.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 17 de septiembre de 2012


Quisiera contaros cuando siendo niño,
Aquellos dichosos años, ya amaba la palabra
Y contemplaba los cuerpos en su noche
Festiva. La letra y la carne en los años infantiles,
Lo que luego yo sería más tarde, lo que soy,
Aun cuando he desafiado a mi destino; días
Del ayer, días del hoy, ¿en qué os parecéis?

Quisiera contaros cuando siendo niño
Una verdad desnuda: aviso para navegantes...
Vocal y consonante, huesos y piel, son la misma cosa.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 17 de septiembre de 2012

Cuando soplan los extraños vientos, los vientos
Que sacuden las arboledas y los viejos campanarios,
Yo bajo hasta las playas septembreantes
Y ruego a las olas que sacudan mi alma.
La luz se acompaña de los cuerpos eternados
Con su arcilla caliente, con sus raicillas de sangre,
Con cien toros de sangre, y sal y silencios y palabras...
Las muchachas que cantan sobre sus toallas, húmedas
De mar y de deseo, recuerdan a Eros y a la vez a Thanatos;
Qué sutil encrucijada entre los vientos y la carne.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 15 de septiembre de 2012
GRECIA ARCAICA

A Safo...

El canto lesbio de Safo, la evocación del amor,
Nunca la rutina del amor... y Eros sacudió mis sentidos
Como el viento que en los montes se abate sobre las encinas.
Qué valioso regalo, cantos púrpura, voz para el recuerdo
Inflamada por el fuego de jacintos, y pastores y deseo y doncellas.
Lúbrica miel cubierta de rocío al aire de sus versos. Oh, Safo,
Embriagadora, tañe la lira una vez más, que alcen el vuelo
Las bandadas de pájaros de tu alma, su trino secular,
Y los vientos depositen su música en el pecho del que ama.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 15 de septiembre de 2012
Ella se acercó hasta la acequia. Fluía el agua
Como un inquieto rastro de sangre. Los parrales
Estaban vivos. Ella metió sus manos en el agua
Y las secó en su vestido. La gran noche de las aves
Visitó los campos, mientras ella quedó dormida
Bajo un cielo sin sombras. A todas luces
Ella soñaba en una ciudad inundada por geranios,
Porque ella me dijo que quería partir y que amaba
El color rojo de los pétalos. Fui a despertarla
Y besó mis labios. Sentí el calor de la mañana
Como si de el mediodía se tratase. La amaba
Porque era sencilla y buena, porque su rostro
Alimentaba la lluvia y sus piernas eran sabias.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 12 de septiembre de 2012


El terral de Málaga abrasa los corazones.
El mar habla, le habla a la ciudad, la seduce
Y se aman. En Málaga los inviernos no existen,
Y los niños van al colegio en pantalón corto.
Picasso pasea por la Plaza de la Merced
Y ve toros columpiados del aire, ve un haz
De luz como una cuadratura, se va, se va...
Yo nací en Málaga, y en Málaga lloré y reí.
Las cosas han cambiado, siempre cambian,
Mientras los gitanos venden biznagas
En el parque botánico. Platero está desnudo,
En bronce desnudo; yo jugué con él siendo
Un chavea, porque en Málaga los niños
Son chaveas y pasean solos por las calles.
Te he amado, te he odiado, ciudad
Para turistas y foráneos... Te he odiado
Con toda mi alma, pero ahora te recuerdo.
Iré a visitarte pronto sobre un caballo de Chagall,
Con un poema en la mano, y unas palabras de amor.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de septiembre de 2012
En Viena hay castillos sobre el aire. La ciudad duerme
A media voz de su vigilia. Irritados, los ángeles, bajan
A la tierra y se humanizan; sexuados, corren a aparearse
Mientras un viento gélido asoma por las esquinas.
En Viena los sueños son blancos con fachadas ilustres,
Pero una tristeza recorre sus calles, una tristeza
A modo de adagio con oboes y arpas, y sudor
Abotonado al tiempo como si fuera una chaqueta
Con surcos milenarios. Los niños de Viena
No pasan frío apesar de los crudos inviernos,
Llevan bufandas en Clave de Sol, un paraguas
De primera mano, zapatos de charol blanco, y una sonrisa
De fuente. Las sirenas de Viena no suenan en la madrugada,
Porque sólo se muere en el día; deliran los cadáveres
Al compás de un vals de silencios. Hay en Viena una muchacha,
Que recorre los mercados y las plazas,  se sube a los tejados.
Desnuda, sin inocencia en su piel, ofrece sus duros senos,
El preciado sexo de sus años. En Viena se sacuden el polvo
Con cepillos nupciales, y las calles despiertan si los gemidos son largos.



Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de septiembre de 2012
Llueve en New York. El Central Park es un lago
casi infinito, sólo hay un horizonte de agua.
Listz se pasea bajo la lluvia de septiembre
Ensimismado en algún pentagrama. New York
Tiene los senos color azafrán rabioso, y su sexo
Es varonil curiosamente. El caos del tráfico
Resuena en los oídos como una música de rock,
Y el vientre de las ballenas está repleto de niños.
Sobre el río Hudson cae sin embargo la nieve,
Los pequeños remolcadores arrastran la niebla
Y el sudor de los obreros. Llueve en New York,
La cadencia de su poema es una nube de azufre misteriosa.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de septiembre de 2012
Como otras oscuras voces venidas desde lejos,
El silencio atraviesa puentes y veredas, se instala
En la sangre. Yo esculpo un texto y extraigo otro texto
Ajeno a esas voces oscuras venidas desde lejos,
Ajeno al silencio venido desde cerca,
Ajeno a los labios que no besan, que no saben amar.
Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 5 de septiembre de 2012
El cuerpo que abandonó las palabras por breves instantes,
Se acercó a otro cuerpo, amado cuerpo oscuro, habitado
Cuerpo de raíces ardidas. Y habló la voz de los cuerpos juntos,
La piel de los cuerpos amándose, cuando si apenas el crepúsculo
Se prendía del cielo como un racimo de brazos y cabellos
Suspendidos sobre el mar. El cuerpo, los cuerpos que abandonaron
Las palabras por breves instantes, por un instante solo a modo
De promesa, están bogando noche adentro hacia su llama única,
Deslizándose entre sábanas que ayer fueran tan sólo quién sabe.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 6 de septiembre de 2012
Si no existe una poética insertada en la propia vida, las demás poéticas no son sino la lluvia sobre papel mojado....

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 2 de septiembre de 2012
En mi balconera con geranios a veces se posan las palomas.
Hay una oscilación de alas que me recuerda al mar,
Es como una antología gráfica y poética del oleaje.
Con el primer latido del ocaso se cierra el telón del día,
La noche va conjurando sombras, las huellas de los gatos.
Cuánto sé de ti yo amo por sentirme aún más vivo,
Y los racimos de uva de la parra son el gozo antiguo
Que renace en la sazón de tus cabellos rubios.
Ahora quiero reflexionar un momento acerca
De los paralelos y los meridianos por ver dónde
Se encuentra la raíz festiva de tu nombre. Me bastan
Dos palabras, tú sabes cuales son, no importa cuanto.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 27 de agosto de 2012
Las bicicletas no siempre son para el verano, ni son todos los recuerdos para la memoria,
Ni siempre el frío pertenece a los inviernos, ni tu cuerpo es mío en primavera.
Hago un discurso acerca de la muerte y mis palabras ya están muertas de antemano.
Hago un discurso acerca de la vida y no soy sino para perderme.
Después de ti hay tantas cosas, pero sin ti es más difícil subirse a los tranvías de Lisboa.
Cuando La Pastoral suena te recuerdo con abrigo y con bufanda, ¡qué curioso!
Tu cuerpo desnudo abre paso a la cadencia, a un ceremonial no libresco ni teatral.
He sudado tinta para verte, y es que sin embargo hace tiempo no te veo, y te miro con palabras a modo de poema.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 27 de agosto de 2012
Se me abrieron los ojos como dos fuentes,
Y descubrí mi sed prendida del ramaje
Del más frondoso árbol. No había nadie
En nombre de la dicha, ni nadie que me hablara
Sin babelizar el mundo. Acudí entonces al papel,
Recordé tu cuerpo entretenido en los alféizares,
Hallé la tinta azul cobalto que buscaba,
Y en la fronda urbana me puse a escribirte
Pronombre tras pronombre. Quizá, mis ojos
Abiertos como dos fuentes, tuvieran el valor
De verbalizar lo que mi estilográfica y mi boca
No supieron tejer en el telar del lenguaje.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 26 de agosto de 2012
La demasiada pasión es la muerte; sé lo que digo.
No andar por la cuerda floja sino por un hilo cuesta una caída.
¿Has visto el mar embravecido? Las olas se disipan prontamente.
No existe mayor dolor que el dolor de la ausencia; sé lo que digo.
Hay la locura, la extenuación, las oscilaciones, hay la ebriedad
De ser y no ser al mismo tiempo. Lejanas o próximas están
Las despedidas. Yo me quiero quedar en ti, en la mar que parió
Los nombres, en el joven suicidio de las olas, pero jamás te quitaré
Ni una sola hora que a ti te pertenezca, jamás un día de tu vida.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de agosto de 2012
En los manicomios siempre hizo frío. Nosotros,
Los de afuera, no podemos comprenderlo.
Manicomio de afuera, mentira de los ojos abiertos,
Sana, sanita, culito de rana en la TV, y en las superficies,
Las grandes superficies comerciales, se curan los males
De nuestro tiempo. En los manicomios siempre hizo frío,
Y hubo un exilio interior. Nosotros, los de afuera, no hacemos
Sino asesinarlo todo; puede que falten las palabras de amor,
Y sobren otras palabras, digamos un mierdero de palabras
Que asaltan el júbilo. Manicomios de adentro y de afuera,
A errorazos donde no se aprende ni a vivir ni a morir.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 24 de agosto de 2012
Las aceras recorren los párpados del día,
las funestas ubres de las vacas que dan leche
Agria, el dolor por ser dolor, y su cuenca de ojos
Vaciados. ¿Para qué? ¿Por qué el sudor del llanto?
Todo tiene un sentido, quizá demasiado áspero
Para digerirlo con el estómago de un mono.
Los hombres encabezan las listas de la miseria,
Porque la miseria nos hace aún más miserables.
Cuánto amor crucificado en los latidos del corazón,
Cuánto hueso quebrado, huesos pares, a propósito
Porque faltó la palabra a tiempo o de repente.
Párpados del día que se muerden las pestañas,
Cómo sincronizar relojes a favor de la vida,
Y de vuelta a la musculatura ágil del poema.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 24 de agosto de 2012
Me halló la voz la vida, mi retablo de esperanza,
Mi quehacer cotidiano, la poesía y su mañana.
Musgo del pozo, urdimbre de las aguas, cielo destejido
De la nieve fría, celosías del sueño, abrigad mi atlas.
Quiero encontarte más allá de las ventanas, donde la tarde
Se juega su ser y no ser entre la luz y las trampas.
Corazón abierto, cerrado corazón, abre tu zanja
Para enterrar tus muertos y sus mudanzas. Colibríes
De sangre en tu frente esperan a que avances
Entre la soledad perdida y la soledad hallada.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de agosto de 2012
Ave que fue en los delirios del tiempo, llegaste
-Madrugada afín- hasta la geometría del silencio.
Y un murmullo de fuentes cuidó el recuerdo tuyo,
La ciudad en que habitaste cuidó el recuerdo tuyo.
Cómo decir en sólo un verso, que has regresado
Para desnudar los libros del encuentro, las canciones,
Las palabras que fueron nuestras, dichas siempre,
Y que nos trajeron la dicha de ser y de estar
                                                                Cuerpo con cuerpo.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de agosto de 2012
Como un móvil de Calder, de tus cabellos estaban suspendidas las palabras;
Festín para los pájaros en la tarde cercana ya a septiembre. Tu cuerpo
Como un árbol ofrecía sus frutos parecidos a una subversión del lenguaje
Y sus ramajes eran la perfecta ocasión para beber jugo de sílabas
                                                                                      Con las que desarrollar un poema.
Has reinventado todos los bordes del día, las cajas de texto de los folios primero y último.
Has confluido en el delta de los abecedarios que incendian el día como queriendo
Dilucidarse en la alta mar de los sueños, que quiebran el espacio para otro espacio nuevo.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de agosto de 2012
De soles en la madrugada lenta se vistió la luna,
He aquí que no entendí nada, mientras escuchaba
A Paco Ibáñez interpretando Como tú
De León Felipe. Te habías ido, y no dije ni esta boca es mía,
Pero me dolió tu ausencia... Como tú, piedra pequeña, como tú.
Me desperté a las 7 de la mañana, la cama sin ti, las ventanas
Abiertas, el cuerpo aferrado a la almohda. Los desiertos
Son sólo hermosos en invierno, bien sabía esto
Cuando escuché cerrarse la puerta de la casa.
Preparé mi café, hice nuevamente el idiota al encenderme un cigarrillo.
La madrugada lenta vistió de soles a la luna. Yo cerré mis ojos
Una vez que nos amamos, luego escuché cerrarse la puerta de la casa,
La espiral de escaleras con golpe de tacón, calle abajo seguramente.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 21 de agosto de 2012
Ha sido siempre éste un obsceno desarraigo,
Una mala partida de ajedrez, un paisaje desolado.
Cómo fue. Yo nací entre dos ciudades; mi madre
Me parió dos veces, aunque yo no lo quise
Porque una sola vez basta. En una ciudad nieve,
En otra ciudad desierto, y en medio de ambas
Una herida primera, ya sabemos todos cuál es
Nuestra primer herida. A lo largo de los años
Fui creciendo entre ciertas mentiras y como en un babelizado
Lenguaje, a veces áspero. Obsceno desarraigo
Junto a los peces y a las barcazas de mi memoria
Infantil. Qué tierra pueden pisar mis pies, qué zapatos
Se ajustarían a su forma. Aquí estoy, cercano a los 46 años
De edad, algunas canas, y sin saber de la tierra prometida
Para aquellos que tuvieron un obsceno desarraigo.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 22 de agosto de 2012
Hasta el otoño, me dijiste,
Cuando los árboles se desnudan,
Y mi cuerpo es cálido e intenso.

Hasta el otoño, me dijiste,
Cuando las lluvias y las lunas,
Y te recordaré del alba hasta el crepúsculo.

Hasta el otoño, me dijiste,
Cuando se arracimen los sentimientos
Y sepa decirte que te amo.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 21 de agosto de 2012

Quién de los dos se acercó al mar de la entrega,
¿Fuímos ambos? ¿Uno sólo de nosotros?
La mar encrespada no supo contestar, nosotros
Tampoco. Entonces fue que te dije, amor, te echo
En falta, ¿a dónde partiste? Siempre quisiste
Viajar a Itaca, y hacer intenso el trayecto
Como en el poema de Kavafis; siempre kavafis
En tu corazón. ¿Y qué es para ti Itaca? Más que un sueño,
Lo he comprendido perfectamente.

Y aunque al comienzo fue la furia de los vientos,
Has partido felizmente porque la noche era propicia,
Y tu antiguo deseo de vivir es como una atenta mirada
De joven música hacia el porvenir.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 20 de agosto de 2012
Qué quedó al final de la noche salvo una oscura geometría
De dos cuerpos que se amaron, de dos cuerpos entregados
Al placer, en una habitación humilde con una reproducción
Picassiana de una paloma blanca sobre fondo negro...

La noche que acabó busca nuevas nombradías,
Y mi cuerpo urge nuevamente de tu cuerpo,
                                                                      Del verbo tuyo.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 20 de agosto de 2012
La noche abre sus carnes a la luna, al tiempo sostenido
Como hojas de papel en blanco donde el verso gime.
                 Tembladeral de tu cuerpo,
Las sábanas húmedas de segregaciones luminosas,
Que inundan la habitación con rítmicos espasmos.
Llueve, es noche de agosto y llueve, lluévense los segundos,
Lluévense los minutos y las horas; el reloj se balancea,
                Se convierte en pájaro.
                Tembladeral de tu cuerpo,
Rosácea vulva cristalina, senos de azafrán cálido.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 19 de agosto de 2012

Y al tercer día salí como un loco a buscarte.

D. Antonio Chacón (malagueñas).


Soledad de ti tan subjuntiva, mis nervios se confunden con mi carne.
Los toros de la ausencia corren por los pasillos de mi frente
Hasta alzar el vuelo, el calor se angosta en mi pecho, mi cuerpo
Es un espacio sin sangre. Del color de la rabia y del naranja
Me paseo por las calles musitando en vol alta algo de ti como un recuerdo.
De no verte me duelen las encías y el cielo de la boca, mi sexo me duele, me duelen los labios.
Ausencia de ti tan imperativa me lleva a buscarte enfebrecido. Y al tercer día de no verte
Como gaviotas huidizas se me escapaban las palabras hacia la mar de las barcazas sin rada.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 18 de agosto de 2012

Me he muerto. Soy un cadáver
Que no asistirá a su entierro.
Aquí me quedo, muerto y todo,
Junto a este árbol centenario.
La luz del sol no me molesta,
Ni la algarabía de niños en el parque,
Mientras yo, muerto y todo, saludo
A las palomas y a los hombres.
Me he muerto. Soy un cadáver
Que no hablará ya más.
Aquí me quedo, muerto y todo,
A esperar mi disolución en la tierra.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 18 de agosto de 2012
a Salvador (Alvaeno), con aprecio.

Hay historias tan tristes en la Historia, como si 'dios'
Hubiese estado babeando en esos momentos y los ángeles,
Los insulsos ángeles, lo hubieran acuchillado de repente.
Y además ocurre, en los corrientes de 2012, una oscuro odio
Y una franela de la usura, historias acerca de el hombre es
Un lobo para el hombre hasta en su sepultura. Y luego,
Esas llamaradas de los bárbaros de siempre haciendo la guerra
En nombre del capital, del santísimo capital y sus alegorías de muerte,
Y sus bombas verdaderas, y su metralla verdadera, y su nula poesía infame.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en agosto de 2012
LAS PALABRAS DE LOS MUERTOS

Dime, ¿fuíste desenterrando todos tus muertos,
Y los sentaste uno a uno en tu salón? Yo lo hice,
Y conversé con ellos, y me nombraron Francisco.
Cuántas cosas tenían por decir y las dijeron,
Parecían una mar desatada, la flor de los inviernos,
La luz de los estíos, primaveras revestidas de azules. Ésta es la noche
De las alucinaciones: aquí están mis muertos, dime, dónde
Están los tuyos... Qué conversen, qué traigan a la raíz de la memoria
Los borrones, los huecos, las sinrazones de la Historia.
Hoguera inextinguible, razón de ser de los ya idos para siempre,
Cómo rescatar vuestra memoria que a mi discurso pertenece,
Y al tuyo, y al de él y al de vosotros, al de ellos también.


Nos queda la palabra de los muertos, el gesto vivo que conocimos,
La marea con racimos de uvas que ellos degustaron.
Nos queda la palabra de los muertos para trascenderla siempre.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de agosto de 2012
a Nerea...

Recuerdo un verso en tu saliva, cálido
Como una mañana de septiembre.
Has doblegado mi carne con tus manos,
Punzado mis huesos, trenzado mi alma.
Se estremecen los días con tu estancia
Y la muerte de lo eterno nos recuerda,
Que a qué perder un solo minuto de presencia.
No me salvas, nada me salva, yo me salvo,
Y has ilustrado mi piel con un bello dibujo,
Como si fuera la sed ardiente que todo lo alumbra.
Hagamos del pan de cada día la paz de cada día,
El amor de la diosa Atenea que se amanece vincitrice.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 8 de agosto de 2012

a Nerea.

Me muerdo la intención de huir hacia adelante,
Algo que quizá en otro momento me hubiera
Hecho acercarme hasta la misma fiebre en la noche.
Me quedaré donde me corresponde por el momento
Y te diré: sé bienvenida. Rostros que nunca vi
Me hablan cuando mis ojos entreabiertos captan sólo
Un resquicio de luz posiblemente imaginaria. Tú
No habitas ahí, incluso más allá de una fotografía
-Siempre sepias con el tiempo- que no deseo guardar
En mi cartera, es donde estás presente no como espejismo,
Sino como sal marina que cubre mi cuerpo en estos días de agosto.
Podría decirte que te amo, pero te sonaría extraño. No sé por qué
Se me ha ocurrido ahora esto mientras escribo. Pero te diré
Algo parecido a un abecedario del deseo, un sencillo 'te quiero',
Tal vez una trama para una historia del corazón.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 7 de agosto de 2012
Cielo y tierra contenidos en tu puño, mujer, no time, no space...Ante la confusa puerta de los años, tu palabra muerde el almanaque.
Una vez abierto el telón, comenzada la trama, no hay regreso posible,
Pero una vez caído tampoco habrá regreso posible. Somos los sin retorno
A todas luces, mas quién vencerá, ¿Eros o Thanatos? Apesar de la muerte
La vida continúa con sus eslabones forjados a base de los tiempos del verbo
Amar y morir. Mujer, cielo y tierra contenidos en tu pecho, no time, no space...

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 5 de agosto de 2012
Y quién me iba a decir que el viento arrasaría la costa este,
Que el oleaje vencería sobre el recuerdo de mi infancia
En playas de Almería, y quién me iba a decir que escribiría
Versos y mañanas, y extrañas madrugadas con tu nombre,
En el lapicero que caligrafía en el papel incierto de la entraña.
Quién me iba a decir que me aferraría sin embargo a la memoria,
Que procuraría revivir los más nítidos recuerdos, que prolongaría
La estancia en mi palabra más remota, para saber de lo que llamaron
Mi destino, al cual renuncio desde hace ya tiempo, y busco
En lo más íntimo el verbo que me hiere y acaricia la piel, el verbo
Sustantivo que me prolonga hacia más vida si cabe.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, 29 de julio de 2012
Era como andar entre las multitudes, y sin embargo silencio;
La noche se alargaba temeraria por los orificios nasales
De las estrellas, y la luna, mordida por el sol, caía de plano
En una mar casi adolescente y huérfana. Como andar
Entre las multitudes con el silencio a cuestas, la ciudad
Nos repudiaba por fracasados. Pero nosotros andábamos
Despacio con cierto saber de las incertidumbres, y a buen seguro
No moriríamos con queja. El fracaso es la antesala de cierto triunfo
Tal vez, y caminábamos, y seguíamos caminando con la mirada firme
Desentendiéndonos del azar y las casualidades, ya que no existen.

Y andando entre la multitud cargados de silencio, abrimos una puerta
Donde recomenzar la vida, y abrimos los ojos por donde la luz penetra.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 27 de julio de 2012
En la viva raíz del viento hallo, así tan de repente, una girándula
A modo de oleaje de la que sale un caballo al galope. Creo
Que es un breve sueño infantil, una imagen destinada a esclarecerse.
Veredas que recorre el caballo de papel maché, a modo de marioneta,
Quién lo maneja sino las manos de un niño. En la viva raíz del viento
Hay nómadas y carromatos hacia el norte, un velero con el velamen
Desplegado, navegando con incierto rumbo. Si llegas a contemplar
Todo esto, sabe que es un sueño, un sueño infantil hecho presente
En mi memoria, y que ahora digo en estos versos.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en julio de 2012
Es como una manía, una obsesión, el ir a buscarte
A esta playa redonda como un mundo, y pedirte
Siquiera unas palabras. Tengo para ti un poema
Siempre, que tú lees con ademán distraído.
Con ademán distraído, pensando en quién sabe
Qué cosas, mirando al horizonte, mientras
Yo mendigo tus palabras; es inútil, es como
Sostener un castillo de arena en la orilla. Tú,
Estás en otro lugar cuando te veo, cuando me marcho
De repente. Las manos tuyas de ayer se han olvidado
De mi piel, y tus ojos no saben ya de mí. Pero te busco,
Y sólo encuentro un fantasma ausente y me pregunto,
Qué hay en tu semblante que me parece tan extraño.
Ligeramente te abraza la brisa y entonces dices
Un verso que aprendiste de niña acerca del mar
Y sus misterios, del verano que se expresa lento
Como una tortuga de fuego, del primer libro que leíste
Y era madrugada, y estabas desnuda sobre una toalla
En la arena, el mar besando tus pies, los peces voladores
Caligrafiando el aire... Vengo a buscarte nuevamente
A ésta tu playa, y estás como dormida, como en un lejano
Sueño. Ocurre hoy que me pides no regrese más, mientras
Contemplo por última vez tu rostro y la belleza de tu cuerpo.
Tan sólo unas últimas palabras salen de mi boca,
Como si acabara de encontrarte:
Ti vedo stanca, hai le borse sotto gli occhi, come ti trovi?


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en julio de 2012
"Me abandono a las sorpresas que me brinda la poesía al escribir".

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, julio de 2012
Había un acantilado formado por palabras que daba al mar.
Yo subía y bajaba por él  cogiendo letras en el camino;
Llevaba una pequeña bolsa donde las iba depositando.
A veces llovía y hacía verdaderamente viento del norte,
Me aferraba entonces a los verbos y a los sustantivos
Para no caer al vacío, aunque en alguna ocasión me hubiera
Abandonado al mar, porque sus aguas, azul añil, tenían
La transparencia de un buen sueño. Cuando llené mi bolsa
Con todas las letras necesarias para componer un poema,
Ya en la cima del acantilado, me adentré en el camino
De un bosque y en la madera de un árbol imprimí mi poema,
Un alumbramiento iluminó los ramajes, y supe que la vida
Era sencilla, que la poesía era a todas luces necesaria.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 19 de julio de 2012

GOYESCA

Fue la nieve la de un día la de tiempo atrás aquel silencio
Sordo que fue sobre las ciudades el metal de ángulos rectos
El tumulto que llevaba su corazón sobre su mano secos los ojos
Ya sin posibilidad de ver las palabras jironeadas sin verbo y luego
Las sirenas de ambulancia las manifestaciones el ¡qué se jodan!
Del Congreso de los diputados la nuez de las gargantas pisoteadas
Los mineros por las calles junto al pueblo de Madrid pero fue la nieve
De un día a cal y canto la que comenzó a caer sobre la península Ibérica
Con color de carmín de puta corrido y falso rimel lloraban los niños lloran
Las niñas que leen a medio dormir en los comedores escolares esto es una mierda
Le dijo llorando pero tú sabías sonreir y él y ella y terminaron por usar
El papel de periódico para liar los bocadillos de la merienda porque a pesar
De todo es estío y saben sonreir y reírse a carcajadas y desperezarse sobre la hierba
De un día la de un día que fue como la nieve esa nieve fría de más que cae
                                                                                                   Sobre la península Ibérica.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, junio de 2012
Nada puede absolverme, ni sacerdotes ni dioses, ni demonios siquiera,
Quizá mi propia humanidad me absuelva; sólo eso, sí, mi humanidad.
Y los ángeles, que salten a la comba entre las nubes, que yo caeré
Al barro una y otra vez porque la arcilla sabe lo que no saben los cielos,
Y las palabras se inscriben en el cuerpo con más luz después de levantarme.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en julio de 2012
Queda prendido mi recuerdo de una raicilla tibia,
Donde tan sólo una letra es un manadero de palabras.
Agua de la fuente amarga en que mojé mis pies,
El cielo suspendido del cielo, suspendido del aire
Y en el aire fuego estival sin sombras posibles.
Luz y más luz, luz sobre luz, ponientes y levantes
En las playas insomnes de junio.
Marcho hacia un lugar cercano a a la amplitud
De tu frente, cercano a la sabiduría de tus labios,
Ajeno al despertar de la sangre coagulada, afilada
Y con tres dientes impares junto al viento seco.

Queda prendido mi recuerdo de una raicilla tibia...

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 29 de junio de 2012
Acepto mi cordura, pero también mi locura,
Como quien acepta de igual forma la salud de la enfermedad.
No creo en el reposo, sin embargo reposo en la noche.
A veces me levanto asesinando mi sombra y viviendo mi alma.
Amo a la mujer que me da algo de su cuerpo y de su corazón,
Y entregarme yo igualmente con el mismo misterio simple.

¡Qué delirio no palpitar alguna vez en el delirio!

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en junio de 2012

La chica del puente ha venido hasta a mí
Y me ha robado un beso. En sus ojos
Hay una luna helada y sus manos
Asen su propio corazón que en el pecho
Arde. Me acordaré de ti cuando marche
A mi habitación, porque sé no vendrás:
La esperan las aguas del río.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en junio de 2012

Después de todo la vida no es tan innoble.
Los barcos parten del sur hacia tierras lejanas.
Tú, te reconoces en las arenas de manera sencilla,
Mientras las fuentes callan y mi nombre
Se sucede en los ramajes de los fugaces árboles.
La tierra gira como siempre, alrededor de siempre,
Y los días y las noches se devoran hasta sangrar la luz.
Vamos a descansar juntos esta tarde de sal y marejada,
Vámanos despacio hacia otro norte; he aquí el camino,
El camino que nos lleva hacia la rada que habitan
Los insomnes, su utopía de ser junto a su nada.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en junio de 2012
Quiero nombrarte en esta madrugada insomne,
Pero en el libro de las horas no se halla tu nombre.
Lento reloj que va marcando tu ausencia, apresúrate
Y que sea el alba quien a mí me nombre.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en junio de 2012
Lisboa queda lejos para mí, ¡con lo pequeño que es el mundo!
No sé, pareciera que en el fondo no deseara ir por cierto temor
A la saudade, o por cierto amor a esa palabra que en el fondo
Me asusta. Si voy a Lisboa, será en un tren de palabras
                                                                      A cielo abierto.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en junio de 2012
Después de sí, de no, de nada, de siempre,
La voz aérea y desbordada en los salones.
Alea iacta est sobre los astros insomnes
Y el verbo amar. Corazón de cientos
En la madrugada, dime, hacia dónde caminas.
Las grandes prostitutas de la Historia los poetas,
Cuya sombra no mancillan los otoños heridos.
De sol a sol los campesinos, los poetas de guardia
_Véase Gloria Fuertes-, y la noche, la noche de súbito
Como una ira, una blasfemia... Cuéntame un cuento
No para dormir, sino para encontrar un sentido
Al borde de los amplios precipicios y las radas:
Sueño con navegar los mares en cascarón de nuez.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en junio de 2012
Y fue que la nueva semana
Se incorporó a la vida o viceversa.
Parece que mirar con otros ojos
La realidad es misión del poeta.
Nueva semana, vida, poética:
Tú, descansando bajo un sauce
Que ha dejado de llorar.
Yo muerdo una manzana,
Apesar de la advertencia
De peligro. Es hermoso
Desobedecer y hacerse libre
Cuando la ley
Es insufrible.
Hay que desplegar
El velamen,
Levar anclas,
Y al pairo el timón
De las medias verdades;
Bajar del crucifijo
Al Cristo y dejarlo
Andar las aguas;
Abrir alegremente
La puerta
Que da a lo abisal,
Sin abismos ni condenas.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, junio de 2012
La noche es un esqueje en tu piel cuando la sal te nombra.
Dormitan los caballos en los costados del río.
Tu eres Una luna girándula alrededor de un racimo de uvas rojas.
 Es mi carne un hervidero de hormigas que pasean por tu casa,
Portando nieve deshelada, y amamantan los cuchillos a la niebla
Con su sudor de sangre. Abrázame con un temblor de siembra
Cuando ya, amaneciendo, van los aires enhebrando
Todos los versos que en tu pecho germinan.

Francisco Aranda Cadenas
Málaga, en junio de 2012
Huele a azahar./ La piel es la medida de todas las cosas,/ La aurora es una sencilla advertencia/ Del deseo de la carne... Huele a azahar,/ A brazos extendidos, a labios amantes,/ A cuerpos en el lecho del amor./ Huele a azahar, y existe noche suficiente/ Para escanciar todo el vino en las copas./ Francisco Aranda Cadenas/ Málaga, en marzo de 2012/