El Poeta
No tengo siquiera una estrategia, una táctica conque
Devolverme esta noche a la palabra. Será el sueño
Quien al menos me entregue un silabario con imágenes.
De tanto ruiseñor la madrugada se ha quedado en silencio:
Demasiada música para ser soportada por los oídos.
En el pequeño jardín hay plantas aromáticas y mis manos
Las han acariciado cada tarde. Os he visto jugar con el agua,
Danzantes, mientras trataba de cerrar mis ojos y columpiarme
En la táctica y la estrategia de ser parte de un vocabulario.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de diciembre de 2012
Dedos del aire, ojos del aire, bastión del aire,
Aquí está la sed de mi corazón como una perla
Aún oculta en el fondo de la sangre. Duende
Del sueño, clarividencia del clavel, luna de luz
Cernida, ya sentís mi latido como una presencia
Que, transparente, clausura las sombras.
Aire, aire, aire de sauces mecidos sin llanto
Junto a los ventanales abiertos del río,
Donde puede verse el baile nupcial de los peces
Mientras, desnuda, una muchacha baila
Conjugando verbos en la noche que dice:
Nadie podrá saber qué encierran mis vestidos,
Ni los encajes que poseo, ni la muerte
                                              Que de la cintura me toma.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 24 de octubre de 2012
Porque estuve hastiado es que eché a andar;
Los vientos develaron ciertas bondades prójimas;
La noche se luneó elegantemente, y el sol, el sol
De todas las mañanas se apareó con la tierra
Engendrando vástagos amantes. Porque estuve hastiado
Es que eché a andar por caminos inhóspitos a veces,
Pero mereció la pena porque andaba caminando,
Una y otra vez hacia preciados lugares, donde aquello
Inverosímil se tornaba presencia, y lo humano
Parecía advenir como una canción entonada en la niñez.

Porque estuve hastiado es que eché a andar.
La rosa de los vientos es un hervidero de vida.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 20 de diciembre de 2012
A veces todas las ciudades no son más que una misma:
Sus noches cuadriculadas,
Sus días redondos,
Sus nacimientos y sus muertes,
Los lirios que devoran la carne.

Francisco Aranda Cadenas

Aeropuerto de Cd. Obregón (México)
Febrero de 2009
IMÁGENES DE DICIEMBRE

I
En las paredes blancas sin reloj
Escribo un poema acerca
De la arquitectura de ¿quién soy?

II
¿Hay mundo todavía,
O esto es la representación

De una mar,
De una tierra,
De un cielo
De metáforas?
 
Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de diciembre de 2012
VERSOS SUELTOS AL CAER LA TARDE

I
Y llamo a la sutil desnudez de la palabra
En los entreverados bosques, por sus pasillos
De hojas huidizas y miel en las copas.

II
¡Brindad conmigo con copas de vino,
La vida es un ukelele amanecido en el desierto!


III
¡Al pan pan y al sueño lo que engendre!

IV
El feo,
Aburrido dios aristotélico
Cuelga en el alféizar,
Y sólo tan triste el sexo de sus ángeles.

V
¡Ay, vísperas de septiembre
Serpeando en la frescura de tus manos!

VI
Estoy hilvanando una bufanda para el corazón.

VII
A veces mi pecado sabe como la miel amarga.

VIII
Tu llanto es agualuz y no lo sabes.

IX
El fado es un hondo silencio y húmedo.

X
En el malecón las faldas toman vuelo con el aire.

XI
Giró, girándula inquieta del mundo.

XII
La luna está atravesada por flechas cuando el invierno inaugura sus moradas.

XIII
Yo no lloraré esta tarde, sí mi estilográfica.
.

XIV
Elegir un día para mi muerte es un ritual profano.

Francisco Aranda cadenas

Málaga, a 9 de diciembre de 2012

HAIKU IRREVERENTE A LAS FORMAS



Jean-Claude Sempe;
Jean-Luc Donnet;
Jean say;
Gilbert Lascault;
Catherine Backes:

EL PSICOANÁLISIS.

Francisco Aranda Cadenas


Cd. Obregón, 2008
RETRATO EN SEPIA O RETRATO DE LA CRISIS

(Calle Granada en Málaga)

Al este de la naturaleza muerta de la calle,
El amargo anciano bebía vino rancio
Sobre unos cartones. Su cabeza desnuda
Era su sacrificio para los dioses trunfadores;
Él, que era un perfecto perdedor
Una ocasión, otra ocasión, en cientos de ocasiones.

Frente a la tienda de ultramarinos caían
Después sus ojos sobre la vidriera
Como caen dos losas de papel mecidas por el viento,
Como una mujer que se maquilla en espera de su amante.
Era la figura terrible y tierna de la podredumbre vecina
Y de tantas tristezas conjuradas,
Y de miles de demonios ajenos, y de su propio demonio.
Su perro contemplaba, parsimonioso testigo, con lógica canina
Mientras algunas monedas de falsa caridad rompían en el sombrero.
Pasaban ejecutivos frívolos, distantes,
Los niños con sus piruletas corriendo,
El viejo profesor, la dulce muchachita, el obrero,
Pasaban la buena voluntad y la codicia, las supuestas buenas intenciones,
Pasaban los sueños, los delirios, los fantasmas,
Pasaban la noche y el día, testigos mudos siempre
Ante el bronco gesto herido del anciano. Desahuciado de su casa,
Ocioso a pesar de sí mismo
Guardaba en el bolsillo una caracola, lo recuerdo,
Y se ponía a escuchar el mar y las noticias.
Curioso hombre a fin de cuentas, le pregunté por su suerte;
Con honesta festividad me sonrió y me dijo:
-Yo vivo del desenfado de la muerte a ciertas horas del día.
Me marché no sin cierto aturdimiento a la Plaza de la Merced
Y aquel retrato de ayer y de mañana
No tuvo eco en los telediarios,
Ni en la sección económica de los periódicos,
Ni en las estadísticas sociológicas,
Ni en los valores del mercado
Salvo en los ojos del can que lloraba al anciano.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de diciembre de 2012
Qué me queda,
Me pregunto,
De todo mi pasado
Y des-memoria.

A flor de piel, en la ciudad,
Me asalta mi humanidad
Sin ser imagen de dios alguno.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, 15 del 12 de 2012
Mírame, lee mis labios, mi voz
Nace de las vísceras de un árbol.

De nuevo esto no es
Un color peak weekend,
Ni la canción número nueve
De tu cd preferido.

Los delfines nuevamente
Surcan la mar de costa a costa

Y recuerdo que en tu coche rojo
Anidó una golondrina.

Estoy preparando una sonrisa para ti.
Créeme que puedo sonreírte
En un color peak weekend
Con belleza azufre de mi boca.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
Contento veo
Tus bel occhi grandi
Que se prenden como teas.

Quisiéramos tomar La Bastilla,
Que la libertad guiara al pueblo
-¿Qué es la libertad?-,
Pero sólo tus bel occhi grandi
Tienen algo de utopía.

Entre los mármoles y los dinteles
Que lloran existen frágiles palabras,
Pero parece más pronta
La muerte de las piedras.

Más de una vez te has dormido
Con un poema o se alivió tu corazón
Con una palabra viva y de repente.
Perecerá la piedra, pereceremos ambos
Y tal vez queden las palabras.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
Ha sentado plaza en mis ser,
Se ha derramado a borbotones
Por mi sangre circundante.

La Poesía me bebe ávida
Y grosera en este día
De mi disolución entre su carne.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
La lengua del mar desata
Su ira en las arenas,
Como mi corazón asalta
Las terrazas del aire
Cuando la soledad es
Una ave desdichada
Que yace bajo la oblicua longitud
De las palmeras.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
QUEVEDIANA O ESPAÑA HABLANDO

Soy viento de la edad desdibujada,
Soy mudanza de los campos,
Soy fugaz edad tardía,
Y apenas amapola enrojecida,
Tan sólo azucena y desengaño,
Y sueño del girasol al mediodía,
O fruta desgajada en las acequias,
O del otoño sola hoja entreverada,

O la nieve en el valle deshelada.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2012
Artaud escribió 'Carta a los poderes';
Tolstoi se vistió de campesino ruso;
Ezra Pound se enfrentó a la paternidad de Whitman;
Yo no hago otra cosa que escribir y basta.

Málaga, a 14 de diciembre de 2012
Cuando te vistes de blanco
Eres demasiado evidente, aun así
No puedo verte en el día.
Elogio entonces la sombra
Y me dirijo a la estancia
Más apartada para soñarte
En un juego de claroscuros.
Ojalá fueras una loca
Del 'nomeolvides'.
No puedo apartar los ojos de ti.

Sólo tú, muchos gestos,
Sólo baila, tú también descansarás.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 14 de diciembre de 2012

En este rincón los niños hablan francés
Y sin embargo no llevan ropa de domingo.
Y los pies, y los huesos de ese anciano,
Y las guirnaldas resbalando por su cuello.
Él piensa en un amor perdido mientras los artesanos
Trabajan afanosamente la arcilla.
Los niños que hablan francés sacan
Sus primaveras de los bolsillos, y el anciano
Evoca su pasado feliz e irreverente.
It is a moment after I have a dream.

Un momento tan sólo he vivido en ese rincón,
No de niño, no de anciano, no de poeta,
Preguntándome quién me verá y saldrá conmigo luego.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 14 de diciembre de 2012
I
Diez olas nada más bastan
Para saberse finito
Cuando golpean en el pecho.

II
¡Venid, vecinos, dancemos, alcemos la copa terrible!
Es más cercana la verdad del verso

En los vuelos de la celebración.
¡Venid, vecinos, al momento de la gran renucia!

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 14 de diciembre de 2012
YAQUIS DE OBREGÓN (México)

Huele a tierra mojada este pan de hoy.
Fue amasado por puños de manos campesinas:
Pan del girasol, pan de la lluvia.
Huele a tierra mojada, a barro del primer
Día del mundo, como cuando el primer alba
De la luz primera.

Yaquis de Obregón. Cantores de sueños

pastorean su ganado. Ebrios de luz
En las manos del destino.
 
¡Dioses, qué bailarines!
¡Dioses, qué reidores!
¡Dioses, qué cantantes!

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en Cd. Obregón a 2008
Mulheres correndo, correndo pela noite.

Herberto Helder

Mujeres corriendo por la noche,
Corriendo desnudas, enredaderas añil
Hacia las orillas de las playas.

Por las dunas mujeres corriendo.
No de nadie huyen, sólo

Corren por la noche
Que siembra la tierra.

Ay, mujeres corriendo por la noche
De estrellas marinas y furtivos besos.
Ellas corren, sus senos en pie
De paz y de guerra.

Mujeres corriendo por la noche,
Mujeres llovidas en la noche,
Mujeres amadas en la noche.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, 2008- Cd. Obregón (México)
POSTMODERNIDAD

Éste es el último suicidio de la noche, una palabra
Que cae de un noveno piso sobre el asfalto.
Quien perdió la palabra está asomado al balcón
Y no ve otra cosa que sangre y una letra junto
Al sumidero. No era al parecer una palabra común;
No dejó sombra de duda de su deseo de muerte.
Quien la pronunció se acercó hasta la barandilla
Y casi se le cae el cuerpo, pero cayó la palabra.
Ahora este hombre está partido en dos, y sigue
Sin comprender por qué este último suicidio de la noche
Ha sido esa palabra suya tan amada por él.

Quizá ella no lo amara: él la pronunciaba siempre a contraluz.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 4 de diciembre de 2012