El Poeta
A Nely Sforza.../ Y este secreto silencio de siembra que nos cobija,/ Y estas palabras que deshacen los nudos de dolor/ Antiguo, la sonrisa que puebla el pecho de pájaros,/ Los aromas de este diciembre como primavera/ Que despoja de prejuicios las manos... Y este/ Amor que desmiente la sombra del espacio./ Francisco Aranda Cadenas/ Málaga, en diciembre de 2011
A Nely Sforza.../ 'Amor de mis entrañas, viva muerte/, En vano espero tu palabra escrita'/ Lorca/ Yo siempre espero tu palabra escrita -Lorca/ La esperaba en vano-, la espero en forma/ De mujer, de sándalo, a veces de espina,/ Porque tu verbo es sencillo y veraz/ Como un ave canora resucitando el día./ Francisco Aranda Cadenas/ Málaga, en diciembre de 2011
A Nely Sforza.../ 'Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas'/ Pablo Neruda/ Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas, el cuenco/ Vacío de mis manos, la noche que rodea/ Mi pecho, el viejo llanto y el nuevo, la casa/ En la que habito, la flor del cerezo naciente,/ Los ojos con que miro, la sed de los jardines,/ Mi 'sin dios', mi 'sin patria posible', mis huellas/ dactilares, mi fiebre y mis heridas, mi canto/ Y mi alegría, tu ciudad amada, mi ciudad perdida.../ Todo lo ocupas tú con tu mirada, mirada de (vos)/ -Esto es un guiño a tus ojos- que azulea sabiamente./ Francisco Aranda Cadenas/ Málaga, en diciembre de 2011
A Nely Sforza.../ La puerta está abierta. La cal rezuma el mediodía líquido/ Mediterráneo. Como un niño sentado en el escaloncillo/ Rescato gaviotas, me bebo el aire, extiendo mis manos/ Hacia el sol, y resucito mi carne. Después tú, te apareces/ Desde la orilla, con rostro helenístico, húmedo tu cuerpo,/ Salíneo, parecida a una suave colina que la brisa acariciase./ Te desnudas y me amas, me desintoxicas de filosofías,/ Sanas mi fiebre, diluyes mis sentencias, serenas mi semblante/ Con tu voz de lluvia estival. Estamos solos en medio del mundo,/ Aquí, en esta playa donde las palabras conforman constelaciones/ Que alumbran... Nadie hoy nos acompaña, pero festejaremos también la vida/ Con los otros;/ Esos otros que arrancan la fatiga, que saludan como hermanos,/ Que no tienen ni prisa, ni banderas ni estandartes, esos otros/ Con las manos llenas de color, la frente limpia, el alma encinta de 'eros', y así,/ Nos confrontamos con una nueva naturaleza de las cosas/ Mientras, peregrinos y distantes, los muertos regresan a sus tumbas./ Francisco Aranda Cadenas/ Málaga, en diciembre de 2011
FIEBRE/ Qué sería cierta espera sino un colibrí ardido/ Por entre las flores y el verde tallo, qué oficio fuera/ Decírselo al frío y a la noche, viendo al silencio/ Amanecerse en una urdimbre de soledades juntas/ Junto a un fuego necesario./ Dime, amor, tú que lo sabes , si es que lo sabes,/ Como digerir sombras cuando a veces unas cuencas/ Vacías de los ojos se hacen eco en el mar/ Y la fiebre derrota los cuerpos y devora las frentes/ Como si de un sueño pariendo calima se tratare./ Francisco Aranda Cadenas/ Málaga, en diciembre de 2011
A Nely Sforza.../ El taller de pintura da al mar,/ Que se vuelve surrealista conforme/ Cambia la luz; 'Mar Nuestro' de cada día,/ Olor a vino blanco, los óleos derramados/ Sutilmente por el suelo. Me gusta tu obra,/ Me recuerda a un beso robado al caer/ La tarde, al espíritu informal de la lluvia/ Cuando sopla el viento. A veces pintas/ Desnuda, otras sólo tu alma dejada/ Acariciar por el sol tibio de diciembre./ Abstracta e inconclusa, sólo tu piel/ Es asible por estos dedos huéspedes,/ Tu piel de cello afinado en el soportal/ De la poesía./ Francisco Aranda Cadenas Málaga, en diciembre de 2011
A Nely Sforza.../ LOS TÍMIDOS/ Ya llegada la hora, los tímidos se sentaron a la mesa/ A conversar suavito, pero a veces la sonrisa/ Les aligeraba el peso. Una infusión y un café, y/ Ella hablaba cálidamente, él empezó a sospechar/ Que quería besar sus pómulos, quizá sus labios.../ Los tímidos a veces se miraban de manera distraída,/ Como quien no quiere la cosa, hasta mirarse fijamente./ A veces ella musitaba una canción o un poema/ Y él lo agradecía en su tímido silencio, pero se aventuró/ A decirle algo así como, qué bien cantas, qué hermosos versos./ Como ella era argentina y le llamaba de (vos)/ Y él, español, la llamaba de (tú),/ Se fueron amasando como pan las risas. Se marcharon/ Los tímidos del café bar pues era la hora del almuerzo/ Y él no pudo invitarla a comer y ella tenía una prisa triste,/ La acompañó a tomar el autobús también triste/ Y entonces él le dijo: te voy a echar de menos, a lo que ella/ Respondió lo mismo, entonces se les iluminó el rostro:/ ¡Hasta el viernes, o tal vez hasta mañana!/ Francisco Aranda Cadenas Málaga, diciembre de 2011
A Nely Sforza.../ Quizá fuera sábado o domingo en la mañana, serían/ La una o las dos, quién sabe cuando se va aprendiendo/ A morir de a poquito, día a día, aprendiendo a vivirme/ En ti, contigo en el súbito nacer de la madrugada./ Levemos las anclas del dolor, sumémonos a la alegría,/ A esta dicha de sabernos en nuestro ser terrestre,/ Longitudinalmente a la deriva en cauces coloridos/ Como en un sueño en que la voz desata misterios/ y rostros amantes. Quiero decir que tal vez/ Fuera sábado o domingo en la mañana, alrededor/ De la una o las dos cuando llegaste, y en todas las cosas/ Has dejado, apenas nacido el amor, se derramara en mí/ Una luz que azulea el alba, tu voz como una yedra/ En mi garganta./ Francisco Aranda Cadenas Málaga, en diciembre de 2011
'A tu puerta llamé.'/ Rubén Bonifaz Nuño/ A tu puerta llamé. Yo no sabía que (vos)/ Eras un cercano fluir de palabras, que tus cabellos/ Eran una plaza soleada, que tus ojos eran/ Dos aguamarinas mirando al porvenir/ Y, ¿a quién contarlo ahora? Aquí adentro/ Me estallaría el sentimiento si lo silenciara,/ Si lo hiciera mudo, si lo dejara naufragar/ En una mar de escarcha./ Francisco Aranda Cadenas/ Málaga, en diciembre de 2011
A Nely Sforza.../ Buenos Aires. Río de la Plata. La noche./ Entrañada, has llegado hasta el embarcadero/ Con viandas y una canción de Gardel./ Llevas un canario amarillo posado en el hombro./ Los ojos de las aguas contemplan tus muslos fermentados./ Yo recojo las redes, saltan en mis manos los peces de plata/ Mientras tú, azarosa y presente, bailas con un pañuelo azul/ Sobre la arena junto a un piano encendido. Tu cuerpo desnudo,/ Como la arcilla desnuda, como los sueños desnudos,/ Rezuma planetas celestes, abstraciones al óleo, leyendas/ Del viento que empujan las barcazas. Leo en tu piel,/ Alegre es el lenguaje cifrado de tus poros, leo en tus labios/ La carnalidad al igual la madurez de una fruta en sazón./ Buenos Aires. Tu rostro es sencillo. La noche./ Francisco Aranda Cadenas Málaga, en diciembre de 2011
Abiertamente hablando de tu cuerpo, musicalmente/ En los pianos que cantan tu silencio en la noche;/ Elevo yo mis manos, el singular presente, la voz/ Que meció la ciudad en las horas de lumbre,/ Y a escondidas contemplo tu fotografía,/ Como si de un naufragio de tu piel fuera/ El viento que lleva y trae un insomnio/ De lunas redondas. En ti, este aprendiz/ De alcobas, dialoga hasta nombrarnos./ Es así, la noche porteña, que edifica/ La hoja blanca de papel donde te escribo./ Francisco Aranda Cadenas Málaga, en diciembre de 2011
A Nely Sforza.../Porteña, el origen del pecado nos abrió las ventanas de más luz/ Ya prendida en el azabache de tu pelo. No son nuestros/ Los siglos por venir, pero aún madurararán los días/ Que arriesgan nuestros pasos. Almendras para tu boca,/ Libertad de pájaro, amarillo y verde y melodía./ Amo tus manos, más allá de tu pincel violeta, aquello/ Que modela el aire, el barro subjuntivo, la noche callada./ Se ha hecho presente el beso, aunque no sepa retenerte/ En los mediodías que rezuman los poemas, huéspedes/ De tus senos, verbalmente olor del mar, peces/ De las cosechas, números vertebrados, una escultura/ Democrática en las colinas que alumbran nuestros años./ Francisco Aranda Cadenas Málaga, en diciembre de 2011