El Poeta
Pensemos solamente en el combate.
                                                                                     Homero

Ya no soy un joven poeta.

                                            He blasfemado, he pecado de impiedad.


                    Cuál será mi destino.

Si me alcanza la noche qué podré decir, qué podré cantar.

Será tal vez preciso evocar

                                 Esas preciadas horas

                                                                       En las que me habitaba

La poesía -esa ventanita a tiempo- , para luego

Abandonarme a las dudas...

                 Qué camino andaré

                                                              Bajo los solsticios y los equinoccios

Poblados de mariposas 
                                    
                                              Que se suman a la paramera de mi cuerpo.

                He pasado muchas noches, atropellado por abecedarios
                Afilados como alfanjes sobre la desnudez de mi piel.

                                                                           Pensaré solamente en el combate.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 1 de septiembre de 2010
AL PIE DE UN ÁRBOL

                                     a Rosita.

¿Sabes? Tal vez muera al pie de un árbol
Con cierto sosiego, donde los lirios crecen
Y hay un paisaje de ti, pero sin haber
Entendido nada. Mi natural incomprensión
De las cosas se ha convertido en un tembladeral,
En el pie de un árbol al atardecer
Donde dicen he de morir, ¿Sabes?

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 1 de septiembre de 2010
Entrañita noble de tu casa, pequeño paraíso
Nocturno, nupcial, hecho de instantes breves
                                                 Cual segundos.

Entrañita de tu hogar sencillo, desnudo,
Prendido de la historia familiar, de la palabra familiar.

Entrañita de tu espacio simple, singular, lirios de luz
Por tus ventanas, ¿qué amor te habita?

Entrañita amada, amable, entrañita hermosa, lúdica,
¿Qué será de ti mañana, dime, cuando yo regrese?

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
Si no les resulto familiar, 
Búsquenme en otro lugar de la poesía,
Quizá en los lugares con prójimos
Y revoluciones de a poquito,
Allí donde se extrechan las manos
Y  es maduro el mediodía.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
ESPERANZA
                                            
Me dijo: es una promesa.
Y como ella era cumplidora
De su palabra, y tenía algo más
Qué sílabas y huesitos,
Me besó largamente a la hora
                                         Señalada.

Su cuerpo no esquivó
Un solo abrazo mío,
Sino que me los devolvió
Setenta veces siete.

Como aún creía en la prójima
De ojos expresivos,
En el prójimo de manos
Extendidas, tuvo compasión
De los recuerdos y echó
                              A andar.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
DE AGENDAS Y AEROPUERTOS


No sé qué ventanal abierto me espera, como mayo
Espera los hilos de luz que las aven dejan en su vuelo;
No sé qué ventanal, qué mayo, florido o no, sencillo,
Y alrededor del parque con patos y promesas.
Arrojo guijarros al agua del estanque, arrojo
Las agendas donde sólo anoté fechas fijas
Sin posibilidad de cambio o transparencia.
Me quedo con los viejos papelitos donde escribí
Poemas, versitos sueltos con cada café
De la mañana, donde dibujé un aeropuerto
Cómplice de mis tristezas y alegrías simples.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
¿Cómo empezó todo?
¿Cómo se escribió mi primer verso?
¿Se acercó hasta mí la palabra
Como una abrigadera desde el horizonte?
¿A quién le debo el suceso
Poco pragmático del poema?
En aquel tiempo papel en blanco
Y lápiz 'Alpino', a veces las servilletas
De un bar donde bebía vino rancio
Por pura imitación, donde fumaba
Por pura imitación... Insomnio
De las casa de mis padres,
Años de universidad, años
De ausencias en el corazón,
Años de Dios y su bondad severa.
¿Qué ocurrió entonces, qué abecedario
Vino a visitarme, qué sincero dios
De la poesía, qué reloj atrasado
Me puso a conquistar los segundos?
Hoy comienzo nuevamente a escribir,
Hoy, en agosto de 2010, en mi casa
También insomne habitada de pájaros,
De radas donde vienen a atracar los barcos,
Y los trenes nocturnos pasan con viajeros
                                                             Y metáforas.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
Ya sé que el canto no es un optimismo,
Pero no me lo digas, al menos hoy
Que duermo lentamente lejos del sueño.
¿Qué será la poesía? Ya antes escribieron,
Antes que yo... ¿Qué será mi poesía?
¿He de seguir escribiendo? La noche
Es subterránea, está y es, con su
Verso hecho clavel y nube.
Las leves hojas que piso en mi descanso
Llevan un cascabel y me despierto, no
A tu lado, y me levanto, lavo mi rostro,
Retorno al papel y a la tinta, a la pantalla
Del ordenador, a los ojos de los muertos,
De los vivos, de los aún por nacer...
Ya sé que el canto no es un optimismo
Pero permite que me vuelva a dormir;
Mañana ya me cuentas que de la cabeza
hasta los pies me baja la nostalgia,
Quizá sea de ti que no despiertas a mi lado.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 7 de agosto de 2010
Considérense los ríos en silencio,
No un silencio tosco o mineral,
Sino un musical silencio.
Considérese un delta como un poema,
La mar como una canción,
Y a esa canción como a la muerte.

Tal vez la noche más larga
Encierre en sus entrañas
Pentagramas y estrofas,
Un cuartito donde desahogar
La alegría, aunque sea estío
Y se encuentre Dios de vacaciones.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 12 de agosto de 2010
                        
DE FRENTE

A mi sobrino, Javier Aranda Ferré, con amor.

Porque miras
De frente
Y lloras
De frente,
Y hablas
De frente,
Y eres
Canción,
Y eres
Poema,
Tu corazón
Se llueve
Sobre la tierra
Que habrán
De pisar
Mañana
Aquellos
Que de frente
Miran.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 12 de 2010
TÚ, QUE ME CONSIDERASTE UN VIVO

Porque me exilié en redondo dentro de mi exilio,
La palabra amor se quebró en mi piel. Enredadera
De ti que me nombras, me has salvado.

Mi recuerdo de ti es entonces no un vago recuerdo,
Sino una esperanza por ti que me consideraste un vivo
De retorno al papel, a la tinta, a la letra...

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 11 de agosto de 2010
                                                    a mi abuela Pepa Blanco.

Esas cerezas que crecen en tus manos, los cantos
Rodados de los ríos, los colibríes que amamantan
Tus pechos, tu sangre como un árbol, todo eso
Y cuanto desconozco se cifra en tus ojos.
Ahora, que la noción de patria es una muerte,
Un torpe delirio, que tus manos derrotan
Las banderas con su fulgor de pianista,
Es ahora que me trenzo a tu recuerdo,
Al dulce recuerdo de tu savia.
Abuela que te fuiste para volver mañana
En una canción, en una sombra iluminada,
Madrecita de ayer, recuerdo de los días
Por venir, venciste la ponzoña de tus tiempos,
Haciendo revolución en las blancas sábanas
y en las aceras que limpiabas despacito.
Resguardo de tierra enamorada, tierra de todos,
Abuelita dulce, esas cerezas que crecen en tus manos
Las repartes con cariño, las brindas a los cielos,
A las páginas donde escribo, a los cabellos
De tus nietos, al delta del río donde hemos
De encontrarnos, abuelita dulce, entraña
Que nos dejas, que nos dejaste con tu rostro
Pacífico y algunas palabras de amor,
Cómo olvidarlas... Es ahora que me trenzo
A tu recuerdo, a esa revolución de veras
De tu pulso, cuando todo era un espacio
Vacío donde morían los niños y a veces
                                                 La esperanza.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 11 de agosto de 2010
Estos versos con los que interrogo, con los que me interrogo
Jamás me ofrecen una respuesta; una duda más se agolpa
En los bolsillos del abrigo que me arropa. La sola certeza
De la muerte parece abigarrarse más y más profundo
Cuando el poema abre sus corolas en los días
Con puntos suspensivos y dos puntos, y una coma.
Qué sorpresa entonces cuando algún poema apunta
A una alborada, aunque diminuta, pero fresca.
La poesía es un desarraigo que da frutos
Ora dulces ora amargos, es el preliminar
Del dictado de algún dios con rabia en los ojos
Y amor en las manos. Estos versos
Con los que interrogo convocan al olvido,
Y de la desmemoria crean una memoria nueva
Al igual que los ojos que miran como si fuesen
Otros ojos, o cuando la realidad cambia su rostro
Al ser vista por el poeta que interroga sin ser visto.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de agosto de 2010
Calle Larios en Málaga a las 12 del mediodía.
Mi corazón, hoy abstracto, se rodea de palomas.
Tomo un café en la pastelería Lepanto
Y me dirijo hacia la Plaza de la Merced.
Mi hermosa muchacha, si te encontrase
En el camino, te llevaría al teatro romano
Y te declamaría un poema de esos
Que tanto amas. Oh si lloviera hoy,
Calurosísimo día de agosto, si lloviera
Al menos sobre los tejados y me mojara
De un espeso rocío, y compartieras
Conmigo acerca de estos últimos días
En que desapareciste. Ya te dije, verdad,
De niño mojaba mis pies en las acequias
Y soñaba contigo cuando aún
No existías. Plaza de la Merced,
No te he encontrado, y me siento
En un banco a leer poemas
Que tal vez leyeron otros, o sólo yo quizás
En este instante en que te pienso
Arracimada a estos versos como si
Fueses una delicada metáfora.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de agosto de 2010
El musgo es un silencio.
En la provincia de Vitoria-Gasteiz es un silencio.
Los buitres sobrevuelan la quebrada:
Quizá un poema muerto, un abrazo muerto...
Y un águila.
Al sur, al sur de la península abierta en canal,
La mar es un silencio.
Quiero asomarme a las palabras de tu boca
Como quien se asoma a una balconera
Con geranios y madreselvas salvajes.

La noche es un silencio. Tu cuerpo es música.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de agosto de 2010
Ella me lee al atardecer, y no sabe
Si sueña o si tiene en sus manos
El manuscrito del poeta.
Cuando el crepúsculo aparece
De la mano de una impávida niña,
Y el anhelo se acrecienta,
Ella repasa los versos
Que han traspasado su carne.
En el filo naranja que separa
La noche del día, esa frontera
Diminuta entre el azar y la necesidad,
Se divisan toros y ángeles, alguna
Sombra de realidad, una luz engañosa.

Ella me lee al atardecer, y no sabe
Si sueña o si tiene en sus manos
El manuscrito del poeta.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de agosto de 2010
Las parras están frutecidas.
Ven, querida mía, mi dulce muchacha,
A descansar bajo las rojas uvas.
Este año ha sido un buen año,
La cosecha se multiplicó por dos;
Los campesinos están contentos,
Habrá fiesta para septiembre.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 7 de agosto de 2010
Después del hayedo el prado,
El filo del camino,
La noche que templa la brisa.
Al nor-noreste de tu boca
Se desbocan los caballos.
La luna gime,
Redonda y terrible,
Y se despliega
En un abrazo de silencios.
Es la hora de partir;
Queda lo que queda,
Los amigos, los paisajes.

Y después, con las sienes recién atardecidas,
Estoy en otro espacio que tal vez no hubiera deseado.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 27 de julio de 2010
Wagner se sube a una montaña
Y se arroja al vacío
-Cabalgata de las Walkirias-,
Y escucha los ecos atronadores
Del tiempo y su memoria.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 6 de agosto de 2010

SILVIO RODRIGUEZ - 10 AñOS DE MENOS - PABLO MILANES