El Poeta
HOY VIERNES

Para buscar el aire prójimo salgo a la luz.
Como la torre de Pisa, así están hoy
Dibujados todos los edificios en mi mente.
Alguna nube cae sobre la calle peatonal,
Alguna herida tiene curación por la palabra.
Las muchachas, con la piel de los domingos,
Pasean los vuelos de sus faldas
Mientras la mar sangra sal por la lengua.
Ex
Tra
Ño
La lira de tu voz, de tus manos el vuelo de palomas,
La noche de los vientos, la alta marea sinfónica.
Como sabiéndote cercana ya a los límites del día,
Prolongo hasta ti mi cauce de sílabas remotas.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, dicembre de 2010
Quiere volver al sueño porque en el sueño vive.
Dionisia García

Pausados,
Los viejos recuerdos
Se acontecen,
Se inauguran de improviso,
Se instalan provisorios
Bajo un cielo que nos amó,
Y nos responden
A una pregunta
No formulada
En las horas en que el sueño
Nos abraza.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, diciembre de 2010
La cafetera silba con la primera luz del día,
El sol, sobre el horizonte apenas, va fruteciendo en el hogar.
Es un tembladeral la carne, el corazón, la idea
Huérfana, donde las puertas se abren
Y un pie sigue a otro pie sobre esta imaginaria paramera.
Y dónde la pasión de estar vivo
Si en este clarear mi saliva es amarga
Como la almendra joven, aún verde su cáscara.
Un par de versos, el café, el cigarrillo, las palomas
Que se posan en el balcón, la mañana entrada ya
En el cielo de la boca, son el jugo que bebo,
Porque me siento un extraño en esta tierra
Con mi militancia de sal y de vino. Ahora,
En este preciso instante te recuerdo,
Me visite así tu nombre
Y el mediodía peine mis cabellos,
Y seas
Tú la amable patria en la que habite.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de diciembre de 2010
Raíz sublevada
De tu nombre,
Sonoro el fruto
Que en tu semblante
Madura.
Dama negra
En los tableros
De ajedrez,
Cabellos negros
Llovidos
Sobre tus hombros.
Qué desconcertadora
Luz
La de tus ojos,
Qué irreverente
La piel furtiva
De tus manos.
Abrazada
Por fonemas
Abandonaste
Tu casa,
Casa azul
Y blanca
Donde no regresar
Ya más.
En su vuelo
Te anuncian
Tus vestidos.
Tú eres
La resurreción
De la carne.
Aquí estás
Con una hermosa
Palabra.
Descansa
En paz.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 22 de diciembre de 2010
ACERCA DE LA POESÍA

Es la visitadora quien pone sus huellas dactilares sobre el papel;
Será que acaso no soy yo quien escribo, son mis manos al dictado
Las que escriben... Por qué, de quién son esas voces plurales,
Obscuras, tiernas, felices, doloridas. Todo cuanto pensé
Acerca de la poesía se ha ido al carajo, quién la piensa
Si apenas una vez sentido su temblor sola se canta, si está ahí
Precediendo mis latidos, el abecedario de mi carne,
Mis sueños desvelados, la tinta furibunda.
Luz más próxima no he visto, luz más veloz que la luz misma.
Si ataran mis manos, mi cuerpo todo, aún así sería escrita
Con la saliva de mi boca, con sangre de mi boca, con bilis por mi boca.
Será que acaso no soy yo quien escribo, es la visitadora, insomne siempre,
La que me arropa o me despierta, la que se filtra en mis sueños, en mi vigilia,
La que se come mi arroz y se bebe mi agua, y me hace hambrear
Su presencia para que yo la pronuncie
Con su ciudad y con su día.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, diciembre de 2010
LOS DÍAS DE MÁS LUZ

Los días de más luz me recuerdan los paraísos de agosto
En las playas de Almería. Con sus suaves alas las gaviotas
Celebraban la mar, el aire nítido, las viejas barcas
Que reposaban su lento sueño en las arenas.
Eran los días sorprendentes, días de los que traigo
El mejor rescoldo al pecho; allí fui yo niño
En presencia de los nacarados libros,
De los azules jacintos del cine de verano -paraíso
Para cuerdos y locos-, del anciano profesor de lengua,
Que repetía sin cesar: yo soy, tú eres, él es...
Aquella profesora, bellísima profesora de matemáticas,
Que conquistó la cuadratura del círculo en la finitud de las olas.
Y esa terraza condecorada con estrellas de mar y salitre,
Blanca y ocre donde escrita estaba en la calima surrealista
La conciencia de estar vivos entre el mar y la montaña.
Halo de aquella sed despierta, muchachita de ojos azules,
Con diminutos senos de amapola, y acné en el rostro, muchachita
Que vencía a las horas de la siesta cantando himnos colegiales,
Mientras yo dormía ya mi propio sueño de la soledad en la orilla
Recién poblada de algas y de trozos de madera del último naufragio.
Todo es belleza en esta hora en la que estoy más cercano al corazón,
En la que me visita la casa que dejé guardada de la noche,
Casa con vecinos y abecedarios de rojos pétalos.
Me adentro en los contornos del recuerdo alto y feliz,
Y no hay sino aromas, colores en su ausencia de niebla y despedida.

Los días de más luz donde levaba anclas aún navegan mi memoria.




Francisco Aranda Cadenas

Málaga, diciembre de 2010
Cuántos amaneceres, como en los veranos
De mi juventud, he saltado las tapias de la palabra
Para verte, porque no me bastó el verbo
Ni la fuente de luz que me habitaba,
Ni los ebrios pasos que me conducían hasta ti.

Cuántas veces me he dicho, en las horas
Lentas, que era tu voz la que me robaba el frío.

En algún sitio de ti mi voz es tuya.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, diciembre de 2010
FUGAZ CAMINO HACIA LA MUERTE

He aceptado serenamente mi ser precario.

Marcan el pecho los signos de la soledad y la derrota.

Confesar haber vivido desde la tibieza es un espanto.

Sólo el vacío.

Confesar haber vivido es saberse más desnudo.

Haber vivido de morir contínuamente,
Lúcido el amor se agota...
Si me reconozco más vivo no es mas
Que el fugaz camino hacia la muerte.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, diciembre de 2010

Maria Pages - Firedance

MAUVE

Me preguntarás cómo la noche contempla al día.
De entre toda una gama de colores has elegido el mauve.
En mi pecho anida una alondra desnuda que no tiene respuestas.
Qué poderosa la luz, qué poderosas las sombras. Tengo
Un largo racimo de preguntas tan extenso como el valle
De tus muslos. No hay respuestas, al menos en la raíz de mi garganta.
Tan vívida, con olor a resina vieja, la ciudad nutrida de interrogaciones
Se parece a la quemadura de mis ojos aturdidos. ¿Para qué
Consultar a los oráculos si hemos devorado a nuestros dioses
Como Saturno devoró a su hijo? Has elegido el mauve sin saber
Porqué ni cómo: horas de ayer difuntas hoy. Color mauve para tus vestidos,
Mauve para la carnación de tus labios, mauve para tus párpados,
Mauve con rostros de apelación en los pistilos. Me preguntarás
Cómo la muerte arrostra los cuerpos sudorosos, inmarcesibles en tu mente.
Te pido que elijas más colores del espectro
Porque he recordado que tu sed es como un tigre
Enjaulado y tu alma, ávida de música, un espejo donde se reflejan
Los tiempos sepia de tu memoria. Abres más tus ojos, y el humo filosófico
Se pierde entre dos nubes hinchadas que escribió febrero.
Tus manos y mis manos poco pueden hacer,
Tan siquiera hay respuestas, sólo preguntas acerca
De cómo caminar sin burdas elucubraciones al modo de los libros teologales.
Alerta como Heráclito -río mauve-, te dispones
A adentrarte en el impenetrable Logos vencida de antemano.
Me preguntarás cómo se escribe un poema y no sabré decirte
Pues no soy la musa que alienta el pulso de mi mano, mano
Por la que soy escrito sobre el papel mauve de tu carne.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, diciembre de 2010
DESPUÉS DE LLOVER LLUEVE

Después de llover
                      llueve,
Llueven palabras
Que se abrazan
A los cuerpos.
Hablan
Los transeúntes
Unos con otros
En la verdad
Sencilla de un día
De diciembre.
Cuando llueven palabras
Que el aire orquesta,
Abren el corazón
Amigos y extraños.
Oh luz de los hombres
En las entrañas
De lo cotidiano, cuando
El olor a jazmines
Abre el pecho,
Y la múltiple idea
Se arracima a los geranios,
A una ola
Que baña la ciudad
Como besándola.
Arden los sueños
Compartidos,
La música
Cercana arde
Como en una multiplicación
De panes y de peces.

Hoy no irrumpen ni la soledad,
                                      ni el miedo,
                                                 Ni tan siquiera la interperie.

Francisco Aranda Cadenas


Málaga, a 10 de diciembre de 2010
Tal vez el hombre
Se sueñe a sí mismo
Y su sueño lo nombre
En los amaneceres,
Y al abrirse nuevamente
El telón de las entrañas
Se torne claro
Y envidiado por los dioses.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de diciembre de 2010
a Ma Xianglan (1548-1604), poetisa china...
                                                            

                                                               Llega ya el invierno.
                                                               ¿Adónde te enviaré un abrigo?
                                                                                     M. X.


Me he dormido bajo el almendro en flor
Después de escribir mi poema
Más preciado ¿Cuándo regresarás
De tan lejano lugar al que partiste?
Llora mi corazón la ausencia
De ti y se desprenden,
Antes de tiempo, los frutos
De los árboles... Primavera
Que hiendes los cielos, has amarrado
Al dolor mi alma y enajenado
Mis sentidos. Con tu partida
Mis ojos se han enrojecido
Y mis versos rezuman nostalgia.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de diciembre de 2010
EL CAMPESINO Y LA NINFA

Al alborear el día,
Recostado sobre un campo
De magnolias, de tinta
El cielo de las manos,
La luz que besa el cuerpo
Ebrio como en una mar
De trementina, al alborear
El día con la sal aún
De los agostos en la piel,
Se alzan los puentes
Del canal por donde el río
Se remansa, y sus pies
Si rozan la hierba apenas,
Los senos
En la libertad del aire,
Su vientre de mariposas
Poblado como en las primaveras
De más luz, el unicornio
Salvaje que la observa, azul
Como una luna encinta
Por el oleaje, el pecho
Henchido de lirios,
Lisura de su pelo,
Sol de los campesinos
Al alborear el día,
La tierra que abraza
La carne, nutricia tierra
Con peonzas y con niños,
Entretanto se abre una nube
Como una granada madura,
Y caen del cielo abecedarios
Sobre el ala simple de la abeja.

Francisco Aranda Cadenas
LA MESA


Cuántas horas,
               Las horas improbables,
Comulgan con los peces,
Comulgan con los pájaros
En la ciudad dormida.
La mesa está puesta,
Y alrededor los comensales
En esas horas detenidas
Con música y con platos
Repletos de viandas.
Ebria, la tarde, se compone
De esas horas conjugadas
Donde los vasos espesos
Aguardan unos labios,
Labios de esas horas
Donde la secreta melodía
Irrumpe como la lluvia
En los primeros días
Del otoño, dulce lluvia
De esas horas extendidas
A lo largo de las vías del tren.
Los ancianos narran ciertos
Cuentos en esas horas inflamadas,
Encendidas como teas
De palabras, mientras
Se cuece el arroz con leche
Y la idea más fecunda.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 3 de diciembre de 2010

Han Na Chang-Passacaglia for Violin and Cello

Para ver la luz en la cresta nívea
De las olas salí de madrugada;
Yo era niño, la noche delicada.
Delgados hilos de plata saltaban
Sobre los azules del agua.
No era la luz del cielo la que yo buscaba,
En mi pecho era la luz, la tiniebla,
Quizá, quién sabe. Casi desnudo, a solas
Inventé una voz que abriese las ventanas
Del mar y descubrir así en el aire una metáfora,
Una metáfora amplia como la arena salada
De aquella playa en que niño,
                             Casi desnudo y a solas,
Fundé mi ciudad de palabras labradas.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 24 de noviembre de 2010

Beethoven 7ª Sinfonia II Parte

                    

Es a veces
Que la soledad de un día resbala
En las solapas,
Que el cuerpo de la soledad
Se oculta en los ojales,
En los cuellos
De las camisas,
En los bolsillos
De los pantalones.

Es a veces
Que la soledad de un día se cubre
De gloria, hurta a la memoria
Los festivos,
Se adelanta a la noche
Y en la noche
Es como escarcha,
Como la brea de una barcaza
Sin velamen, al pairo el timón,
En el fondo de las aguas.

Es a veces
Que la soledad de un día triunfa sin batalla,
Que prodiga vientos en la estancia,
Que supura pus
Por los cuatro costados cardinales.

Es a veces 
Que la soledad de un día
Es una llamarada.

Soledad de un día a veces trampeando la balanza.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de noviembre de 2010
Me poblé de ti,
Tú me habitabas,
Me iba doliendo
Esa dicha
De nombrarte.
Antes de ti era
La sola soledad
En cueros,
Ahora es la carne
Con la sola piel,
Con los solos huesos.
Me colmas entonces
Imposible de colmarme,
Te bebes mi sed,
Te comes mi hambre,
A mirarme te dignas
Desde dentro,
Y golpeas mi sien
Con dos metáforas
Y un ciento.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, noviembre de 2010
Me he quedado a la puerta de la casa,
No ha llegado
La voz de luz inaugurada, 

Ni el labriego
Del sueño a alzar la voz, 

Ni la voz
Que prende en las mañanas.

Me he quedado con aroma de sal a la puerta de la casa.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, noviembre de 2010
Me muerde, delicado, el vientecillo que baja de los montes;
Acaricia las aguas, bebe de ellas, se esconde
Entre el ramaje, sube hasta las azoteas, rima
Con uno de mis versos y al final se marcha
Con el oleaje que arrastra a las barcazas
                                                       Y a los hombres.

La noche fluvial lo aguarda, levanta entonces las arenas,
Se arracima en las esquinas, compite con la luna.

Dulce vientecillo que bajas de los montes, has hilado
La voz de mi garganta, 

                              Peinado mis cabellos, 
                                                          Besado mi carne.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, noviembre de 2010
OTOÑO MALAGUEÑO

                          cálido, intenso como octubre,
                          como dicen que son contigo los otoños.
                                          
                                         Luis García Montero
                                                

Retornan a la vida las figuras hieráticas de calle Larios
En este otoño cubista y de dadaistas naranjos en la acera
Del Parque. Un grupo escultórico visita a las palomas
En el jardín botánico. Los niños se fotografían junto a un Platero
Que no es suave y que sí tiene huesos de metal. Aquellos dos,
Entre los árboles, aplauden la osadía de las horas.

Hieráticas figuras, jardín botánico, Platero de metal,
Mirad cómo se conjuga un día sin misterio.

Yo regreso a esta ciudad por ver a las aves silenciosas
Devorar la tiranía del tiempo, cubrirse de la luz
De los mediodías, posarse en los hombros de un reloj
Con desparpajo y cierta alegría, que la tarde obscurece.


Dónde estás tú, intensa como noviembre, en qué lugar
De Málaga se enciende tu rostro. Y es hermoso vivir,
Descubrir que el sueño nos abriga, que somos
Palabra fluyente en el alba de una mediterranía
                                                     Azul, hoy si cabe más joven.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, noviembre de 2010

Tontxu - Jamás te robaré una madrugada

Escrito está en la corteza de los árboles,
En los bancos de los parques escrito está,
Como una suerte de dicha, un haz de luz
Al igual en la carne, al igual en el alma,
Un haz de luz que incendia las tardes,
Que florece en las copas, en el lindero
De los nombres, cuando ya la siembra
Es una bienvenida jovial, una novia
Al pie del canto. Escrito está
En la carne del violoncello,
Donde habita una muchacha desnuda
Que entrega flores a los transeuntes.

Escrito está un haz de luz en el blanco
                                            Azahar que la luna escancia.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, noviembre de 2010
                                     a Javier Alcalde, entrañable...

CAMINANDO POR MÁLAGA

Ya ves, hermano,
Al crepúsculo con hoja
De calendario en las encías,
Las guirnaldas de ultramar
Con ramita de olivo,
Las pupilas de las muchachas
Que pasean por la ciudad,
El ritmo de jazz
Donde transcurre la noche,
Y los ecos que
Convocan a la vida...
Ya ves, hermano,
Lo vivido y lo soñado,
Las fuentes de Roma,
Los tranvías de Lisboa,
Los puentes de Praga.
Aquí, es aquí, cuando
La madrugada se posa
En mis tranquilos ojos,
Que veo pasar
A la muerte con un vestido
Blanco y me canta una canción.
En la Plaza de la Merced
Danza un mirlo también blanco
Que en nada se parece a la muerte.
Ya ves, hermano, cosas de aquí
Y de allí, de fuera adentro
Y viceversa, cosas que ocurren,
De andar por casa, de caminar
Por la ciudad una tarde de domingo
Cualquiera en que ya ves, hermano,
Como en un filme aparecen
Todos los rostros del presente
Y algún que otro del pasado.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010
¿Dónde se esconde esa primitiva verdad
Que me habitó cuando era niño?

¿Quién me entregó la palabra
Y me la hurtó al mismo tiempo?

¿Verbo mío, de ti, de otro?

Mutilo el modo subjuntivo si lo pronuncio sin júbilo.

Mutilo la raíz del sueño, al terrible niño de mi propio espanto.

¿Cómo saberse entonces,
Si así despavorido cierro el telón
Donde se ofrece la luz tan transparente?

Hoy comprendo que busco un deseo propio y olvidado.

Hoy, deshabitado, hundo la cabeza en mi pecho y me muerdo el corazón.

Hoy te busco, poema, porque me haces tanta falta, mas no tengo tinta ni en los ojos.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010
ESPESURA BIEN LABRADA


Hoy lluévese la luz 
Desde tu frente 
Hasta tus senos, 
La alta marea 
Que rodea tus muslos
Es más decente 
Que mis manos felices,
Que pasean por tu talle 
De azucena y tu garganta.
Somos lirios de mayo 
Desposados, piel de la flor
Entre las hojas de un libro, 
Asombro de espesura 
Bien labrada.
Tiembla el clavel  cercado
Por tus cabellos de amapola,
Tiemblan el laurel, 
Las sienes de la rosa, 
El verde trigo, la sazón
Del fruto amargo. 
Y con azules de cielo 
En el aliento
Buscamos, 
          Amor mío, 
La entraña sensitiva.


Francisco Aranda Cadenas
Málaga, octubre de 2010

EL AZADÓN DEL ALMA

Como quien quiebra la tierra con el azadón del alma,
Como quien bebe de las fuentes tatuadas en la piel,
Así yo besé hoy, antes de nacer,  tu corazón,
Sobre la hierba que muda sus labios inmaduros.
Tres veces te he negado: al alba, al mediodía, en la noche.
Las culebras de cristal reptan por tus ojos espantados,
Por mi pecho cubierto de nieves y de fríos. El sol
Es una estrella que se desnuda tras las tapias
Y yo, como quien quiebra la tierra con el azadón
                                                                            del alma...


Francisco Aranda Cadenas
Málaga, octubre de 2010



Hilvana la luz el mar con hilo de miel pura
Cuando los niños juegan, graciosamente, a ser niños.
La flor del ojal de las muchachas
Es promesa de sal y caracolas,
Donde se escucha la ciencia del aire,
Su don de delicada mano,
Su manzana de corazón maduro.
Se arraciman las barcazas en la tarde
Y sueñan los marineros la voz púrpura del agua,

El leve ruiseñor del canto,
El gesto de las olas, 

                                La lírica orilla.

Si has de venir, amor, hazlo temprano...

Francisco Aranda cadenas
El otoño de hojas
Dormidas
Despierta en mí
Una verdad íntima;
Aun en los sueños,
El alma sabe
De sí,
Poyecta
Fotogramas
Sobre la almohada,
Que al amanecer
Se tornan difusos.
Como buscando,
Como buscándote,
Sombra de ti,
Sombra de mí,
Las pupilas se dilatan
Al amanecer en la calle;
Hoy vivencié un espejismo
Descifrable al igual
Los jeroglíficos...
Desnuda la palabra,
Con su sencillez
De sílaba, me devolvió
Al otro lado de La Caverna
Donde la luz ilumina
                     Las metáforas.


Francisco Aranda Cadenas


Málaga, octubre de 2010
Versos sencillos en la acequia
Se vierten en los surcos, tal vez

Maduren temprano las frutillas.

Algún animal perdido

Se acerca al venero

Y sacia su sed;después,

Al acercarse mi voz, reposa,

Y yo me quedo junto

A las soledades que vendrán,

Junto a las presencias que marcharon.


Algún animal busca refugio en mi alma.

Francisco Aranda Cadenas


Málaga, octubre de 2010

Ven, despacio, contenta, sencilla,
A este lugar sin rabia, claro

Como una luz del alma; iluminado

Así, este breve espacio habítalo

Con tu presencia, con tu desnudez

De sándalo; no hay dioses

Audaces, las constelaciones

No están fijas, la matemática

Aún es inocente. Besa entonces

Con rabia mis labios, dibuja

En mi pecho un lucero, traza

Un abecedario en mi carne.


Arroja mi alma al mar cuando amanezca.


Francisco Aranda Cadenas


Málaga, octubre de 2010

Quedó mi amor deshabitado al igual una rosa de pétalos caídos,
¿Por qué frunce el ceño la noche? Cómo decirte que te amo
Sin herirme el pecho, sin ahogarme en mi propia palabra.
La marejada me trae tu perfume, allí es primavera, y un aire cálido
Acompaña a tu voz dulce que reposa en mi almohada.
Nos unieron las canciones más hermosas, el delicado sol
De los amaneceres que principiaban el otoño.
Quién de los dos partió primero; ninguno de los dos partió,
Porque nos queda la palabra que inauguró tu sonrisa y la mía.
Me dejo mecer por el viento de poniente, aquí, sentado en esta orilla
Donde las pulidas piedras me recuerdan a las múltiples lunas
Que coronaron tu cabeza, que peinaron tus cabellos,
Lunas que dulcificaron tu alma,
                                        Ya dulce desde tu amanecer primero.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 20 de octubre de 2010
Hoy recuerdo mis olvidos, su olor, su extraña belleza;
Esta mar de olvidos que me asalta me entrega flores y palabras.
Hoy soy otro, puedo decir que soy otro entregado a la memoria
-Esa mujer de amplia frente y delicados vestidos-,
Susurrante, generosa de imágenes y partituras, verbalizadora
De encajes y de ritmos... Visitadora, memoria mía de ayer,
Engastada en un sueño, presentificada en una sola nota tal vez.
En tus abrigaderas de luz me conforto, aquí y ahora, como cuando
Abro los ojos al despertar y pronuncio una palabra de amor
Sencilla, parecida a un pájaro que revolotea por la habitación
Y me llama, y se posa en mis sienes, y me canta al oído
Recuerdos a modo de versos, planicies como un abecedario
                                                                             Alerta y en paz junto al olvido.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 19 de octubre de 2010
AMIGO LECTOR

Estos versos no te servirán de mucho,
No tienen nómina ni cuenta bancaria.
No te servirán de mucho estos versos
Pero aquí estoy, escribiéndolos con entusiasmo,
Para dejar constancia de que hoy sigo vivo.

No podrías ir al mercado con estos versos,
Nada te darían por ellos, nada te darán
Jamás; los escribo con amor sin embargo,
Por si el amor te sirviera esta tarde,
Esta tarde absurda, policromada de olvidos,
Por si el amor te sirviera esta tarde
Para cantar tu canción de presencias.

Estos versos no te servirán de mucho,
No te darán ni para el billete del autobús,
Y sin embargo es con amor que los escribo
Porque mi alma lo necesita, 

                                     Y tal vez la tuya, 
                                                             Y la tuya...

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 18 de octubre de 2010

Me duele
El alma
Pintada
De sauces

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010
Respiro de ti
Qué sé yo qué dulzuras 

Y tiernas palabras;
Hay palomas 
Que me traen tus mensajes
Desde lejos, de muy lejos,
Y me inunda tu recuerdo, 
Grato recuerdo
De ti que me ilumina el alma, 

Ajada a veces
En cualquiera de las madrugadas
En las que camino

Insomne por la casa, 
O escribo algún poema,
O leo algo parecido
A una fábula de amor y de dolor, 

Al nombre de tu casa 
Y de aquello que posees
                         En tus manos.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010
Y sin embargo flotan
Los pesados albatros,
Ligeros como el alba
En las alturas del cielo.


Viejo albatros herido
Por la lluvia,
Tú conoces los cantos
Del aire.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010



hoy ten miedo de mi

Mis huesos rezuman ya su sangre,
Aquí, allí, en las sombras, en los enjambres,
Arriba, abajo, en la soledad de las noches,
En la plenitud de los días, en los rincones,
En las balconeras con geranios... Aquí, allí,
Mis huesos rezuman ya su sangre, dan de beber
A los lotos, a los mezquites, a los pinos, a tu boca
Con carmín y ramito de hierbabuena.
Todo ello lo originó mi canto cuando la lluvia
Se presentó dejada a la voz de la locura.
Mis huesos, mi carne, mi todo finito
Rezuma ya su sangre en las calles,
Junto a los toros que embisten en la madrugada,
Cercana al vendaval del olvido, cercana
A las paredes con signos de interrogación
Y madreselvas salvajes que engullen el tiempo con hambre
                                                                             De siglos.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010
Sauce que cobijas mis vísceras
Con la sangre de las aves que parten,
Dame una mano, ayúdame a levantarme...

¿Qué sueñas cuando el viento te susurra
                                                      Al oído?


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010
Eramos veloces en aquellos años
De juventud (v= e . t) coloreando
El espacio con las manos pintadas
                                       De colores diversos.
Años aquellos, años valientes, años
Por venir, que ahora son presente.

Presente de hoy, ya mañana
Aún joven mientras aguante
El corazón y el deseo, mientras
El cuerpo camine al ritmo
De la sangre y beba,
Abecedario de mi carne,
                                Del venero
De luz que frutece
Los acantilados de mi frente.

Francisco Aranda Cadenas
                                   'Ahora vas con tu amante por las calles de Roma'.

                                                                  Jorge Alemán


El río de la ciudad está seco.

En las calles los amantes
Suspiran por la lluvia.

Tomados de la mano
Recorren un infierno
De sal y de sombra.

El río de la ciudad está seco
Como está seca mi garganta.

La noche envuelve el río, las calles, la ciudad;
Buscan los amantes el delta confuso de sus nombres.

Está seca mi garganta como el río,
Están húmedas mis ropas y mi canto.

Los amantes recorren un cielo
Azul añil que los nombra:

A
  g
    r
     i
      d
        u
          l
           c
             e
                  vino
De soledades compartidas.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010
A veces intuyo, que el cuerpo
(Cuerpo del amor) está
Construido por sólo palabras
-Fonética arquitectura-,
Que la carne es un silabario,
Una fuente que mana letras
Y más letras, discursos
Subjuntivos, planetas
Imposibles de alcanzar...

Mi fractura es mi verbo,
Mi falla es mi verbo,
Mi conjunción es mi único posible
                                                Verbo.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010
                              

a Miguel García Jiménez, entrañable...
                                                    
'En la adversidad, pórtate fuerte y animoso; pero prudente, recoge las velas, si el viento llegara a hincharlas demasiado'
                                                                                                          HORACIO (Odas, II, 10)

A los días de tristeza les suceden otros de gozosa alegría,
Pero reserva tus fuerzas para el retorno de la obscura pena;
Así, días y noches nos recuerdan las luces y las sombras
De esta vida. Díselo con un violín lento a quien amas,
Y no lo olvides nunca: la dicha se viste de negra seda.

Ama entonces con ganas y con bríos, y recuérdame,
                                        Que yo medite estos versos que te escribo.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, 4 de octubre de 2010
Nubes encendidas sobre los tejados,
Cercanas a los balcones,
Que entran por las ventanas,
Que bajan por las escaleras,
Que salen a la calle,
Que abrazan a las muchachas,
Que llaman por teléfono,
Que toman el metro,
Nubes encendidas sobre las farolas,
Que bendicen los rostros infantiles,
Que se cuelgan de los árboles,
Que se trenzan a las aceras,
Nubes encendidas,
Nubes de otras tierras,
Nubes, nubes, nubes,
Que cultivan las cosechas.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 4 de octubre de 2010
Esta raison d'être
En una página,
En la calle,
En las clases
De antropología,
Es una razón de ser
Profana, 
               Y me gusta.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, 4 de octubre de 2010
APOCALIPSIS NOW

No me queda más que un verso en la recámara;
Lástima, porque en estos tiempos los poetas
Estamos llamados a disparar con la palabra.
A disparar con la palabra como quien
Arroja a los mercaderes del Templo;
Ruego no sea yo un mercader.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, septiembre de 2010

Compañeros poetas, ¿es útil la poesía?
¿A la mente, al corazón sirve?
Si en nada vale, si no es más
Que una vana fantasía dejaré
De escribir. La frialdad
De los inviernos requiere de un verso.
Compañeros poetas, ¿es útil la poesía?

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 2 de septiembre de 2010
El hilo de luz que roza tus labios
Es pura miel, amada. Silenciosa,
Cual un beso robado, es la verdad
Del sol en los mediodías marinos
En que tú, delirante en un momento
Apenas, recorres los límites
De mi cuerpo con una sola palabra.
Amor mío, la aurora nos recoge
Con sus brazos amantes, siempre
Aquí, allí siempre, y huele a vida
Al igual la tierra mojada cuando llueve.
En ésta tu casa entré, y te hallé,
Viva llama, siempre sin saberlo.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 4 de septiembre de 2010
Un poema no es sólo una cuestión de estética,
Es una búsqueda, un hallazgo, un lugarcito
Donde encontrarnos, prójimo y vecino,
                                                Aunque estés tan lejos.

Un poema no es sólo una cuestión de ritmo,
Es un mineral, una planta, un animal, un alma,
La nuestra al unísono convocando a las palabras.

Un poema no es sólo cuestión de cómputo silábico,
Es una raíz, una quebrada, un valle, una aldea, una ciudad,
Donde los jóvenes y los ancianos cantan.

Un poema no es sólo ni está solo...

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 3 de septiembre de 2010

Adiós, días estivales

Adiós, roquedal marino. Adiós, madrugadas estivales,
Me marcho hacia los bosques de palabras.
Frutecido de abecedarios el paisaje
Del alma, en la tarde creándose
El poema con tu beso, que delicadamente
Roza la carnación de mis labios.
Como una hoja leve apenas suspendida
En el aire, alimentada por la brisa, así
Tu frente perfumada de nutricios olores.
Adiós,
      Adiós,
            Adiós

A la brevedad de las mareas, de los juncos
Entreverados en la pequeña laguna,
Al rostro preso de la soledad, a la fiebre
De los días; adiós, me marcho hacia los bosques
De palabras, animado de dulzura
Por la vocación amatoria de tus brazos.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 3 de septiembre de 2010
¿Qué queda después del amor?
Salimos de la madrugada
Para entrar de lleno en el día.
Nos habita un silencio, una flor...
Después del amor queda la promesa
Del reencuentro. Huele a incienso
En las horas que se desvisten,
Hermosas, donde volvemos
A encontranos, donde somos
Cumplidores de nuestra promesa.

¿Qué queda después del amor?

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 2 de septiembre de 2010
Pensemos solamente en el combate.
                                                                                     Homero

Ya no soy un joven poeta.

                                            He blasfemado, he pecado de impiedad.


                    Cuál será mi destino.

Si me alcanza la noche qué podré decir, qué podré cantar.

Será tal vez preciso evocar

                                 Esas preciadas horas

                                                                       En las que me habitaba

La poesía -esa ventanita a tiempo- , para luego

Abandonarme a las dudas...

                 Qué camino andaré

                                                              Bajo los solsticios y los equinoccios

Poblados de mariposas 
                                    
                                              Que se suman a la paramera de mi cuerpo.

                He pasado muchas noches, atropellado por abecedarios
                Afilados como alfanjes sobre la desnudez de mi piel.

                                                                           Pensaré solamente en el combate.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 1 de septiembre de 2010
AL PIE DE UN ÁRBOL

                                     a Rosita.

¿Sabes? Tal vez muera al pie de un árbol
Con cierto sosiego, donde los lirios crecen
Y hay un paisaje de ti, pero sin haber
Entendido nada. Mi natural incomprensión
De las cosas se ha convertido en un tembladeral,
En el pie de un árbol al atardecer
Donde dicen he de morir, ¿Sabes?

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 1 de septiembre de 2010
Entrañita noble de tu casa, pequeño paraíso
Nocturno, nupcial, hecho de instantes breves
                                                 Cual segundos.

Entrañita de tu hogar sencillo, desnudo,
Prendido de la historia familiar, de la palabra familiar.

Entrañita de tu espacio simple, singular, lirios de luz
Por tus ventanas, ¿qué amor te habita?

Entrañita amada, amable, entrañita hermosa, lúdica,
¿Qué será de ti mañana, dime, cuando yo regrese?

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
Si no les resulto familiar, 
Búsquenme en otro lugar de la poesía,
Quizá en los lugares con prójimos
Y revoluciones de a poquito,
Allí donde se extrechan las manos
Y  es maduro el mediodía.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
ESPERANZA
                                            
Me dijo: es una promesa.
Y como ella era cumplidora
De su palabra, y tenía algo más
Qué sílabas y huesitos,
Me besó largamente a la hora
                                         Señalada.

Su cuerpo no esquivó
Un solo abrazo mío,
Sino que me los devolvió
Setenta veces siete.

Como aún creía en la prójima
De ojos expresivos,
En el prójimo de manos
Extendidas, tuvo compasión
De los recuerdos y echó
                              A andar.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
DE AGENDAS Y AEROPUERTOS


No sé qué ventanal abierto me espera, como mayo
Espera los hilos de luz que las aven dejan en su vuelo;
No sé qué ventanal, qué mayo, florido o no, sencillo,
Y alrededor del parque con patos y promesas.
Arrojo guijarros al agua del estanque, arrojo
Las agendas donde sólo anoté fechas fijas
Sin posibilidad de cambio o transparencia.
Me quedo con los viejos papelitos donde escribí
Poemas, versitos sueltos con cada café
De la mañana, donde dibujé un aeropuerto
Cómplice de mis tristezas y alegrías simples.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
¿Cómo empezó todo?
¿Cómo se escribió mi primer verso?
¿Se acercó hasta mí la palabra
Como una abrigadera desde el horizonte?
¿A quién le debo el suceso
Poco pragmático del poema?
En aquel tiempo papel en blanco
Y lápiz 'Alpino', a veces las servilletas
De un bar donde bebía vino rancio
Por pura imitación, donde fumaba
Por pura imitación... Insomnio
De las casa de mis padres,
Años de universidad, años
De ausencias en el corazón,
Años de Dios y su bondad severa.
¿Qué ocurrió entonces, qué abecedario
Vino a visitarme, qué sincero dios
De la poesía, qué reloj atrasado
Me puso a conquistar los segundos?
Hoy comienzo nuevamente a escribir,
Hoy, en agosto de 2010, en mi casa
También insomne habitada de pájaros,
De radas donde vienen a atracar los barcos,
Y los trenes nocturnos pasan con viajeros
                                                             Y metáforas.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, agosto de 2010
Ya sé que el canto no es un optimismo,
Pero no me lo digas, al menos hoy
Que duermo lentamente lejos del sueño.
¿Qué será la poesía? Ya antes escribieron,
Antes que yo... ¿Qué será mi poesía?
¿He de seguir escribiendo? La noche
Es subterránea, está y es, con su
Verso hecho clavel y nube.
Las leves hojas que piso en mi descanso
Llevan un cascabel y me despierto, no
A tu lado, y me levanto, lavo mi rostro,
Retorno al papel y a la tinta, a la pantalla
Del ordenador, a los ojos de los muertos,
De los vivos, de los aún por nacer...
Ya sé que el canto no es un optimismo
Pero permite que me vuelva a dormir;
Mañana ya me cuentas que de la cabeza
hasta los pies me baja la nostalgia,
Quizá sea de ti que no despiertas a mi lado.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 7 de agosto de 2010
Considérense los ríos en silencio,
No un silencio tosco o mineral,
Sino un musical silencio.
Considérese un delta como un poema,
La mar como una canción,
Y a esa canción como a la muerte.

Tal vez la noche más larga
Encierre en sus entrañas
Pentagramas y estrofas,
Un cuartito donde desahogar
La alegría, aunque sea estío
Y se encuentre Dios de vacaciones.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 12 de agosto de 2010
                        
DE FRENTE

A mi sobrino, Javier Aranda Ferré, con amor.

Porque miras
De frente
Y lloras
De frente,
Y hablas
De frente,
Y eres
Canción,
Y eres
Poema,
Tu corazón
Se llueve
Sobre la tierra
Que habrán
De pisar
Mañana
Aquellos
Que de frente
Miran.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 12 de 2010
TÚ, QUE ME CONSIDERASTE UN VIVO

Porque me exilié en redondo dentro de mi exilio,
La palabra amor se quebró en mi piel. Enredadera
De ti que me nombras, me has salvado.

Mi recuerdo de ti es entonces no un vago recuerdo,
Sino una esperanza por ti que me consideraste un vivo
De retorno al papel, a la tinta, a la letra...

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 11 de agosto de 2010
                                                    a mi abuela Pepa Blanco.

Esas cerezas que crecen en tus manos, los cantos
Rodados de los ríos, los colibríes que amamantan
Tus pechos, tu sangre como un árbol, todo eso
Y cuanto desconozco se cifra en tus ojos.
Ahora, que la noción de patria es una muerte,
Un torpe delirio, que tus manos derrotan
Las banderas con su fulgor de pianista,
Es ahora que me trenzo a tu recuerdo,
Al dulce recuerdo de tu savia.
Abuela que te fuiste para volver mañana
En una canción, en una sombra iluminada,
Madrecita de ayer, recuerdo de los días
Por venir, venciste la ponzoña de tus tiempos,
Haciendo revolución en las blancas sábanas
y en las aceras que limpiabas despacito.
Resguardo de tierra enamorada, tierra de todos,
Abuelita dulce, esas cerezas que crecen en tus manos
Las repartes con cariño, las brindas a los cielos,
A las páginas donde escribo, a los cabellos
De tus nietos, al delta del río donde hemos
De encontrarnos, abuelita dulce, entraña
Que nos dejas, que nos dejaste con tu rostro
Pacífico y algunas palabras de amor,
Cómo olvidarlas... Es ahora que me trenzo
A tu recuerdo, a esa revolución de veras
De tu pulso, cuando todo era un espacio
Vacío donde morían los niños y a veces
                                                 La esperanza.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 11 de agosto de 2010
Estos versos con los que interrogo, con los que me interrogo
Jamás me ofrecen una respuesta; una duda más se agolpa
En los bolsillos del abrigo que me arropa. La sola certeza
De la muerte parece abigarrarse más y más profundo
Cuando el poema abre sus corolas en los días
Con puntos suspensivos y dos puntos, y una coma.
Qué sorpresa entonces cuando algún poema apunta
A una alborada, aunque diminuta, pero fresca.
La poesía es un desarraigo que da frutos
Ora dulces ora amargos, es el preliminar
Del dictado de algún dios con rabia en los ojos
Y amor en las manos. Estos versos
Con los que interrogo convocan al olvido,
Y de la desmemoria crean una memoria nueva
Al igual que los ojos que miran como si fuesen
Otros ojos, o cuando la realidad cambia su rostro
Al ser vista por el poeta que interroga sin ser visto.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de agosto de 2010
Calle Larios en Málaga a las 12 del mediodía.
Mi corazón, hoy abstracto, se rodea de palomas.
Tomo un café en la pastelería Lepanto
Y me dirijo hacia la Plaza de la Merced.
Mi hermosa muchacha, si te encontrase
En el camino, te llevaría al teatro romano
Y te declamaría un poema de esos
Que tanto amas. Oh si lloviera hoy,
Calurosísimo día de agosto, si lloviera
Al menos sobre los tejados y me mojara
De un espeso rocío, y compartieras
Conmigo acerca de estos últimos días
En que desapareciste. Ya te dije, verdad,
De niño mojaba mis pies en las acequias
Y soñaba contigo cuando aún
No existías. Plaza de la Merced,
No te he encontrado, y me siento
En un banco a leer poemas
Que tal vez leyeron otros, o sólo yo quizás
En este instante en que te pienso
Arracimada a estos versos como si
Fueses una delicada metáfora.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 10 de agosto de 2010
El musgo es un silencio.
En la provincia de Vitoria-Gasteiz es un silencio.
Los buitres sobrevuelan la quebrada:
Quizá un poema muerto, un abrazo muerto...
Y un águila.
Al sur, al sur de la península abierta en canal,
La mar es un silencio.
Quiero asomarme a las palabras de tu boca
Como quien se asoma a una balconera
Con geranios y madreselvas salvajes.

La noche es un silencio. Tu cuerpo es música.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de agosto de 2010
Ella me lee al atardecer, y no sabe
Si sueña o si tiene en sus manos
El manuscrito del poeta.
Cuando el crepúsculo aparece
De la mano de una impávida niña,
Y el anhelo se acrecienta,
Ella repasa los versos
Que han traspasado su carne.
En el filo naranja que separa
La noche del día, esa frontera
Diminuta entre el azar y la necesidad,
Se divisan toros y ángeles, alguna
Sombra de realidad, una luz engañosa.

Ella me lee al atardecer, y no sabe
Si sueña o si tiene en sus manos
El manuscrito del poeta.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de agosto de 2010
Las parras están frutecidas.
Ven, querida mía, mi dulce muchacha,
A descansar bajo las rojas uvas.
Este año ha sido un buen año,
La cosecha se multiplicó por dos;
Los campesinos están contentos,
Habrá fiesta para septiembre.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 7 de agosto de 2010
Después del hayedo el prado,
El filo del camino,
La noche que templa la brisa.
Al nor-noreste de tu boca
Se desbocan los caballos.
La luna gime,
Redonda y terrible,
Y se despliega
En un abrazo de silencios.
Es la hora de partir;
Queda lo que queda,
Los amigos, los paisajes.

Y después, con las sienes recién atardecidas,
Estoy en otro espacio que tal vez no hubiera deseado.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 27 de julio de 2010
Wagner se sube a una montaña
Y se arroja al vacío
-Cabalgata de las Walkirias-,
Y escucha los ecos atronadores
Del tiempo y su memoria.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 6 de agosto de 2010

SILVIO RODRIGUEZ - 10 AñOS DE MENOS - PABLO MILANES

De tan leve el azul,
De tan leve,
Se deshoja el cielo
De tan grave.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga
El crepúsculo nos saluda, nos dice adiós, nos transporta
A quién sabe qué mundos, qué soliloquios, qué diálogos.
Cae la noche como caen los cometas en esos días
En que llueve la sorpresa de estar vivo, en que la luz
Se prende a las retinas que convocan el sueño
Delirante de la mar en marejada. Nos saluda, nos dice adiós
Con singular voz femenina. Los dioses se han muerto
Afortunadamente: ahora todos defecamos por igual,
Y entonces, felizmente torpes, acabados y rendidos,
Nuestras manos son nuestra humanidad como un liso
Y llano encuentro con el mundo de los vivos...
Amanece, son las horas de babel a veces,
Policromadas, vestidas de óleos, envueltas en papel celofán
Junto a un corolario de niños que reivindican los años bisiestos,
Su dulce afán de estar en pie de guerra, en pie de paz.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, junio de 2010
Giran en torno a la palabra
Todos mis dados. Me prendo
De su brazo más redondo
Y la amanezco
Con mi corazón de náufrago
Mientras el mundo duerme.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 5 de junio de 2010
A veces
No sé de qué se habla,
No sé qué verbos
Se conjugan.

Es como si Dios
Hubiese babelizado
Las conjuras
A la hora del café.

Francisco Aranda Cadenas
Málaga
La noche es cómplice de mi sueño y yo germino
En las palabras que se estremecen al ser pronunciadas.
Tal vez sea un funambulista recién parido,
Un largo atardecer sin bandera ni atlas.
Al menos aquí estoy en plena digestión
De todo lo que fueron sombras y lugares,
Y un poquito de limón.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 18 de mayo de 2010

Mi soledad de ti

Mi soledad de ti es incorpórea, abstracta, inconclusa.
Mi soledad de ti no tiene nombre ni rezo ni utopía,
Y sin embargo, es esta soledad de ti que me llena de esperanza,
Y una bandada de pájaros anida en mi piel. Solo,
Con un recuerdo labrado en la retina, le tiendo un pulso
Al canto, a la historia, a los letargos. Mi soledad de ti
A veces es sonora, a veces muda, a veces necesaria.
Convivo con mi soledad de ti aferrado a una imagen
Futurible sin fecha de caducidad, sin anuncios
Preliminares, sin rabia ni llanto... Es esta soledad de ti
El collage de un árbol, de una nube, de una posibilidad,
De una renuncia, de un diálogo que exige de mí un exilio.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 18 de mayo de 2010

Sarah Chang - Chopin Nocturne Violin NEW

Ni tan siquiera me ayuda hoy
el cristianismo de conventos
ni una hoz en la cruz.

Matilde Vida Castro

Málaga

The Promise - Michael Nyman

Wim Mertens We are the thieves

LA NOCHE SIN TI...

La noche sin ti es un silencio mineral,
Una cuenca vacía, un abril desterrado,
La sal del mar arruinada por la lluvia...

Francisco Aranda Cadenas

Málaga
No conocían las palabras
Acerca del amor,
Acerca del miedo,
Acerca de la noche y del día.
No tenían nombres
Para la fresca hierba,
Para la lluvia de invierno,
Para el sol del verano.
No sabían llamar
A sus hijos,
A sus mujeres,
A sus hermanos.
No comprendían
Los sueños,
Los caminos,
Los paisajes.
Y Dios era puro silencio,
Y los ángeles eran puro silencio,
Y los hombres eran puro silencio.

Francisco Aranda Cadenas

México

a Francisco Javier Alcalde de Hoyos con gratitud y afecto...

Parto nuevamente al mar de mi infancia.
Marinero junto a las orillas
Respiro el aire con salitre;
Detrás los montes nevados
Son sólo un recuerdo
De los soles moribundos.

Diez olas nada más bastan
Para saberse finito
Cuando golpean en el pecho.

Al poniente y al levante
No llegan a divisar mis ojos,
Se me antoja entonces la N-340
Como única referencia del espacio.

Mi alma de nómada
junto al mar, cercano a la N-340
Mientras la luna asciende...

Sólo un plato de cerezas podría
Acercarme a la memoria de otros años
Desafiadores del olvido, aquí
En esta orilla presente
Y los pescados.

Francisco Aranda Cadenas
Almería

YAQUIS DE Cd. OBREGÓN

Huele a tierra mojada este pan de hoy.
Fue amasado a puño por manos campesinas
De celestes soles, de celestes lunas;
Pan del girasol, pan de la lluvia,
Enamorado pan de los ojos indígenas.
Huele a tierra mojada, a barro del primer
Día del mundo, como cuando el primer alba
De la luz más inocente.

Francisco Aranda Cadenas

México
Me brindo a la esperanza que me trajo
Este mes de abril jugoso de racimos.
Soy frente al espejo las ganas
De reírme de mí mismo, algo más viejo ya,
Más cansado, algo asi como un clown o un trapecista.

Francisco Aranda Cadenas

México
Con su peligro hermoso la vida sienta plaza
En las arterias del dolor y de la dicha,
Intocable, inasible, fluyente; no existe
Atrio cerrado para ella. Toda madera, todo acero
Tiemblan al contraluz de malevolencia y de la bienvenida,
De los agridulces tejidos, urdimbres
De soledades y presencias, de muertes también.

Francisco Aranda Cadenas


México
Hacia la luz, hacia la aparición, hacia la ventura,
La hora clara de los signos son la gracia y la lluvia
Heridas en los cuatro tiempos de las estaciones
Sobre la blanca piedad de las cuartillas.

¡Venid, vecinos, dancemos!
Es más cercana la verdad del verso
En los vuelos de la celebración.
¡Venid, vecinos, al momento de la gran renuncia!
Bien sabemos que no existe el alba si no es antes del alba.

Francisco Aranda Cadenas

México

A José María Marín, entrañable profesor de literatura.

Sentado en el parque veo
Palomas danzantes. Leo
A Blas de Otero,
M viejo maestro,
A quien asesiné decentemente.

Qué me queda,
Me pregunto,
De mi pasado
Y des-memoria.

A flor de piel, en la ciudad,
Me golpea mi humanidad
Sin ser imagen de dios alguno.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga

a Miguel García Jiménez con profundo afecto.

A MODO DE HAIKU

Jean-Claude Sempe;
Jean-Luc Donnet;
jean say;
Gilbert Lascault;
catherine Backes:

EL PSICOANÁLISIS.

a Nobel Perdu, con profundo afecto.

Has llegado hasta mi corazón
Con agua de rosas de tu acento.

Francisco Aranda Cadenas

Almería

UKELELE

Qué tal una canción para
Un baile con ukelele... Después
Diremos: sentémonos aquí
Como en un lugar sembrado
De parras, todo sangrante
De uvas rojas.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga
Tras la noche vencida, en esta bahía
Sin nombre, hay un jazmín
Muerto de ausencias y un toro
Helado bajo una sombra de sangre,
Y hay en la ventana rota
Una niña que gime
Sobre el alféizar.

Es la soledad primera
Y última
Cuando todo se reduce a un vago
Recuerdo de la muerte.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga

jacques lacan reinventar el psicoanalisis PARTE 4

Freud on Freud

Soy viento de la edad desdibujada,
Soy mudanza de los campos,
Soy fugaz edad tardía,
Y apenas amapola enrojecida,
Y tan sólo azucena y desengaño,
Y sueño del girasol al mediodía,
O fruta desgajada en las acequias,
O del otoño sola hoja entreverada,
O la nieve en el valle deshelada.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga
Mulheres correndo, correndo pela noite

Herberto Helder

Mujeres corriendo por la noche,
Corriendo desnudas, enredaderas añil
Hacia las orillas de las playas.

Por las dunas mujeres corriendo,
No de nadie huyen, sólo
Corren por la noche
Que siembra la tierra.

Mujeres corriendo por la noche
De estrellas marinas y furtivos besos.
Ellas corren: sus senos en pie
De paz y de guerra.

Mujeres corriendo por la noche,
Mujeres llovidas en la noche,
Mujeres amadas en la noche.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga
Estoy preparando una sonrisa para ti.
Créeme que puedo sonreírte
En un color peak weekend
Con belleza azufre de mi boca.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga

NOSTALGIA

La tarde arrastra su desgana
De claveles,
La tarde rota, difunta la tarde.
Y hundidas mis manos
En su anemia, se desgajan
Los dulzores últimos
De tus manos de naranja
En esta tarde rota,
En esta tarde difunta,
En esta anemia de la tarde obscura.

Francisco Aranda Cadenas
Tú no quieras, amor, mi amor,
me muera al pie del agua,
Aunque el roquedal esté
Frutecido de corales.


Francisco Aranda Cadenas

Almería
Déjame tan sólo una canción
En el apartado de correos.
Acudiré a la cita con dos billetes
De tren para la madrugada.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga
No tomaremos la Bastilla,
La libertad no guiará al pueblo;
Sólo tus bel occhi grandi
Tienen algo de utopía.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga

Cd. OBREGÓN

Qué podré yo darte, qué me das, caliente
Tierra del noroeste, arboleda de los yaquis, cielo
Del Náinari, aguas del canal, luna
Trenzada de esperanza, sol
De fuego que inunda Obregón de luz,
Y hace de la doble sed del hombre
Una urdimbre de panes y de rezos.

Aquí están mi corazón y mi coraje,
Y estas ganas de vivir en libertad del aire,
Y esta hambre de amasar corolas de hechos
Con las manos.

Francisco Aranda Cadenas

México
Y abro los cálices de la memoria
De luz ardida y sin tiempo;
Busco en el secreto pozo la voz erguida,
La razón de amor que arroba el aire;
Llamo a la sutil desnudez de la palabra
En los entreverados bosques, por sus pasillos
De hojas huidizas y miel en las copas.

Y abro los cálices de la memoria,
Y saber, y después no saber nada.

Francisco Aranda Cadenas
Almería

Beethoven Sinfonía nº 5 (Bernstein - Baviera) 1/6

a María Zambrano

María zambrano, es ya que te has ido para siempre,
Y es para siempre que te quedas,
Anfitriona del pensar y la poesía.
Y yo me agarro de tu brazo
Anhelando ser un vástago de tu palabra,
Y busco en el discurso de tu mar enamorada...
María, María, María, 'ínferos del alma', 'razón poética';
Van los hombres partidos entre lo sagrado y lo profano
Hacia la palabra auroral de cada día.
Yo te canto, en la luz que se engendra y que se pierde,
En el eco evocador de tu pasión encendida y perdurable,
En la secreta bahía de los seres habitados:
Raíz y nacimiento, sana el cuerpo, el viento vuela
Mientras el hombre, 'rey mendigo', ama el sueño espermático,
La preñez de las lentas horas femeninas.
¡Vida, hasta no ser sino un instante inmenso,
Despertarán después los ángeles de flores amarillas!

Francisco Aranda Cadenas

Málaga
Confiados y decentes se sientan a la mesa,
Los pobres con su sangre esbelta,
Y miran al cielo esperando la lluvia.
Sobre los roncos terrones de la tierra
Oran en la vespertina luz
Y recogen, mansos y terribles, la cosecha.
Desnudos se arrojan a la alberca,
Al blando paladar del agua,
Cuando los peces yacen en el fondo.
En los jergones de la habitación sombría
Siembran la dicha y la esperanza
Palabra por palabra, nube sobre nube.
En el atardecer de pómulos hinchados
Reclinan sus cabezas en los fardos
Abrazados a una ilusión obscura,
Como obscura es su mirada en el silencio.
Los pobres hacen crujir sus manos
Mientras fuman su tabaco
Y contemplan las ausencias del desierto.
Y es extraño su amor, y es de veras
Ese goce de los cuerpos con sus calamidades y milagros.
Los pobres miran ojerosos
las sombras que pasan en la plenitud del día.
Entre alabanzas, amamantando niños,
Se extravían sus miradas, y piden
Pan y paz, un bosque desconocido.
Cuando el sueño límpido deja de ser una muchacha
Sobrecogidos despiertan en la noche.
Junto a lo perdido y lo recuperado
Salvan su sed tan subjuntiva,
Hasta que la triste muerte se los lleva
Los días quince de abril,
Los días catorce de mayo.

Francisco Aranda Cadenas

Cd. Obregón (México)

Diana Damrau Aria Reina de la noche La Flauta Mágica Mozart

Por un cendal arropada entre dos sombras
-Espacio ínfimo de luz-, ella teje
Las frutas maduras que toman sus manos
De la luna. Bendita bajo los cerezos
En flor, contempla el río misterioso
Como misteriosos son los versos
Que convergen en la orilla de un poema.
Hacia la mar, por un cendal arropada
Entre dos sombras, ella navega
El río -heraldo de la luz- y se columpia
En el velamen. Entre dos sombras,
Reposa ella sus manos en el agua,
Sus ojos convertidos en un haz
De tiempo sin tiempo, su talle
Encendido por el sol, su cendal
En donde reposan las palabras.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de mayo de 2010

Mercedes Sosa - Pablo Milanés - Años

Mi corazón quiso volar pero anidó en su pecho.

Mas yo me iré en las tembladeras de la madrugada;
Me iré en el alba persiguiendo el alba.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 9 de mayo de 2010