El Poeta
Escrito está en la corteza de los árboles,
En los bancos de los parques escrito está,
Como una suerte de dicha, un haz de luz
Al igual en la carne, al igual en el alma,
Un haz de luz que incendia las tardes,
Que florece en las copas, en el lindero
De los nombres, cuando ya la siembra
Es una bienvenida jovial, una novia
Al pie del canto. Escrito está
En la carne del violoncello,
Donde habita una muchacha desnuda
Que entrega flores a los transeuntes.

Escrito está un haz de luz en el blanco
                                            Azahar que la luna escancia.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, noviembre de 2010

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