El Poeta
¿Dónde se esconde esa primitiva verdad
Que me habitó cuando era niño?

¿Quién me entregó la palabra
Y me la hurtó al mismo tiempo?

¿Verbo mío, de ti, de otro?

Mutilo el modo subjuntivo si lo pronuncio sin júbilo.

Mutilo la raíz del sueño, al terrible niño de mi propio espanto.

¿Cómo saberse entonces,
Si así despavorido cierro el telón
Donde se ofrece la luz tan transparente?

Hoy comprendo que busco un deseo propio y olvidado.

Hoy, deshabitado, hundo la cabeza en mi pecho y me muerdo el corazón.

Hoy te busco, poema, porque me haces tanta falta, mas no tengo tinta ni en los ojos.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, octubre de 2010

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