El Poeta
Pues quisiera en sustancia ser dichoso,
obrar sin bastón, laica humildad, mi burro negro.

César Vallejo

A veces escribir es dolerse entre reglones, como el dolor
entre dos nadas -nosotros, habladores insomnes-, bajo la piel
del limón, a hurtadillas en las sombras, humo de cigarro,
caléndulas marchitas, porque existe un ser apuñalado por la espalda.
César Vallejo ha venido a desangrarse a las puertas de mi verso, lo he visto
acercarse desnudo y con raídas ropas, tenso el semblante, los ojos
perdidos, más allá incluso de la propia muerte. Pero no es mío su dolor,
siquiera mi dolor es mío, sino esta suerte de camino en que sospecho
hay un pelotón de fusilamiento detrás de cada hombre.

Francisco Aranda

Málaga, a 17 de marzo de 2017