Parto nuevamente al mar de mi infancia.
Marinero junto a las orillas
Respiro el aire con salitre;
Detrás los montes nevados
Son sólo un recuerdo
De los soles moribundos.
Diez olas nada más bastan
Para saberse finito
Cuando golpean en el pecho.
Al poniente y al levante
No llegan a divisar mis ojos,
Se me antoja entonces la N-340
Como única referencia del espacio.
Mi alma de nómada
junto al mar, cercano a la N-340
Mientras la luna asciende...
Sólo un plato de cerezas podría
Acercarme a la memoria de otros años
Desafiadores del olvido, aquí
En esta orilla presente
Y los pescados.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
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