Las gaviotas tienden una gran red en el cielo.
Cinco muchachas blancas como cien pétalos
De rosas blancas duermen sobre sus toallas
Con un libro abierto que roza sus frentes;
La neblina difumina sus cuerpos al igual
El dibujante trata el carboncillo en el papel.
El viento lleva y trae la arena, y forma
Dunas de palabras. La brisa conmovida
Humedece los cuerpos juveniles
Mientras yo apetezco de la orilla
Y dibujo un corazón que habrá
De ser borrado por las aguas.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 6 de mayo de 2010
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