El Poeta
En la doble marea de tus senos
Habitan geranios y alamedas,
Una fronda gentil, una humilde paloma.
Bajarás desde el cerro dormido
Sobre un blanco unicornio de tristezas,
Porque son de ausencias los vuelos del vestido
Que cubren la tierna amapola de tu cuerpo.
Los troncos, los ramajes que surcan en el río
Conocen la austera ciencia de las horas.
Yo anhelo la cópula de fuego que respiran
Mil pájaros y uno en un cielo de esperanza.
La sed está partida en dos:
Mitad luz y mitad sangre.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga

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