Pensemos solamente en el combate.
Homero
Ya no soy un joven poeta.
He blasfemado, he pecado de impiedad.
Cuál será mi destino.
Si me alcanza la noche qué podré decir, qué podré cantar.
Será tal vez preciso evocar
Esas preciadas horas
En las que me habitaba
La poesía -esa ventanita a tiempo- , para luego
Abandonarme a las dudas...
Qué camino andaré
Bajo los solsticios y los equinoccios
Poblados de mariposas
Que se suman a la paramera de mi cuerpo.
He pasado muchas noches, atropellado por abecedarios
Afilados como alfanjes sobre la desnudez de mi piel.
Pensaré solamente en el combate.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 1 de septiembre de 2010
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