El Poeta
Porque estuve hastiado es que eché a andar;
Los vientos develaron ciertas bondades prójimas;
La noche se luneó elegantemente, y el sol, el sol
De todas las mañanas se apareó con la tierra
Engendrando vástagos amantes. Porque estuve hastiado
Es que eché a andar por caminos inhóspitos a veces,
Pero mereció la pena porque andaba caminando,
Una y otra vez hacia preciados lugares, donde aquello
Inverosímil se tornaba presencia, y lo humano
Parecía advenir como una canción entonada en la niñez.

Porque estuve hastiado es que eché a andar.
La rosa de los vientos es un hervidero de vida.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 20 de diciembre de 2012

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