El Poeta
Después de sí, de no, de nada, de siempre,
La voz aérea y desbordada en los salones.
Alea iacta est sobre los astros insomnes
Y el verbo amar. Corazón de cientos
En la madrugada, dime, hacia dónde caminas.
Las grandes prostitutas de la Historia los poetas,
Cuya sombra no mancillan los otoños heridos.
De sol a sol los campesinos, los poetas de guardia
_Véase Gloria Fuertes-, y la noche, la noche de súbito
Como una ira, una blasfemia... Cuéntame un cuento
No para dormir, sino para encontrar un sentido
Al borde de los amplios precipicios y las radas:
Sueño con navegar los mares en cascarón de nuez.


Francisco Aranda Cadenas

Málaga, en junio de 2012

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