El Poeta
Como un móvil de Calder, de tus cabellos estaban suspendidas las palabras;
Festín para los pájaros en la tarde cercana ya a septiembre. Tu cuerpo
Como un árbol ofrecía sus frutos parecidos a una subversión del lenguaje
Y sus ramajes eran la perfecta ocasión para beber jugo de sílabas
                                                                                      Con las que desarrollar un poema.
Has reinventado todos los bordes del día, las cajas de texto de los folios primero y último.
Has confluido en el delta de los abecedarios que incendian el día como queriendo
Dilucidarse en la alta mar de los sueños, que quiebran el espacio para otro espacio nuevo.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de agosto de 2012

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