A veces
No sé de qué se habla,
No sé qué verbos
Se conjugan.
Es como si Dios
Hubiese babelizado
Las conjuras
A la hora del café.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
La noche es cómplice de mi sueño y yo germino
En las palabras que se estremecen al ser pronunciadas.
Tal vez sea un funambulista recién parido,
Un largo atardecer sin bandera ni atlas.
Al menos aquí estoy en plena digestión
De todo lo que fueron sombras y lugares,
Y un poquito de limón.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 18 de mayo de 2010
En las palabras que se estremecen al ser pronunciadas.
Tal vez sea un funambulista recién parido,
Un largo atardecer sin bandera ni atlas.
Al menos aquí estoy en plena digestión
De todo lo que fueron sombras y lugares,
Y un poquito de limón.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 18 de mayo de 2010
Mi soledad de ti
Mi soledad de ti es incorpórea, abstracta, inconclusa.
Mi soledad de ti no tiene nombre ni rezo ni utopía,
Y sin embargo, es esta soledad de ti que me llena de esperanza,
Y una bandada de pájaros anida en mi piel. Solo,
Con un recuerdo labrado en la retina, le tiendo un pulso
Al canto, a la historia, a los letargos. Mi soledad de ti
A veces es sonora, a veces muda, a veces necesaria.
Convivo con mi soledad de ti aferrado a una imagen
Futurible sin fecha de caducidad, sin anuncios
Preliminares, sin rabia ni llanto... Es esta soledad de ti
El collage de un árbol, de una nube, de una posibilidad,
De una renuncia, de un diálogo que exige de mí un exilio.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 18 de mayo de 2010
Mi soledad de ti no tiene nombre ni rezo ni utopía,
Y sin embargo, es esta soledad de ti que me llena de esperanza,
Y una bandada de pájaros anida en mi piel. Solo,
Con un recuerdo labrado en la retina, le tiendo un pulso
Al canto, a la historia, a los letargos. Mi soledad de ti
A veces es sonora, a veces muda, a veces necesaria.
Convivo con mi soledad de ti aferrado a una imagen
Futurible sin fecha de caducidad, sin anuncios
Preliminares, sin rabia ni llanto... Es esta soledad de ti
El collage de un árbol, de una nube, de una posibilidad,
De una renuncia, de un diálogo que exige de mí un exilio.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 18 de mayo de 2010
LA NOCHE SIN TI...
La noche sin ti es un silencio mineral,
Una cuenca vacía, un abril desterrado,
La sal del mar arruinada por la lluvia...
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Una cuenca vacía, un abril desterrado,
La sal del mar arruinada por la lluvia...
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
No conocían las palabras
Acerca del amor,
Acerca del miedo,
Acerca de la noche y del día.
No tenían nombres
Para la fresca hierba,
Para la lluvia de invierno,
Para el sol del verano.
No sabían llamar
A sus hijos,
A sus mujeres,
A sus hermanos.
No comprendían
Los sueños,
Los caminos,
Los paisajes.
Y Dios era puro silencio,
Y los ángeles eran puro silencio,
Y los hombres eran puro silencio.
Francisco Aranda Cadenas
México
Acerca del amor,
Acerca del miedo,
Acerca de la noche y del día.
No tenían nombres
Para la fresca hierba,
Para la lluvia de invierno,
Para el sol del verano.
No sabían llamar
A sus hijos,
A sus mujeres,
A sus hermanos.
No comprendían
Los sueños,
Los caminos,
Los paisajes.
Y Dios era puro silencio,
Y los ángeles eran puro silencio,
Y los hombres eran puro silencio.
Francisco Aranda Cadenas
México
a Francisco Javier Alcalde de Hoyos con gratitud y afecto...
Parto nuevamente al mar de mi infancia.
Marinero junto a las orillas
Respiro el aire con salitre;
Detrás los montes nevados
Son sólo un recuerdo
De los soles moribundos.
Diez olas nada más bastan
Para saberse finito
Cuando golpean en el pecho.
Al poniente y al levante
No llegan a divisar mis ojos,
Se me antoja entonces la N-340
Como única referencia del espacio.
Mi alma de nómada
junto al mar, cercano a la N-340
Mientras la luna asciende...
Sólo un plato de cerezas podría
Acercarme a la memoria de otros años
Desafiadores del olvido, aquí
En esta orilla presente
Y los pescados.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
Marinero junto a las orillas
Respiro el aire con salitre;
Detrás los montes nevados
Son sólo un recuerdo
De los soles moribundos.
Diez olas nada más bastan
Para saberse finito
Cuando golpean en el pecho.
Al poniente y al levante
No llegan a divisar mis ojos,
Se me antoja entonces la N-340
Como única referencia del espacio.
Mi alma de nómada
junto al mar, cercano a la N-340
Mientras la luna asciende...
Sólo un plato de cerezas podría
Acercarme a la memoria de otros años
Desafiadores del olvido, aquí
En esta orilla presente
Y los pescados.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
YAQUIS DE Cd. OBREGÓN
Huele a tierra mojada este pan de hoy.
Fue amasado a puño por manos campesinas
De celestes soles, de celestes lunas;
Pan del girasol, pan de la lluvia,
Enamorado pan de los ojos indígenas.
Huele a tierra mojada, a barro del primer
Día del mundo, como cuando el primer alba
De la luz más inocente.
Francisco Aranda Cadenas
México
Fue amasado a puño por manos campesinas
De celestes soles, de celestes lunas;
Pan del girasol, pan de la lluvia,
Enamorado pan de los ojos indígenas.
Huele a tierra mojada, a barro del primer
Día del mundo, como cuando el primer alba
De la luz más inocente.
Francisco Aranda Cadenas
México
Con su peligro hermoso la vida sienta plaza
En las arterias del dolor y de la dicha,
Intocable, inasible, fluyente; no existe
Atrio cerrado para ella. Toda madera, todo acero
Tiemblan al contraluz de malevolencia y de la bienvenida,
De los agridulces tejidos, urdimbres
De soledades y presencias, de muertes también.
Francisco Aranda Cadenas
México
En las arterias del dolor y de la dicha,
Intocable, inasible, fluyente; no existe
Atrio cerrado para ella. Toda madera, todo acero
Tiemblan al contraluz de malevolencia y de la bienvenida,
De los agridulces tejidos, urdimbres
De soledades y presencias, de muertes también.
Francisco Aranda Cadenas
México
Hacia la luz, hacia la aparición, hacia la ventura,
La hora clara de los signos son la gracia y la lluvia
Heridas en los cuatro tiempos de las estaciones
Sobre la blanca piedad de las cuartillas.
¡Venid, vecinos, dancemos!
Es más cercana la verdad del verso
En los vuelos de la celebración.
¡Venid, vecinos, al momento de la gran renuncia!
Bien sabemos que no existe el alba si no es antes del alba.
Francisco Aranda Cadenas
México
La hora clara de los signos son la gracia y la lluvia
Heridas en los cuatro tiempos de las estaciones
Sobre la blanca piedad de las cuartillas.
¡Venid, vecinos, dancemos!
Es más cercana la verdad del verso
En los vuelos de la celebración.
¡Venid, vecinos, al momento de la gran renuncia!
Bien sabemos que no existe el alba si no es antes del alba.
Francisco Aranda Cadenas
México
A José María Marín, entrañable profesor de literatura.
Sentado en el parque veo
Palomas danzantes. Leo
A Blas de Otero,
M viejo maestro,
A quien asesiné decentemente.
Qué me queda,
Me pregunto,
De mi pasado
Y des-memoria.
A flor de piel, en la ciudad,
Me golpea mi humanidad
Sin ser imagen de dios alguno.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Palomas danzantes. Leo
A Blas de Otero,
M viejo maestro,
A quien asesiné decentemente.
Qué me queda,
Me pregunto,
De mi pasado
Y des-memoria.
A flor de piel, en la ciudad,
Me golpea mi humanidad
Sin ser imagen de dios alguno.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
a Miguel García Jiménez con profundo afecto.
A MODO DE HAIKU
Jean-Claude Sempe;
Jean-Luc Donnet;
jean say;
Gilbert Lascault;
catherine Backes:
EL PSICOANÁLISIS.
Jean-Claude Sempe;
Jean-Luc Donnet;
jean say;
Gilbert Lascault;
catherine Backes:
EL PSICOANÁLISIS.
a Nobel Perdu, con profundo afecto.
Has llegado hasta mi corazón
Con agua de rosas de tu acento.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
Con agua de rosas de tu acento.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
UKELELE
Qué tal una canción para
Un baile con ukelele... Después
Diremos: sentémonos aquí
Como en un lugar sembrado
De parras, todo sangrante
De uvas rojas.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Un baile con ukelele... Después
Diremos: sentémonos aquí
Como en un lugar sembrado
De parras, todo sangrante
De uvas rojas.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Soy viento de la edad desdibujada,
Soy mudanza de los campos,
Soy fugaz edad tardía,
Y apenas amapola enrojecida,
Y tan sólo azucena y desengaño,
Y sueño del girasol al mediodía,
O fruta desgajada en las acequias,
O del otoño sola hoja entreverada,
O la nieve en el valle deshelada.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Soy mudanza de los campos,
Soy fugaz edad tardía,
Y apenas amapola enrojecida,
Y tan sólo azucena y desengaño,
Y sueño del girasol al mediodía,
O fruta desgajada en las acequias,
O del otoño sola hoja entreverada,
O la nieve en el valle deshelada.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Mulheres correndo, correndo pela noite
Herberto Helder
Mujeres corriendo por la noche,
Corriendo desnudas, enredaderas añil
Hacia las orillas de las playas.
Por las dunas mujeres corriendo,
No de nadie huyen, sólo
Corren por la noche
Que siembra la tierra.
Mujeres corriendo por la noche
De estrellas marinas y furtivos besos.
Ellas corren: sus senos en pie
De paz y de guerra.
Mujeres corriendo por la noche,
Mujeres llovidas en la noche,
Mujeres amadas en la noche.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Herberto Helder
Mujeres corriendo por la noche,
Corriendo desnudas, enredaderas añil
Hacia las orillas de las playas.
Por las dunas mujeres corriendo,
No de nadie huyen, sólo
Corren por la noche
Que siembra la tierra.
Mujeres corriendo por la noche
De estrellas marinas y furtivos besos.
Ellas corren: sus senos en pie
De paz y de guerra.
Mujeres corriendo por la noche,
Mujeres llovidas en la noche,
Mujeres amadas en la noche.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
NOSTALGIA
La tarde arrastra su desgana
De claveles,
La tarde rota, difunta la tarde.
Y hundidas mis manos
En su anemia, se desgajan
Los dulzores últimos
De tus manos de naranja
En esta tarde rota,
En esta tarde difunta,
En esta anemia de la tarde obscura.
Francisco Aranda Cadenas
De claveles,
La tarde rota, difunta la tarde.
Y hundidas mis manos
En su anemia, se desgajan
Los dulzores últimos
De tus manos de naranja
En esta tarde rota,
En esta tarde difunta,
En esta anemia de la tarde obscura.
Francisco Aranda Cadenas
Cd. OBREGÓN
Qué podré yo darte, qué me das, caliente
Tierra del noroeste, arboleda de los yaquis, cielo
Del Náinari, aguas del canal, luna
Trenzada de esperanza, sol
De fuego que inunda Obregón de luz,
Y hace de la doble sed del hombre
Una urdimbre de panes y de rezos.
Aquí están mi corazón y mi coraje,
Y estas ganas de vivir en libertad del aire,
Y esta hambre de amasar corolas de hechos
Con las manos.
Francisco Aranda Cadenas
México
Tierra del noroeste, arboleda de los yaquis, cielo
Del Náinari, aguas del canal, luna
Trenzada de esperanza, sol
De fuego que inunda Obregón de luz,
Y hace de la doble sed del hombre
Una urdimbre de panes y de rezos.
Aquí están mi corazón y mi coraje,
Y estas ganas de vivir en libertad del aire,
Y esta hambre de amasar corolas de hechos
Con las manos.
Francisco Aranda Cadenas
México
Y abro los cálices de la memoria
De luz ardida y sin tiempo;
Busco en el secreto pozo la voz erguida,
La razón de amor que arroba el aire;
Llamo a la sutil desnudez de la palabra
En los entreverados bosques, por sus pasillos
De hojas huidizas y miel en las copas.
Y abro los cálices de la memoria,
Y saber, y después no saber nada.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
De luz ardida y sin tiempo;
Busco en el secreto pozo la voz erguida,
La razón de amor que arroba el aire;
Llamo a la sutil desnudez de la palabra
En los entreverados bosques, por sus pasillos
De hojas huidizas y miel en las copas.
Y abro los cálices de la memoria,
Y saber, y después no saber nada.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
a María Zambrano
María zambrano, es ya que te has ido para siempre,
Y es para siempre que te quedas,
Anfitriona del pensar y la poesía.
Y yo me agarro de tu brazo
Anhelando ser un vástago de tu palabra,
Y busco en el discurso de tu mar enamorada...
María, María, María, 'ínferos del alma', 'razón poética';
Van los hombres partidos entre lo sagrado y lo profano
Hacia la palabra auroral de cada día.
Yo te canto, en la luz que se engendra y que se pierde,
En el eco evocador de tu pasión encendida y perdurable,
En la secreta bahía de los seres habitados:
Raíz y nacimiento, sana el cuerpo, el viento vuela
Mientras el hombre, 'rey mendigo', ama el sueño espermático,
La preñez de las lentas horas femeninas.
¡Vida, hasta no ser sino un instante inmenso,
Despertarán después los ángeles de flores amarillas!
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Y es para siempre que te quedas,
Anfitriona del pensar y la poesía.
Y yo me agarro de tu brazo
Anhelando ser un vástago de tu palabra,
Y busco en el discurso de tu mar enamorada...
María, María, María, 'ínferos del alma', 'razón poética';
Van los hombres partidos entre lo sagrado y lo profano
Hacia la palabra auroral de cada día.
Yo te canto, en la luz que se engendra y que se pierde,
En el eco evocador de tu pasión encendida y perdurable,
En la secreta bahía de los seres habitados:
Raíz y nacimiento, sana el cuerpo, el viento vuela
Mientras el hombre, 'rey mendigo', ama el sueño espermático,
La preñez de las lentas horas femeninas.
¡Vida, hasta no ser sino un instante inmenso,
Despertarán después los ángeles de flores amarillas!
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Confiados y decentes se sientan a la mesa,
Los pobres con su sangre esbelta,
Y miran al cielo esperando la lluvia.
Sobre los roncos terrones de la tierra
Oran en la vespertina luz
Y recogen, mansos y terribles, la cosecha.
Desnudos se arrojan a la alberca,
Al blando paladar del agua,
Cuando los peces yacen en el fondo.
En los jergones de la habitación sombría
Siembran la dicha y la esperanza
Palabra por palabra, nube sobre nube.
En el atardecer de pómulos hinchados
Reclinan sus cabezas en los fardos
Abrazados a una ilusión obscura,
Como obscura es su mirada en el silencio.
Los pobres hacen crujir sus manos
Mientras fuman su tabaco
Y contemplan las ausencias del desierto.
Y es extraño su amor, y es de veras
Ese goce de los cuerpos con sus calamidades y milagros.
Los pobres miran ojerosos
las sombras que pasan en la plenitud del día.
Entre alabanzas, amamantando niños,
Se extravían sus miradas, y piden
Pan y paz, un bosque desconocido.
Cuando el sueño límpido deja de ser una muchacha
Sobrecogidos despiertan en la noche.
Junto a lo perdido y lo recuperado
Salvan su sed tan subjuntiva,
Hasta que la triste muerte se los lleva
Los días quince de abril,
Los días catorce de mayo.
Francisco Aranda Cadenas
Cd. Obregón (México)
Los pobres con su sangre esbelta,
Y miran al cielo esperando la lluvia.
Sobre los roncos terrones de la tierra
Oran en la vespertina luz
Y recogen, mansos y terribles, la cosecha.
Desnudos se arrojan a la alberca,
Al blando paladar del agua,
Cuando los peces yacen en el fondo.
En los jergones de la habitación sombría
Siembran la dicha y la esperanza
Palabra por palabra, nube sobre nube.
En el atardecer de pómulos hinchados
Reclinan sus cabezas en los fardos
Abrazados a una ilusión obscura,
Como obscura es su mirada en el silencio.
Los pobres hacen crujir sus manos
Mientras fuman su tabaco
Y contemplan las ausencias del desierto.
Y es extraño su amor, y es de veras
Ese goce de los cuerpos con sus calamidades y milagros.
Los pobres miran ojerosos
las sombras que pasan en la plenitud del día.
Entre alabanzas, amamantando niños,
Se extravían sus miradas, y piden
Pan y paz, un bosque desconocido.
Cuando el sueño límpido deja de ser una muchacha
Sobrecogidos despiertan en la noche.
Junto a lo perdido y lo recuperado
Salvan su sed tan subjuntiva,
Hasta que la triste muerte se los lleva
Los días quince de abril,
Los días catorce de mayo.
Francisco Aranda Cadenas
Cd. Obregón (México)
Por un cendal arropada entre dos sombras
-Espacio ínfimo de luz-, ella teje
Las frutas maduras que toman sus manos
De la luna. Bendita bajo los cerezos
En flor, contempla el río misterioso
Como misteriosos son los versos
Que convergen en la orilla de un poema.
Hacia la mar, por un cendal arropada
Entre dos sombras, ella navega
El río -heraldo de la luz- y se columpia
En el velamen. Entre dos sombras,
Reposa ella sus manos en el agua,
Sus ojos convertidos en un haz
De tiempo sin tiempo, su talle
Encendido por el sol, su cendal
En donde reposan las palabras.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 9 de mayo de 2010
-Espacio ínfimo de luz-, ella teje
Las frutas maduras que toman sus manos
De la luna. Bendita bajo los cerezos
En flor, contempla el río misterioso
Como misteriosos son los versos
Que convergen en la orilla de un poema.
Hacia la mar, por un cendal arropada
Entre dos sombras, ella navega
El río -heraldo de la luz- y se columpia
En el velamen. Entre dos sombras,
Reposa ella sus manos en el agua,
Sus ojos convertidos en un haz
De tiempo sin tiempo, su talle
Encendido por el sol, su cendal
En donde reposan las palabras.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 9 de mayo de 2010
ELLA
Cuando la luz principia en las dulces
Horas matinales, las retinas se pueblan
De pájaros y de muchachas, de prójimos
Hermanos mestizados por el sol.
Ella ha reunido cientos de lirios y de rosas,
Ella ha conjurado la verdad de las palabras.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Horas matinales, las retinas se pueblan
De pájaros y de muchachas, de prójimos
Hermanos mestizados por el sol.
Ella ha reunido cientos de lirios y de rosas,
Ella ha conjurado la verdad de las palabras.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
En la doble marea de tus senos
Habitan geranios y alamedas,
Una fronda gentil, una humilde paloma.
Bajarás desde el cerro dormido
Sobre un blanco unicornio de tristezas,
Porque son de ausencias los vuelos del vestido
Que cubren la tierna amapola de tu cuerpo.
Los troncos, los ramajes que surcan en el río
Conocen la austera ciencia de las horas.
Yo anhelo la cópula de fuego que respiran
Mil pájaros y uno en un cielo de esperanza.
La sed está partida en dos:
Mitad luz y mitad sangre.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Habitan geranios y alamedas,
Una fronda gentil, una humilde paloma.
Bajarás desde el cerro dormido
Sobre un blanco unicornio de tristezas,
Porque son de ausencias los vuelos del vestido
Que cubren la tierna amapola de tu cuerpo.
Los troncos, los ramajes que surcan en el río
Conocen la austera ciencia de las horas.
Yo anhelo la cópula de fuego que respiran
Mil pájaros y uno en un cielo de esperanza.
La sed está partida en dos:
Mitad luz y mitad sangre.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Y llegaron las nieves con sus blancos mirlos,
Y llegó este dolor descarnado del recuerdo.
Los niños en la escuela hacían sus tareas,
Compraban los ancianos el pan en el mercado,
las siluetas de las muchachas atraían a las golondrinas.
Yo tenía miedo del viento y sus criaturas.
A la salida de la universidad pedía paz,
A la salida de mi trabajo pedía paz...
Yo pedía paz a todas horas y racimos de ternura.
Ahora quiero vivir más allá del salón de la nostalgia.
En mi paisaje de hoy hay modestas alamedas
Y el niño que fui aún come cerezas en la madrugada.
Francisco Aranda Cadenas
Y llegó este dolor descarnado del recuerdo.
Los niños en la escuela hacían sus tareas,
Compraban los ancianos el pan en el mercado,
las siluetas de las muchachas atraían a las golondrinas.
Yo tenía miedo del viento y sus criaturas.
A la salida de la universidad pedía paz,
A la salida de mi trabajo pedía paz...
Yo pedía paz a todas horas y racimos de ternura.
Ahora quiero vivir más allá del salón de la nostalgia.
En mi paisaje de hoy hay modestas alamedas
Y el niño que fui aún come cerezas en la madrugada.
Francisco Aranda Cadenas
a mi gran amigo, entrañable amigo Miguel García Jiménez, pintor de enorme talento.
Arrojo una singular piedra al estanque
Para verla saltar y crear círculos concéntricos.
No soy todavía un gran cántico
Pero la piedra en contacto con el agua
Es un poema de amor.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
Para verla saltar y crear círculos concéntricos.
No soy todavía un gran cántico
Pero la piedra en contacto con el agua
Es un poema de amor.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
a Ángela Vázquez Romero, con profundo afecto.
Toda la tensión del Universo está
En el pulso de un niño que juega
A las canicas.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
En el pulso de un niño que juega
A las canicas.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
De la soledad y sus racimos vengo a hablaros,
De la continuidad de la flor y su delirio,
Del hombre erguido aquí en la plaza,
De la alta mujer y su destino.
A fuerza de morir vamos naciendo,
Al final la muerte, la vida tal vez;
No hay muchas certezas a las que aferrarse
Pero el corazón tiene bríos y esperanza.
Los labios dormidos despertarán de madrugada
-Cada madrugada es un simil de la historia-
Y aun dormidos florecerán los cuerpos.
Vengo modestamente a hablaros
De un rincón de la existencia, de la mar
Que guarda fieramente sus secretos.
Hoy es día de domingo, de dos a tres, la tarde ya
Y el cielo rompe a llover entre tus senos.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
De la continuidad de la flor y su delirio,
Del hombre erguido aquí en la plaza,
De la alta mujer y su destino.
A fuerza de morir vamos naciendo,
Al final la muerte, la vida tal vez;
No hay muchas certezas a las que aferrarse
Pero el corazón tiene bríos y esperanza.
Los labios dormidos despertarán de madrugada
-Cada madrugada es un simil de la historia-
Y aun dormidos florecerán los cuerpos.
Vengo modestamente a hablaros
De un rincón de la existencia, de la mar
Que guarda fieramente sus secretos.
Hoy es día de domingo, de dos a tres, la tarde ya
Y el cielo rompe a llover entre tus senos.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
PUEDE SER
Deixem que l'herba creixi pels camins
Miquel Martí y Pol
Puede ser que la noche trace un rictus de sangre,
Se desmiembre mi nombre tal vez al alborear el día;
Puede ser que no te olvide, huele a tierra mojada:
'Deixem que l'herba creixi pels camins'
Y yo soy la hierba, yo soy la hierba, tú eres la hierba.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Miquel Martí y Pol
Puede ser que la noche trace un rictus de sangre,
Se desmiembre mi nombre tal vez al alborear el día;
Puede ser que no te olvide, huele a tierra mojada:
'Deixem que l'herba creixi pels camins'
Y yo soy la hierba, yo soy la hierba, tú eres la hierba.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
a Manuel Cabrera y a su esposa Ana.
En la casa Batlló de Gaudí hay diez mujeres
Que nadan sobre los tejados,
Niños de sol que asoman a los balcones
Y un árbol que besa las fachadas.
En la piedra existen signos que hablan
De la mudanza del tiempo,
Y construyen sus nidos los vencejos
En esta primavera con libertad bajo palabra.
Siento como la tarde va sombreando el edificio
Con su manto cálido de abril;
Se serena mi alma en un cántico,
Y me mojo con la lluvia de azucenas
En la obscuridad urbana, como un milagro diminuto:
Todas mis barcazas en la rada silente.
Despliego el velamen y abandono la ciudad
Abrazado al mástil bajo el cielo deslumbrante
Que corona la razón y los sentidos,
Donde espumoso el mar, con mi sangre
Como tinta que caligrafía el oleaje.
¡Adiós, nombro los recuerdos y voy en busca de tus brazos!
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Que nadan sobre los tejados,
Niños de sol que asoman a los balcones
Y un árbol que besa las fachadas.
En la piedra existen signos que hablan
De la mudanza del tiempo,
Y construyen sus nidos los vencejos
En esta primavera con libertad bajo palabra.
Siento como la tarde va sombreando el edificio
Con su manto cálido de abril;
Se serena mi alma en un cántico,
Y me mojo con la lluvia de azucenas
En la obscuridad urbana, como un milagro diminuto:
Todas mis barcazas en la rada silente.
Despliego el velamen y abandono la ciudad
Abrazado al mástil bajo el cielo deslumbrante
Que corona la razón y los sentidos,
Donde espumoso el mar, con mi sangre
Como tinta que caligrafía el oleaje.
¡Adiós, nombro los recuerdos y voy en busca de tus brazos!
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Cuando amanezca flor de naranjo
En el claro huerto de tus sienes,
Yo estaré también de amanecida
Caminando por encima del muro del canal
Hacia la luz última del día.
Lloraré sin duelo mis pecados, mis heridas.
Sobre tu cuerpo yaciente en las aguas
Arrojaré blanco azahar, hilos de azafrán e hierbabuena.
¿Hacia dónde va este fluir silente, despacioso,
Esta bienaventuranza hecha ya música,
Que bordea a la tierra y a los hombres,
Este rumor sencillo y apacible, cristalino?
Cuando amanezca flor de naranjo
Te besaré con largo beso, más allá
Del largo beso que he de darte.
Málaga
En el claro huerto de tus sienes,
Yo estaré también de amanecida
Caminando por encima del muro del canal
Hacia la luz última del día.
Lloraré sin duelo mis pecados, mis heridas.
Sobre tu cuerpo yaciente en las aguas
Arrojaré blanco azahar, hilos de azafrán e hierbabuena.
¿Hacia dónde va este fluir silente, despacioso,
Esta bienaventuranza hecha ya música,
Que bordea a la tierra y a los hombres,
Este rumor sencillo y apacible, cristalino?
Cuando amanezca flor de naranjo
Te besaré con largo beso, más allá
Del largo beso que he de darte.
Málaga
a Fernando García Gutiérrez.
Se agitaron las palomas.
Quizá el rugiente mar,
la paramera infinita habitó
Los corazones.
Tras la danza del derviche
Lloró Dios con gran llanto
Lo que no pudieron comprender los hombres.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
Quizá el rugiente mar,
la paramera infinita habitó
Los corazones.
Tras la danza del derviche
Lloró Dios con gran llanto
Lo que no pudieron comprender los hombres.
Francisco Aranda Cadenas
Almería
BOBBY FISCHER
In memoriam.
Llovían caligramas en la ciudad de New York.
Bobby Fischer, sobre el Brooklyn bridge,
Con su tablero de ajedrez, movía pieza.
En la gran noche de los peces del Hudson
Gemían por el frío la dama junto al álfil
En la febril partitura de negras contra blancas.
Llevadme al Broklyn Chess Club a escuchar el jazz
Donde Bobby Fischer es el saxofonista.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Llovían caligramas en la ciudad de New York.
Bobby Fischer, sobre el Brooklyn bridge,
Con su tablero de ajedrez, movía pieza.
En la gran noche de los peces del Hudson
Gemían por el frío la dama junto al álfil
En la febril partitura de negras contra blancas.
Llevadme al Broklyn Chess Club a escuchar el jazz
Donde Bobby Fischer es el saxofonista.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga
Tiempo
Entretanto se suceden los días
Desnudo las nubes y la tierra;
Encuentro una sed que no se amansa,
Un hambre que no sabe descansar.
Los lirios juntos de tu boca
Son besados por el alba
Y una brisa estival pronuncia
Tu nombre... Tu sed, tu hambre
Es la misma que la mía, que la de ellos,
Entretanto se suceden los días
Y corto flores para la próxima sepultura.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 6 de mayo de 2010
Desnudo las nubes y la tierra;
Encuentro una sed que no se amansa,
Un hambre que no sabe descansar.
Los lirios juntos de tu boca
Son besados por el alba
Y una brisa estival pronuncia
Tu nombre... Tu sed, tu hambre
Es la misma que la mía, que la de ellos,
Entretanto se suceden los días
Y corto flores para la próxima sepultura.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 6 de mayo de 2010
a Francisco Javier Alcalde de Hoyos, mi hermano en la esperanza, con afecto y gratitud...
Las gaviotas tienden una gran red en el cielo.
Cinco muchachas blancas como cien pétalos
De rosas blancas duermen sobre sus toallas
Con un libro abierto que roza sus frentes;
La neblina difumina sus cuerpos al igual
El dibujante trata el carboncillo en el papel.
El viento lleva y trae la arena, y forma
Dunas de palabras. La brisa conmovida
Humedece los cuerpos juveniles
Mientras yo apetezco de la orilla
Y dibujo un corazón que habrá
De ser borrado por las aguas.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 6 de mayo de 2010
Cinco muchachas blancas como cien pétalos
De rosas blancas duermen sobre sus toallas
Con un libro abierto que roza sus frentes;
La neblina difumina sus cuerpos al igual
El dibujante trata el carboncillo en el papel.
El viento lleva y trae la arena, y forma
Dunas de palabras. La brisa conmovida
Humedece los cuerpos juveniles
Mientras yo apetezco de la orilla
Y dibujo un corazón que habrá
De ser borrado por las aguas.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 6 de mayo de 2010
Las palabras, que son al ser lo que la semilla a la tierra,
Laten en el corazón de la noche buscando amanecerse
En los labios sangrantes de luz, pues hay ángeles
Con antorchas iluminando los rostros del amor.
Nos bendecimos unos a otros con palabras
Que estremecen la carne con dulces jacintos,
Y así, la larga herida cicatriza
En el humano tiempo circular del mundo.
Pero quien maltrata a la palabra, maltrata a su hermano,
Crea desiertos indecibles, y se cierra el telón de este paisaje.
¡Oh, cítara antigua, hazme hablar con voz suave a los oídos!
¡Inteligencia pura, corazón atento,
Aire en el aire suspendido, dadme
El fruto en sazón del gran árbol que canta!
FranciscoAranda Cadenas
En la playa...
Laten en el corazón de la noche buscando amanecerse
En los labios sangrantes de luz, pues hay ángeles
Con antorchas iluminando los rostros del amor.
Nos bendecimos unos a otros con palabras
Que estremecen la carne con dulces jacintos,
Y así, la larga herida cicatriza
En el humano tiempo circular del mundo.
Pero quien maltrata a la palabra, maltrata a su hermano,
Crea desiertos indecibles, y se cierra el telón de este paisaje.
¡Oh, cítara antigua, hazme hablar con voz suave a los oídos!
¡Inteligencia pura, corazón atento,
Aire en el aire suspendido, dadme
El fruto en sazón del gran árbol que canta!
FranciscoAranda Cadenas
En la playa...
a Ricardo Acevedo, con gratitud...
Aprendí cuanto pude de la teoría de conjuntos,
De las sutiles realidades de un grupo coral,
de los transeúntes en los pasos peatonales.
Alcé mi voz en clave de Fa cuando un tranquilo
Pensamiento atravesaba mi garganta. Era hora
De regresar a casa; atrás quedó la academia,
El grupo de teatro, el canto, aquellos
'Early morning writings' que ahora repaso
Para crear mi tercer libro de poemas.
Aprendí cuanto pude, de las conversaciones
En un taxi, de la vendedora de pescado,
De las partidas de ajedrez con mi vecino Paco Soler...
Todo cuanto pude aprendí y aún así soy
Un extraño para mí mismo. Leí libros
Místicos y de psicoanálisis, breves versos
Que contenían el Universo. Observé
Un solo mechón de tus cabellos, una brizna
De hierba en el microscopio, las gotas
De lluvia tras la ventana hasta que
Me arranqué el corazón y lo puse en mi mano,
Pero no le hice preguntas; él latía despacioso
Conjugando verbos... Aprendí cuanto pude de cada eco
De la calle, de esas historias resumidas apoderadas
Por el miedo; hube de tomármelo en serio
Mientras me reía de mí mismo. Aprendí
Cuanto pude de la intensidad de tus besos,
De la elegancia de tus pasos, de los paraguas
Cuando no son necesarios, y qué sé yo
Si no bastase con comprender un solo pétalo de rosa
O sencillamente gozar de su perfume surgido de los dominios
De la música.
Francisco Aranda cadenas
Málaga
De las sutiles realidades de un grupo coral,
de los transeúntes en los pasos peatonales.
Alcé mi voz en clave de Fa cuando un tranquilo
Pensamiento atravesaba mi garganta. Era hora
De regresar a casa; atrás quedó la academia,
El grupo de teatro, el canto, aquellos
'Early morning writings' que ahora repaso
Para crear mi tercer libro de poemas.
Aprendí cuanto pude, de las conversaciones
En un taxi, de la vendedora de pescado,
De las partidas de ajedrez con mi vecino Paco Soler...
Todo cuanto pude aprendí y aún así soy
Un extraño para mí mismo. Leí libros
Místicos y de psicoanálisis, breves versos
Que contenían el Universo. Observé
Un solo mechón de tus cabellos, una brizna
De hierba en el microscopio, las gotas
De lluvia tras la ventana hasta que
Me arranqué el corazón y lo puse en mi mano,
Pero no le hice preguntas; él latía despacioso
Conjugando verbos... Aprendí cuanto pude de cada eco
De la calle, de esas historias resumidas apoderadas
Por el miedo; hube de tomármelo en serio
Mientras me reía de mí mismo. Aprendí
Cuanto pude de la intensidad de tus besos,
De la elegancia de tus pasos, de los paraguas
Cuando no son necesarios, y qué sé yo
Si no bastase con comprender un solo pétalo de rosa
O sencillamente gozar de su perfume surgido de los dominios
De la música.
Francisco Aranda cadenas
Málaga
MINUET
En un lugar del corazón guardo
Un minuet
Sencillo como una sonrisa,
Ligero como una cometa.
De tanta flor, las cuerdas
De los violines se trenzan
Como una guirnalda.
Un minuet que roza, los días sábado,
Mi sien,
Que se expande por mi piel
Como una bandada de pájaros.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 5 de mayo de 2010
Un minuet
Sencillo como una sonrisa,
Ligero como una cometa.
De tanta flor, las cuerdas
De los violines se trenzan
Como una guirnalda.
Un minuet que roza, los días sábado,
Mi sien,
Que se expande por mi piel
Como una bandada de pájaros.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 5 de mayo de 2010
A Fernado García Gutiérrez, con profundo afecto.
Se escuchó un eco repentino. Un hombre
Sacaba palabras de sus bolsillos
Y las lanzaba al aire. Las gaviotas
Devoraban las sílabas, los signos, las metáforas.
En el cielo hubo un silencio repentino.
El hombre se acercó a una muchacha
Y besó sus senos, escribió un poema
Milenario en la piel enfebrecida;
La muchacha se hizo canto y lloró
Sobre la tierra manadas de caballos,
Galopes furtivos, lunas trenzadas.
Tomó frutillas con sus manos delicadas
Y sembró un verso irrepetible
En los bucles de sus negros cabellos
De cristal tan lúdico como la luz
De los días de verano. Su voz
De trementina golpeó las piedras
Hasta ablandarlas... Una muchacha,
Un hombre, combaten la mudez
Piel con piel, con trazos amarillos,
Con la sed que abre las puertas
Y ventanas al delirio que se estremece
En sus gargantas.
Málaga, a 4 de mayo de 2010
Se escuchó un eco repentino. Un hombre
Sacaba palabras de sus bolsillos
Y las lanzaba al aire. Las gaviotas
Devoraban las sílabas, los signos, las metáforas.
En el cielo hubo un silencio repentino.
El hombre se acercó a una muchacha
Y besó sus senos, escribió un poema
Milenario en la piel enfebrecida;
La muchacha se hizo canto y lloró
Sobre la tierra manadas de caballos,
Galopes furtivos, lunas trenzadas.
Tomó frutillas con sus manos delicadas
Y sembró un verso irrepetible
En los bucles de sus negros cabellos
De cristal tan lúdico como la luz
De los días de verano. Su voz
De trementina golpeó las piedras
Hasta ablandarlas... Una muchacha,
Un hombre, combaten la mudez
Piel con piel, con trazos amarillos,
Con la sed que abre las puertas
Y ventanas al delirio que se estremece
En sus gargantas.
Málaga, a 4 de mayo de 2010
MAYO
A Francisco Javier Alcalde de Hoyos, con profundo afecto.
Sonrisas de mayo trae la brisa
-Don de la ebriedad-,
Aromas de muchachas en los parques,
Cantatas de bach, naranjas encendidas.
Hemos recobrado alegremente la 'locura',
La razón de amar, en las noches
De fuegos artificiales. El aire
Está encinta. Las aves
Vuelan con airado trino y elocuencia.
Podemos beber palabras de las fuentes,
Aligerar las noches y las madrugadas,
Besar la brisa que trae el rumor
De ruiseñores, porque mayo
Es solaz de los dioses
Que anuncian los verbos de la dicha.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 4 de mayo de 2010
Sonrisas de mayo trae la brisa
-Don de la ebriedad-,
Aromas de muchachas en los parques,
Cantatas de bach, naranjas encendidas.
Hemos recobrado alegremente la 'locura',
La razón de amar, en las noches
De fuegos artificiales. El aire
Está encinta. Las aves
Vuelan con airado trino y elocuencia.
Podemos beber palabras de las fuentes,
Aligerar las noches y las madrugadas,
Besar la brisa que trae el rumor
De ruiseñores, porque mayo
Es solaz de los dioses
Que anuncian los verbos de la dicha.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 4 de mayo de 2010
Si te contemplo azul eres azul,
Si te contemplo naranja eres naranja.
Nada hay si no lo nombro, nada soy
Si no me nombras... En verdad,
Estoy aquí porque me nombraron
En una edad donde asomaba
Por las puertas la alegría,
Y cierta tristeza inseparable.
Por vuestro amor yo soy, y así
Que soy, también tú eres
Porque te amo y te nombro.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 3 de mayo de 2010
Si te contemplo naranja eres naranja.
Nada hay si no lo nombro, nada soy
Si no me nombras... En verdad,
Estoy aquí porque me nombraron
En una edad donde asomaba
Por las puertas la alegría,
Y cierta tristeza inseparable.
Por vuestro amor yo soy, y así
Que soy, también tú eres
Porque te amo y te nombro.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 3 de mayo de 2010
MAR DE MI INFANCIA
Oh mar de mi infancia en 'Do sostenido'
Como un recuerdo veraz; en ti deseo
Descansen mi cuerpo y mi alma
Al igual, después de su peregrinar,
Reposan las aves en los rescoldos
De una hoguera antigua...
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 3 de mayo de 2010
Como un recuerdo veraz; en ti deseo
Descansen mi cuerpo y mi alma
Al igual, después de su peregrinar,
Reposan las aves en los rescoldos
De una hoguera antigua...
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 3 de mayo de 2010
REGRESO
Regresé no sé si del centro
O de un barrio perdido
En las afueras,
De un bosque tal vez
Sin hadas ni unicornios;
A casa regresé en la noche agridulce
De todos los recuerdos.
El rocío de la mañana lee en el pecho
De quien no sabe de dónde proviene.
No puedo hablar
De otra muerte que la mía,
De otra vida que la mía.
En términos borrosos percibo
Los deshielos de la memoria,
El amor y el desamor.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga marzo 2010
O de un barrio perdido
En las afueras,
De un bosque tal vez
Sin hadas ni unicornios;
A casa regresé en la noche agridulce
De todos los recuerdos.
El rocío de la mañana lee en el pecho
De quien no sabe de dónde proviene.
No puedo hablar
De otra muerte que la mía,
De otra vida que la mía.
En términos borrosos percibo
Los deshielos de la memoria,
El amor y el desamor.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga marzo 2010
Y UN POCO DE LIMÓN
En días como hoy contemplo las cerezas del frutero;
Tienen el color de ciertos momentos infantiles
Como el aroma de las noches de julio.
Vivaldi inunda la estancia con su concierto en Si bemol mayor...
Soy un ladrón de libros, no me arrepiento; los vi tirados,
Maltratados, y me los llevé en días como hoy.
Ah días como hoy, pañuelos en el aire, en la mar.
Digo: el tiempo trascurre como una incógnita
Descifrable sólo en el presente continuo
Al modo de la lengua inglesa. Días como hoy
Elaborados con levadura y harina de trigo
Y un poco de limón.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga marzo 2010
Tienen el color de ciertos momentos infantiles
Como el aroma de las noches de julio.
Vivaldi inunda la estancia con su concierto en Si bemol mayor...
Soy un ladrón de libros, no me arrepiento; los vi tirados,
Maltratados, y me los llevé en días como hoy.
Ah días como hoy, pañuelos en el aire, en la mar.
Digo: el tiempo trascurre como una incógnita
Descifrable sólo en el presente continuo
Al modo de la lengua inglesa. Días como hoy
Elaborados con levadura y harina de trigo
Y un poco de limón.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga marzo 2010
de ESTRAVAGARIO
Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.
Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.
Cansémonos de lo que mata
y de lo que no quiere morir.
La vida es sólo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.
Pablo Neruda
que quiero vivir otro tanto.
Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.
Cansémonos de lo que mata
y de lo que no quiere morir.
La vida es sólo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.
Pablo Neruda
GÉNESIS
Yo soy quien nació de las costillas de la poesía
En ese día preciso en que bastó ser Francisco Aranda.
Cd. Obregón (México)
En ese día preciso en que bastó ser Francisco Aranda.
Cd. Obregón (México)
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