El Poeta

Soledades babelizadas en el abismo del pozo;
ni tú, ni yo, hemos reparado en las aguas
oscuras, en el telón sin fondo que la tarde oculta.
Buscando la luz, ansiando la luz, los cuerpos nadan
hasta la superficie de barro y cal, donde algunas aves
esperan morder el húmedo verdor, que espesa los cabellos.
Ahora, en el inesperado encuentro, se halla la metáfora
menos abrupta de la carne. Juntos, ya en el aire, se acercan
las hilanderas del verbo con voz nupcial y pañuelos blancos.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 20 de julio de 2013

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