El Poeta
De amanecida los barcos del puerto, con su quilla
de sílabas, se adentran en el mar. Las tormentas
estivales favorecen su navegación, rumbo a la palabra
precisa y preciada. A veces, alzados sobre las olas,
erguidos en el aire, cambian la ruta en pos de abecedarios
ignotos. Las azucenas marinas embriagan el sueño
de los marineros. Voz antigua del mar, que propones
un encuentro y una despedida, ofrece tu ungüento
para el alma de los barcos. De amanecida levan anclas,
las almas del Hades del mar hacia otras radas,
donde vivirse con la luz y con el tiempo, amarradas
a los vientos salinos que soplan, con rotundidad
de luz del mediodía, los velámenes izados.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 23 de julio de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario