Porque no era mía la luz, me quedé
absorto en las sombras. Luz
que no fue mía hasta ahora -digo
luz y hablo, y escribo-, te acercas
filtrada por el aire que tampoco
fue mío -digo aire y hablo, y escribo-.
Luz y aire separado de las sombras. NO.
Hombre que soy, saludo y digo adiós,
para buscaros nuevamente mañana. Raíz
de la luz y del aire, ahora sois míos,
como el haz de sombras, como el haz de sombras...
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 17 de junio de 2013
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