El Poeta
A menudo cantamos en la tarde, también hemos llorado.
A veces nos dedicamos a cosas de poca importancia,
Nosotros, huérfanos de tanto, exiliados de hace tiempo,
A veces nos dedicamos a cosas importantes.
Las flores que siempre demoraron jamás cortamos,
Y fueron la delicia de algunas horas simples.
Con cierta sana indolencia nos sentamos a la mesa
Los días sábado, y jugamos entonces a extender
La mano generosa que entrega el dulce fruto.
Hace ya tiempo que hemos olvidado los días
De la vendimia y de la siega, que hemos
Levado anclas al amanecer y en la noche;
Hace ya tiempo que hemos olvidado...
Pero el nombre de los años sigue presente
En la memoria, y son fugaces como estrellas
Que llamean en el cielo nocturno. Tengo miedo
A no saber de ti bajo el sol del estío,a quedarme
Solo en la estridencia de la luz que se expande
Como las bandadas de pájaros que emigran.
A ambos, que tanto amamos el participio
De presente, nos tomó por sorpresa el subjuntivo
Rabioso y pudo haber sido todo un simulacro
Mientras el verbo amar se conjugaba amando.

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 24 de junio de 2011

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