El Poeta

Tú aromas los abecedarios, la conjugación
De la rabia y la ternura. Resulta ser
Que me estremece tu palabra, esa sencillez
Con que nombras. Beso tu silabario,
Me arracimo a tu verso; has madurado
Mi corazón con tu poema, con el compromiso
De tu verbo. Te miro preguntándome
¿Quién soy? ¿Quién serás? No obstante
Has creado un microcosmos que ahuyenta
La muerte al menos hasta que el silencio
Nos venza. Más allá los muertos sin palabras
Sobre las nubes grises  o bajo la tierra espesa.
Veraz y sencilla me colmas, yo que camino
Hambreante de sonidos amables, asibles, musicales.
En mi memoria te apareces como un fruto
Que retorna siempre cuando el sol poderoso
Me devuelve la sed, la vida, mi libro, mi árbol...

Francisco Aranda Cadenas

Arroyo de la Miel, a 29 de julio de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario