El Poeta
Estaba en casa y comprendí que había una muerte adentro
De mí sin nombre. ¿Cómo pudo parecerme que un Réquiem
Fuese la primavera? Los niños jugaban en la calle, podía escuchar
Sus voces infantiles, su corretear de peces voladores sobre el asfalto.
 
Yo una vez tuve una mar en el corazón, en mi memoria...
Estaba en casa y comprendí que habitaba un vivo dentro de mí con nombre.
 
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, en enero de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario