Hemos despertado
En la primer hora del alba.
El rocío escanciado
Por los dioses es un néctar
Delicado al paladar,
Un azar diminuto prendido
En las corolas, una música
Presta a desvanecerse
En el silencio.
Es así esta mañana húmeda
Con olor a vastedad
De bosque.
Hemos despertado
A una verdad sencilla
Como el pan recién horneado.
Hemos despertado a la luz de la palabra.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, 26 de febrero de 2011
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