Porque vienes y vas, revoloteas, derramas tu sangre
Sobre el origen sin rostro de tu nombre, porque
Te sueño, te pienso, me estremezco, te escribo
Quién sabe qué metáforas, cruzo el estrecho
Pasillo por donde discurren los vientos
Hasta encontrate a ti, poema con gestos
Como los de una mujer que sale a pasear
En una amable tarde de domingo, y ahí
Los cielos que se hienden y lloran alegres
Mariposas azules, naranjas, verdes, moradas...

Porque vienes y vas como una mujer en una amable
Tarde de domingo, te caligrafío en el oleaje
Para que acaricies las orillas, los paisajes de acá o allá,
Inefable como los labios de una mujer
Que besan la mañana.

Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 30 de abril de 2010