Me duele España, México me duele.
Doble dolor sin patria.
Aquí mis versos, estas palabras que aman.
Sientan plaza en mis heridas el niño de rostro
fiero,
el obrero y la campesina. Los estudiantes
resumen este dolor del cielo hendido
de España...
México de sangre.
Doble dolor sin patria, y en el viento
que nos araña me duele, me duelen
México y España.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 22 de mayo de 2013
Me quedé desnudo frente al mundo
con sólo una palabra, no recuerdo cual;
y así, tan solo, acompañado de unas cuantas
sílabas me puse en camino. Se fueron sucediendo
los días, abriendo una y otra vez la puerta
de la calle, saliendo al aire, en la calle, en la calle...
Completamente desnudo frente al mundo, con el mundo,
donde la vida renace y se oscurece después, o quizá
a la inversa. Y es necesario vivir, vivirse un poco más
que de vez en cuando, algo más que solamente decirlo.
Me avisaron entonces de las imágenes prohibidas,
del verbo prohibido, de la tierra prohibida,
porque decían en ellas se encontraba la muerte,
sin embargo, aquellas imágenes tan vívidas, aquel verbo, aquella
tierra tenían más bien que ver con despertarse. Y fue que me quedé
desnudo frente al mundo, contemplando y caminando
entre edificios y árboles, arrimado a la palabra, esa única
palabra que me edificó como la corriente de un río
que besa el mar aunque a veces se haga tarde.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 20 de mayo de 2013
En las esquinas del viento los niños comen
manzanas, algodón dulce... Cuando cae
la lluvia se refugian detrás de las palabras,
y cantan. Los ojos del día, los brazos del día,
se prenden de sus cabellos y las manos,
jovencísimas, asen delicadamente el aire.
A este amor infantil le pertenece el paisaje
del mundo, aunque a veces lo sorprenda
una guerra en las mañanas de domingo.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 19 de mayo de 2013
manzanas, algodón dulce... Cuando cae
la lluvia se refugian detrás de las palabras,
y cantan. Los ojos del día, los brazos del día,
se prenden de sus cabellos y las manos,
jovencísimas, asen delicadamente el aire.
A este amor infantil le pertenece el paisaje
del mundo, aunque a veces lo sorprenda
una guerra en las mañanas de domingo.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 19 de mayo de 2013
Las manos encontradas jamás auguran
un silencio tan déspota como la muerte.
Las farolas, puente arriba, iluminan
palabras descalzas sobre el asfalto,
palabras recién salidas del mar.
Atraviesa la noche los costados, atraviesa
el verbo los labios húmedos; aquí,
encendidos o apagados, somos atravesados
por la lira antigua que arrebató a las sombras
todos los abecedarios posibles.
Después de ti, tú, nosotros regresando al día.
Francisco Aranda Cadenas
Málaga, a 18 de mayo de 2013
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