Huele a azahar./
La piel es la medida de todas las cosas,/
La aurora es una sencilla advertencia/
Del deseo de la carne... Huele a azahar,/
A brazos extendidos, a labios amantes,/
A cuerpos en el lecho del amor./
Huele a azahar, y existe noche suficiente/
Para escanciar todo el vino en las copas./
Francisco Aranda Cadenas/
Málaga, en marzo de 2012/