El Poeta
¿Qué es, dime, esa otra faz oscureciente
venida de tan lejos, que ciega y oculta
el mejor de los semblantes? Si no es la noche,
ni la sombra, ¿qué, quién entonces? O quizá,
se halle a la vuelta de la esquina, junto
a los mismísimos hombros que soportan mi cabeza.
No sé si en las manos del aire, acariciando
los pómulos, hay tacto sutil que lo nombre y lo revele.
Mas ya sé, ya sabemos; no queramos guardar silencio
sin embargo, a pesar de la mínima arena que soporta
un dedal, espacio suficiente, materia suficiente
para darnos cuenta de qué, de quién declara finito
esta desiderata con sangre, que propone no más vivirse.

¿Podrías volver a ver en mi rostro la luz
de aquellos años, o luz de los años por venir?

Francisco Aranda Cadenas

Málaga, a 4 de julio de 2013